ESTUPOR

CAPÍTULO TREINTA - UNÍVOCO I

Narrador Omnisciente

El mundo contemporáneo se encuentra bajo la sombra de un poder aparentemente invulnerable; el imperio Providencia, liderado por Mihail Mikhailov y Minerva Martinelli. Desde la perspectiva de muchos gobiernos sometidos a su autoridad, este nuevo orden global es un enigma misteriosamente aterrador.

Los pasillos de la diplomacia internacional se han vuelto aún más oscuros, a cargo de Ephrem Mikhailov, donde las alianzas se forjan y se rompen en las sombras de las conspiraciones. Los líderes mundiales, antes titulares de soberanía, ahora son títeres en un juego que desconocen por completo. La omnipresencia de Providencia se manifiesta en todos los rincones del mundo, desde las altas esferas políticas hasta las operaciones encubiertas más secretas.

En esta nueva era, la tecnología se ha convertido en una herramienta de control absoluto, a dominio de Saymon Mikhailov, las comunicaciones están bajo vigilancia constante y la privacidad se ha vuelto una reliquia del pasado. La información fluye en un solo sentido; desde los centros de poder de Providencia hacia las naciones subyugadas, pero rara vez al revés.

Los ciudadanos, una vez libres, viven ahora en una realidad donde las fronteras entre la verdad y la mentira se han desdibujado por completo a través de un cibercomando de Dubái, en el que los medios de comunicación, cuidadosamente dirigidos, difunden la narrativa oficial de Providencia, mientras que las voces disidentes son aplastadas sin piedad.

La economía global, también, está fuertemente influenciada por las decisiones de los líderes de Providencia, aunque representadas por Jakob Mikhailov. Los mercados financieros fluctúan en función de sus caprichos y los recursos estratégicos del mundo son redistribuidos de acuerdo con sus intereses.

En este mundo, la desconfianza es la norma. Las conversaciones susurradas y las reuniones secretas son la única forma de abordar cuestiones de importancia y cualquier señal de desobediencia puede llevar a consecuencias devastadoras.

Sin embargo, entre los descensos de la conspiración y la opresión en contra de los soberanos del mundo, también existen quienes desafían silenciosamente el yugo de Providencia, esperando pacientemente el día en que puedan restaurar la verdadera libertad y el equilibrio en el mundo.

«La lucha por la verdad y la justicia persiste, aunque en el corazón de esta oscuridad conspiratoria, su éxito es incierto y su camino está plagado de peligros»

Aunque en los últimos meses lo planificado hace dos años en Irlanda empieza a convertirse en una amenaza directa a este nuevo orden mundial, debido a que mientras que el imperio Providencia proyecta su dominación, se teje una red clandestina de resistencia a nombre de un hombre que se cree competente para enfrentar a sus soberanos.

Tiene a un grupo de individuos valientes, desafiando el control absoluto de los líderes, trabajando incansablemente en las sombras, reuniendo información y tejiendo estrategias, como nunca lo había hecho antes, para un día liberar al mundo de las garras de Mihail Mikhailov y Minerva Martinelli, aunque para él sigue siendo la villana a la que le teme porque «Eleora Martinelli es la única mujer a la que el miedo mismo se inclina ante su oscura maldad»

Está satisfecho con lo logrado en los últimos días, ya que, bajo la dirección de líderes en la clandestinidad, se han establecido redes de comunicación cifrada que operan en las profundidades de una red oscura oculta. La información fluye en ambos sentidos, un flujo de verdades ocultas y planes audaces que desafían el régimen de Providencia.

Estos insurgentes digitales se esconden detrás de un velo de anonimato, trabajando incansablemente para exponer la verdad al mundo, aunque su dueño está preparándose para presentarla delante de quienes considera las personas ideales para derrocar a Mihail Mikhailov, ya que juntos representan sus máximas fortalezas, pero que ahora quiere integrar una magnifica debilidad que descompondrá completamente esa reserva de poder con su fuente de dominio.