ESTUPOR

CAPÍTULO DOCE - DEBELAR II

Narrador Omnisciente

Eleora se queda pensando en situaciones vividas durante el diseño de su imperio que la hacen concluir que los planes de Mihail Mikhailov de establecerse cómo mafia política será atacado por ese proyecto, que él mismo diseñó, pero que se convirtió en una conspiración contra la corrupción del sistema político mundial por sus licencias para delinquir por los países que tiene unidos a HADO, pero que es probable que sean esos mismos países los que se están preparando para librarse del mando que tiene él sobre ellos.

La detonación que hace Mihail en Italia llena las calles de policías, su ataque preciso derrumba las edificaciones de almacenes de sustancias alucinógenas, corre cargando su bolso de armamento y sube al helicóptero que él mismo pilota para volar hacia otras ciudades de ese país.

La noticia alerta a los beneficiados en esos negocios, algunos que ya habían cedido al proyecto de ley crimen legalizado presentado por él y se comunican entre ellos queriendo contactarse con el líder de la Cosa Nostra quien se encuentra hablando con su hijo en Turquía.

Termina las llamadas desde su celular personal, vuelve a marcarle a su hijo Ivan y empieza a frustrarse por los engreimientos que está teniendo el jovencito ahora que empieza a tener tantas libertades.

Ivan se aleja de Renata quien sigue parloteando de todo lo que hará con su hermano, toma la llamada para tranquilizar a su padre, ella levanta su mirada escuchando la conversación de Ivan con su papá Damon en altavoz y los gestos que hace el joven le produce agrado por la forma en la que mueve sus cejas por escuchar el discurso de su padre sobre que no le interesa lo sucedido con Khaled Azad porque ya iba a prescindir de sus servicios.

Le dice que se mantenga moderado con sus acciones en ese país porque intentará confiar en él y le pide que cuide de la niña porque ahora más que nunca deben asegurarse de que sus padres no la recuperen por las fotografías de la prensa de la mujer que acompañaba al presidente estadounidense Fionn Wallace y que caminaba del brazo del embajador de Italia Nazzaro Berlusconi en un evento contra los grupos de crimen organizado hace una semana.

—Cuídate porque no tienes a nadie cerca que los custodie— dice Damon a su hijo—. Los movimientos que está haciendo la madre de Renata me intrigan porque presiento que está buscando ayuda de los americanos para poder llegar a la niña, sin una Bratva que la proteja y sin los soldatos que tenía a su servicio desde que traicionaron la Cosa Nostra tiene que valerse de conexiones políticas para encontrar la manera de atacarme— le explica dejando al joven derecho y observando como la niña desliza su dedo por la pantalla con una sonrisa que nunca había visto en ella, le causa complacencia verla radiante, pero verla sonriendo de esa forma tan genuina sin el rastro de malignidad común en ella le causa intriga.

—Papá no me interesan tus presentimientos.

—Escúchame, Ivan— pide pasando su mano por el cabello y mirando a la mujer que tiene desnuda al frente esperando por él—. Quiero que te mantengas lo más asegurado posible, tu hermano ya me confirmó que los turcos están detrás de Renata, los Antonegras agarraron a algunos en Sicilia porque creyeron que después de lo sucedido en Las Vegas viajarían a Italia, fue una buena decisión viajar hacia Japón, aunque no tengo conexiones con miembros de la Yakuza para que cuiden de ustedes y enviaré a algunos hombres contigo...

—¿Cuáles hombres? — pregunta pensando en los Oxyuranus porque con la presencia de los hombres que militan de negro en sus alrededores tendría que hacer uso del paquete de seguridad que recibió en anónimo desde que tiene a Renata, que es lo que mantiene su celular asegurado de intervención, su ubicación seguida por un helicóptero en las alturas y mensajes contantes de confirmaciones de que lo están protegiendo.