Capítulo 24 - Sentirlo De Nuevo.

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William.

-La luna me gusta mucho, siento que cada que hablamos cuando esta ella presente: hay menos soledad. - confese a Ed.

-Muchos dicen que la luna es solitaria, aunque, tiene millones de estrellas alrededor, yo creo que la luna abraza a la noche y la hace única e íntima. - Me respondió el.

-Me gusta apreciar la luna más que cualquier otro diamante. - le dije, mirando hacia el cielo oscuro.

-Es porque las personas vemos a lo que nos importa con mucho valor, como lo tienen los diamantes, hay personas que tienen millones de piedras preciosa; como la realeza y lo ven como su reliquia. La luna es nuestra preciosa, William. Por eso la vemos así. - me miro para después darme esa sonrisa cálida que siempre me daba. - Siempre será nuestro lugar seguro, nuestra mejor aliada y siempre, siempre será un abrazo para ambos, Will.

-Nuestro escondite secreto del dolor. - susurre. Asintió, volvió su vista a la luna.

-Todo lo que deseo es que encuentres a alguien en quien confíes y ames lo suficiente para mostrárselo.

Soñar con mi hermano siempre fue algo normal para mí, siempre lo podía ver en mis sueños y en la cara de la luna, pero siempre al despertar sentía tristeza por recordar lo que viví con él y el cómo ya no lo tenía. La desilusión llegaba a mi cuerpo, no solo por no tenerlo, sino por no tenerme. Había perdido hace mucho el William que era con mi hermano.

Pero esta vez se sentía diferente, tan diferente.

No solo porque por primera vez en años soñaba a mi hermano y no despertaba triste, sino que me sentía como aquel William soñador y amoroso, y no como la piedra dura que solía ser hoy en día.

Todo era por ella, por la mujer con la que dormía y despertaba. Pude bajar mi mirada para notar su pequeño cuerpo desnudo abrazado a mí y nunca me había sentido tan en paz como ahora.

Después de Edward nunca volví a pedir felicidad, siempre pedí paz.

Y ahora tenía ambas, las obtuve de una manera tan peculiar y rápida que me cuesta creerlo, me cuesta creer que yo merezca esta relación, que la merezca a ella.

Que por fin conociera a la persona que tanto deseaba Edward para mí.

Su cuerpo se removió entre el mío y supe que había despertado cuando sus bellos ojos color miel observaron los míos.

-Buenos días. - me susurro.

-Buenos días, cielo. - le conteste dándole un pequeño beso.

Nos arreglamos para aprovechar nuestro día, pues ella estaba ansiosa por seguir conociendo más de esta ciudad. La verdad es que a mi Paris no me gustaba del todo, pero yo era feliz si a ella le gustaba.

Cuando salimos de nuestra recamara los chicos estaban todos en el comedor, esperando por nosotros para poder desayunar. Shawn que estaba al lado mío traía unos lentes oscuros, solté una carcajada al ver su cara de dolor.

-¿Te divertiste anoche? - le pregunte con burla. Me miro con ganas de querer matarme e incluso me aventó su pan, lo que ocasiono que me riera más.

-Desde que tienes quien te detenga; ni quien te aguante. - me respondió.

-Técnicamente se detenía el mismo, pues nunca le gusto el alcohol, ni andar de fácil como tú. - lo molesto Nate.

-Se siente la tensión. - dijo Leonard emocionado. - 100 dólares a Nate.

-Pero si Nate es muy tranquilo. - dijo mi esposa.

-Cuñada, todos los hermanos Beckham heredamos la manera de ser de mi padre, la tranquilidad es nuestra arma, pero realmente Nate al igual que William pueden dar mucho miedo. - le dijo Leonard.

-Nate no mata ni una mosca. - dijo Shawn.

-Tal vez mate a un irritable mosquito. - le dijo Nate serio, aunque todos sabemos que solo juega.

-Tienes razón, Leonard. - habló mi cuñado hacia Leonard. - también le apuesto a Nate.

Empezaron a pelear por eso durante un rato, hasta que Leonard se paró de la mesa por una llamada, dejándolos pelear solos.

-Estoy leyendo un libro. - habló mi cuñada. - la chica aquí jamás había tenido relaciones y cuando las tiene el ingrato del protagonista le dice "La volví mujer" ¿Qué se supone que era antes?

-Un Power Ranger rojo. - le contesto con sarcasmo. Shawn fue criado por solamente su madre y al igual que a mí y todos mis hermanos, siempre esa clase de tonterías nos molestaban. El incluso una vez termino moliendo a golpes a un chico que nunca había visto porque vio tocar sin su permiso a una chica en un restaurante. Algo que muy seguramente también yo hubiera hecho.

Iba a hablar yo, pero un muy pálido Leonard se acercó de nuevo a la mesa.

-Tenemos que ir al hospital. - dijo casi en un susurro que todos pudimos escuchar. Enseguida me pare, tomando todas mis cosas. No sabía quien estaba en el hospital, pero para que mi hermano lo dijera así de preocupado era porque también me importaba.

-¿hospital? ¿por quién? - le pregunto Nate.

-Aitana. - hablo. Pare todo en seco y lo voltee a ver. Aitana es como una hermanita para mí y de verdad me preocupaba.

Todos nos movimos en seguida entrando a los coches, acelere el carro para llegar de una manera más rápida, necesitaba respuesta.

¿Qué hacía Aitana en Paris? Según lo qué me había contado, vino hace unos meses.

Al llegar al hospital, el primero en correr hacia emergencias fue Leonard, lo entendía, Aitana y Leonard siempre han sido todo para el otro.

Al entrar al hospital; mi hermano ya estaba abrazado a Romina. En el lugar había tres chicos más que nunca había visto, supongo amigos de Aitana. No pude evitar que uno de ellos palidecido al verme.

¿Quién era?

Mi hermano lleno a Romina con preguntas, sobre Aitana que Romina a su ritmo respondía.

-¿Quiénes son ellos? - pregunto Leonard de nuevo, pues la primera vez Romí no respondió.

Romina le respondió y luego yo pregunte sobre Aitana, tenía ataques de pánico y no le pasaban nada más porque sí.

-¿Qué lo detono? - pregunte.

-Vio a alguien. - respondió Romina.

-¿A quién? - se adelantó Nathaniel.

-A mí. - respondió el chico que había palidecido al verme, tenía cabello negro y ojos verdes, no era más alto que yo, pero si más delgado. Parecía muy nervioso.

-Me llamo Charles. - me miro y su mirada por alguna razón me gritaba miles de disculpas, lo sabía, siempre fui bueno descifrando a la gente, pero eso me dejo más confundido. - Conocí a Edward.

Todo fue silencio. Mi corazón empezó a latir desenfrenado con la idea de que fuera él y no quería, justo ahora cuando por fin sentía paz, el caos volvía.

No, no, no. No podía ser él.

-Tú y yo nos hubieras conocido el día que falleció, William. - habló y sentí que por media fracción de segundo mi corazón se detenía, mientras sentía como mi alma caiga al piso.

No. Por favor, no.

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Hola, hola.
Por fiiiiiiiinnnnnn
Confesaré que tuve bloqueo durante casi 2 meses, no podía hacer este capítulo.
Estoy orgullosa de mi jajaja
Espero que la espera allá valido la pena, los quiero mucho mucho, y en telegram e Instagram estaré dando adelantos de la historia.
Los amo, gracias por todo🥰

Mi segunda historia; por un día más en Versalles espero estar publicándola pronto, pues conecta con esta y se entenderá mejor.
-E.

Instagram: Lilibeth.mayer

La Luna Es Nuestra Piedra Preciosa (Oficial)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora