Capítulo 14 - Como la luz del dia.

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William

-Hermano, no quería ser yo quien te lo dijera, pero tu mal humor nos está asfixiando a todos. - me dijo Shawn.

Le puse mala cara.

Realmente no estaba de humor.

Tal vez era porque cierta persona había estado ignorándome.

-¿Qué te pasa, Osito gruñonsito? - me pregunto.

-Nada.

-Te conozco desde la creación de los dinosaurios, William. Sabes bien que eso no funciona conmigo.

Suspire rindiéndome. Sabía que Shawn igual me sacaría la verdad.

-Alessia.

-Bueno. Eso es bastante obvio. ¿Qué paso con ella?

-La bese.

Me miro entre sorprendido, aliviado y orgulloso.

-¿y esta rosa? - me dijo.

-A veces no te entiendo.

-Lo siento, eso pasa cuando tienes de mejor amiga a una mexicana. Volvamos a lo importante. La besaste.

-La bese y ahora ella me ignora. Ni siquiera sé que siento, ella se va a ir en cuanto se cumpla el año.

-No si le das razones para quedarse. - me dijo. - ¡Vamos, Will! Sientes cosas por ella, tienes que admitirlo y luego armarte de valor y decírselo para que por primera vez en mucho tiempo te des la oportunidad de ser feliz. Yo sé que ella también siente cosas por ti.

-¿Cómo sabes eso? Me ha estado ignorando.

-Se puede ver en cómo se miran. Te apuesto lo que sea, solo espera a que pase. Luego ustedes serán una familia hermosa con muchos, muchos, muchísimos hijos.

-Idiota. - le dije sonriendo.

Tal vez Shawn tenía razón. Le tenía que dar razones para quedarse.

-Ahora entremos a esa junta. - me dijo y me puse de pie, asintiendo.

La junta avanzo bien. Estaba esperando a Nathaniel con unos documentos y supuse que me estaba esperando en mi oficina, yo estaba esperando que la junta terminara. Estaba realmente cansado.

Salí de la junta y afectivamente, ahí estaba mi hermano, pero solo miraba las escaleras.

-Nate. - lo llame.

Me volteo a ver y me sonrió.

-Hermano. - me dijo extendiéndome los papeles. Los tomé y mientras los leía, me di cuenta de que seguía mirando las escaleras.

-¿a quién buscas? - le pregunte.

-A nadie, es solo que...

-¡Una ambulancia! Llamen a una ambulancia. - salió alguien de las escaleras gritando, muy desesperada.

Nathaniel se puso pálido y corrió hacia las escaleras. Cuando estaba por seguirlo, se me acerco mi secretaria, algo agitada.

-No se preocupe, jefe. Ya está viniendo una ambulancia por su esposa.

Sentí la preocupación inundarme el cuerpo. No escuche lo demás, simplemente salí corriendo a las escaleras.

Cuando llegue a donde estaban todos, ahí estaba ella. Nathaniel la sostenía. Todo se volvió adrenalina, no me importaron los demás, solo la podía ver a ella. Se la quite de los brazos a Nathaniel y luego los paramédicos llegaron.

-¿Qué paso? - preguntó mi hermano a los demás. Yo solo podía ver a los paramédicos quitármela de los brazos, algo que les costó porque no la quería soltar.

La Luna Es Nuestra Piedra Preciosa (Oficial)Where stories live. Discover now