Capítulo 19 - La Caja De Alessia.

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Después de mi plática con Will pude darme cuenta de que el duelo con mis papas nunca lo viví, lo hice pequeño y lo metí en una casa arrinconada en mi corazón por estar ocupada intentando salvar a mis hermanos de todo.

No sabía de mi dolor por lo ocupada que estaba, no sabía lo triste y vacía que me podía sentir. Fue como si Will encontrara la llave del candado y me la diera para abrirla.

Después de hablarlo con mi esposo, me di cuenta de que lo mejor es abrirlo ahora, abrirla despacio con alguien profesional que me ayudara a entender lo que hay dentro de ella.

Acababa de salir de mi primera terapia con la psicóloga que Will busco para mí. Se sintió liberador y crudo. Era como hablar con alguien sabia todo sobre mi caja, sobre mis cargas. Llore, llore mucho al darme cuenta de cosas de las que no me daba cuenta.

De lo mucho que me preocupe por mis hermanos y me deje de lado a mí. De lo poco que me acuerdo, sobre todo, sobre mi papá, sobre mi mamá, sobre esos días.

Todo esto era nuevo para mí, me cambio tanto las ideas que me aturdió. El cómo en estos meses han pasado tan rápido que da miedo. Miedo a que me arrebaten, miedo a no ser merecedora de ello, miedo a tantas cosas.

Ver como realmente casi no me conozco, no tengo mi carácter definido por todo lo que tuve que hacer me hace ponerme a pensar en todo lo que me descuidé. Era abrumador.

-¿entonces todo mejorará en ti? - me pregunto Anto.

-Lo hará. - les dije.

-Es todo lo que queremos, Ángel. - dijo Donato. Sonreí.

-estos días casi no hemos hablado. Esta casa es tan grande y ustedes están tan ocupado que ya casi no los veo.

-La cocina me consume, hermana. - dijo Anto con una sonrisa. - Es de verdad lo que amo, aunque es difícil de vez en cuanto. Mi carrera es difícil, pero la creen fácil.

-En mi caso, estoy en exámenes. Paso más tiempo estudiando que en clases. Mucho leer, mucha teoría, pero es una carrera que me encanta. - me dijo Donato.

-me alegra que les vaya bien en la escuela, es todo lo que quiero. Ustedes bien me dan vida. - les digo mientras los abrazo.

-Nosotros queremos que estes bien. Tantos años te enfocaste en nosotros, te toca pensar en ti. - me dijo Donato. - estaremos aquí siempre, Alessia. Siempre contigo.

-hasta que estes viejita y necesites bastón. - me dijo Anto haciéndome reír.

-Los amo.

-Y nosotros a ti. - dijeron mis mellizos al mismo tiempo.

-Señorita Alessia, le llegaron unas flores. - me aviso uno de los guardias de seguridad.

Me levanté de donde estaban con mis hermanos y fui hacia donde estaban las flores, pero en ese momento la puerta principal abrió, dejando entrar a mi esposo con Nate.

Mi esposo.

La palabra me seguía sonando extraña en mí y al mismo tiempo me emocionaba. Me emocionaba tener a alguien que me quisiera y yo a él, fuera de mis hermanos.

Nosotros no fuimos la pareja convencional, hicimos todo al revés, pero no me importaba. La manera en la que éramos tan iguales, nos hacía conocernos. Creo esa fue la razón de que todo fuera tan rápido, la manera en la que somos tan parecidos, pero igual tenemos nuestras diferencias, nos hizo unidos, nos hizo crear sentimientos por tenernos.

Estaba leyendo unos papeles, ni siquiera veía lo que tenía enfrente, caminaba a ciegas. Nate iba hablando por teléfono, solo me saludo con la mano y siguió hasta su habitación. Will dejo de leer y miro al frente dándose cuenta de que yo estaba ahí, cerro la carpeta y me dio una de sus sonrisas.

Se veía tan bien, como siempre en su traje hecho a la medida, su cabello rubio algo rebelde que ya estaba creciendo más y esos ojos azules parecían quererme hipnotizar, era mucho más alto que yo y eso por alguna razón me gustaba, me gustaba que siempre que estuviera conmigo sus ojos solo me miraban a mí. Me gustaba mucho. Lo quería mucho.

-Esposa. - dijo saludándome, se acercó a mí y tomo mi cintura, pegándome por completo a él, su olor me gustaba mucho, así que me acerque mucho más a él. El bajo un poco hasta poderme besar. Cuando soltó mis labios, de nuevo sonrió y yo con él. - ¿Cómo te fue hoy?

-La comida esta lista, vengan a comer, niños. - dijo Livia llegando a donde estábamos. Le sonreí.

-Te contare en un rato. - le dije a Will y el asintió.

Caminamos al comedor, ya estaban todos ahí; mis hermanos, cuñados, los abuelos de Will y mi suegra. El papa de William ha estado en citas médicas muy recurrentes, su médico está en suiza, así que se está quedando en la casa que Will tiene allá. Cuando llegue a vivir acá, ya estaba enfermo, entonces, muy pocas veces hable con él, pero las veces que hable con él, me di cuenta de que era muy parecido a William, muy correcto y serio, pero al mismo tiempo muy amable.

Nos sentamos y empezamos a comer, las comidas siempre eran muy amenas, hablamos de todo y siempre estábamos todos. Me gustaban mucho, Will a mi lado hablaba con Nate y yo hablaba con Livia, mientras que Donato hablaba con Leonard y Anto con los abuelos Beckham. Parecíamos una gran familia.

La mano de William como siempre reposaba en mi muslo, acariciaba mi piel con tanta normalidad, como si fuera también suya. No era la primera vez que lo hacía, pero si era la primera vez en la que le prestaba atención. Por alguna razón puse mi mano es su muslo de la misma manera en la que él tenía su mano en el mío. Esto el enseguida lo noto y dejo de hablar con Nate para acercarse a mi oído.

-¿Qué hace, Esposa? - me susurró.

-Lo que tú haces, Esposo. - le susurre.

-¿harás todo lo que yo haga, esposa? - siguió susurrando con una media sonrisa.

-Tal vez. - le susurre.

-Está usted muy atrevida, Esposa. - me dijo. Yo solo me encogí de hombros con una sonrisa parecida a la de él. - Paso mucho tiempo contigo, tal vez tu atrevimiento se me pegue.

Subió su mano haciendo que mi vestido subiera con él. Estaba causando una sensación placentera al tocarme, quería que siguiera subiendo. El me miraba fijamente sin quitar su sonrisa.

-¿Sigo? - me susurró. Lo miré fijamente tal y como él me veía y lentamente asentí. 

Volteo a ver a todos, que seguían en lo suyo sin prestarnos atención.

-Familia, nos iremos a descansar un rato. Alessia se siente indispuesta. - le dijo a los demás con una sonrisa que intentaba ocultar.

-Descansa, hermosa. - me dijo Livia.

-Lo hará, después de contarme como le fue. - le dijo su hijo sin quitar su sonrisa.

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Capitulo 19 aquí
Los amo.
-E.

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La Luna Es Nuestra Piedra Preciosa (Oficial)Where stories live. Discover now