Capítulo 80

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La noche anterior había sido increíble, después de lo que sucedió en el auto, Oliver me acompañó a casa y mis padres lo convencieron de quedarse a cenar, él se negó pero después accedió, ambos sabíamos que no había probado bocado en toda la tarde, prepararon licuado de frutas y la tarta, que cómo siempre, le quedó deliciosa a mi madre.
Después de eso, Oliver me ayudó a lavar los platos y se despidió de mi familia para regresar a su casa, no sin antes recordarme lo mucho que me ama y los planes sin fin que quiere hacer a mi lado.
Ahora me encontraba esperando a Acacia en la sala de su casa, habíamos aprovechado que era su día de descanso e iríamos a ver los vestidos de novia, al parecer querían casarse cuánto antes y deseaban hacerlo unos días antes de mi presentación, al parecer Axel estaba encantado con la idea y también se estaba dando prisa con los preparativos que le habían tocado, los padres de Acacia estaban muy ilusionados con esa boda, podía verlo en la forma en la que sus ojos brillaban cuándo hablaban del tema, el pequeño hermano de Acacia estaba sentado sobre mis piernas mientras balbuceaba algunas cosas y jugaba con los botones de su suéter rayado, tenía los mismos ojos que Acacia y además el mismo color de cabello, era su imagen en miniatura.
La puerta principal se abrió dejando que entrarán algunos sonidos exteriores, me gire a ver de quién se trataba, para mí gran sorpresa, era Oliver, me sonrió con mucha dulzura y se acercó casi corriendo hasta donde yo me encontraba.
Oliver: Hola, preciosa, ¿qué estás haciendo aquí?- me dejó un beso en los labios y después se sentó a mi lado.- y con este chiquitín tan bello.
Aitana: estoy esperando a que Acacia termine de ducharse.- sonreí.- ¿y tú qué haces aquí?
Oliver: le vine a entregar las llaves del departamento a mi tío.- lo miré confundida, él estaba atento a las manos del bebé que ya sostenían su dedo índice.- cierto, no te he contado, voy a mudarme en pocos días, no me gusta que tantas personas sepan dónde vivo y que se tomen el atrevimiento de ir a tocar mi puerta, después te llevaré a que conozcas mi nueva casa.
Aitana: ¿algunas personas te han molestado?- suspiró y negó enseguida.- ¿entonces por qué lo dices de esa manera? ¿no quieres que yo sepa en dónde vives?- sonrió y me tomó de las mejillas para darme un beso.
Oliver: mi amor, te he dicho que te llevaré a conocer mi nueva casa cuándo todo esté listo.- me miró fijamente.- serás la primer persona que querré que sepa dónde vivo, además de que tengo otros planes en ese lugar, pero por lo pronto, no te lo diré.
Aitana: de acuerdo.- reí.- este bebé te adora, ¿verdad?
Oliver: sí, cada que me ve se emociona.- sonrió y le pidió los brazos al bebé, este enseguida decidió tomar sus manos y brincarse a sus piernas.- te seré sincero, cariño, cuándo entre y te mire con Lucas en tus brazos.- sonrió con ilusión e hizo una pausa en su voz, después me miró.- me dió mucha ilusión verte, por un momento estuve en mi propia mente y pensé que eras tú con nuestro hijo, me emociona mucho la idea de que seas tú la madre de mis hijos.
Aitana: que cosas dices.- reí mientras frotaba mis manos sobre mis muslos, él sonrió.- aún falta mucho para eso.
Oliver: no podemos definir cuánto tiempo falta, ayer tuvimos relaciones, quizás...solo quizás.- lo miré tratando de no ser tan drástica con mis facciones.- estoy bromeando, Aitana, no haré algo que tú no quieras hacer.
Aitana: lo siento.- suspiré y acaricié su antebrazo. En ese momento Acacia comenzó a bajar las escaleras con brinquitos, llevaba ropa cómoda que a simple vista parecía estar muy cálida, me puse de pie y Oliver hizo lo mismo.
Acacia: hola, chicos.- le dió un beso a Oliver y después me abrazó con fuerza.- estoy muy emocionada, ya quiero probarme los vestidos.
Oliver: vayan con mucho cuidado, y avísame en cuánto estés en casa.- asentí, me dió un beso en los labios y después me sonrió.- te amo.
Aitana: y yo te amo a ti.- le dí otro beso más y después Acacia se apoderó de mi brazo.
Acacia: bueno, ya después tendrán tiempo de ser melosos, ahora me la voy a llevar.- apoyó su cabeza sobre mi hombro y le sacó la lengua a Oliver.- ¿nos vamos?- asentí, Acacia se despidió de su hermano y de su primo, después me despedí agitando mi mano y juntas salimos de casa.
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Estaba sentada en unos bancos con cojines esponjosos de color verde, estaba rodeada de vestidos blancos, plateados y dorados que me hacían escuchar el típico "bling, bling", Acacia era atendida por una señora de cabello blanco que le tomaba las medidas y le mostraba algunas opciones, ella estaba ilusionada, podía ver el brillo que tenía en sus ojos y la manera tan deslumbrante con la que sonreía.
Se midió un sin fin de vestidos y al final eligió uno plateado con ojuelas en el abdomen, mangas holgadas y con muy poca crinolina, se veía preciosa, tanto que comencé a llorar al mirarla vestida así.
Acacia: ¿y qué te parece?- me cubrí el rostro con ambas manos y ella me abrazó con fuerza.- oh, mi pequeña.
Aitana: aún no te casas y ya estoy llorando.- reí, ella se apartó un poco de mí y me ayudó a limpiar las lágrimas.- no existen las palabras exactas para describir lo maravillosa que te ves, pareces una princesa de Disney.
Acacia: entonces elegiré este, además de que me hará sentir cómoda para entonces.- asentí, se dirigió a dónde se encontraba la señora que anteriormente le había tomado las medidas y habló con ella, la mujer asintió con una sonrisa y le ayudó a quitarse el vestido. Otra mujer se le acercó y comenzó a anotar cosas en una libreta mientras que la señora nuevamente le tomaba medidas, también le preguntaban cosas a Acacia y ella no dudaba en responder, me gustaba verla así de feliz.

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