Parte 28

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Toda la noche bailando y comiendo botanas, había tomado unas cuantas copas y me sentía un poco mareada pero no tanto para caer inconsciente, sin embargo, Axel y Acacia ya estaban ebrios, incluso más que los demás invitados, bailaban entre sí de una manera muy sensual y provocativa, tenía miedo de que cayeran a la piscina ya que estaban demasiado cerca, yo mientras tanto estaba comiendo frituras enchiladas y una copa de champagne, mi ropa afortunadamente ya no estaba empapada, solo un poco húmeda. Acacia me miró con picardía y se acercó a mi moviendo sus hombros al ritmo de la música, me quitó las frituras de la mano y me hizo beber lo que me quedaba en la copa, después me la quito y la dejó en el suelo.
Acacia: ¡vamos a bailar!- me llevó con ella, Axel hizo lo mismo con Oliver quien se encontraba riendo con un par de chicos, formamos un círculo en dónde todos bailaban libremente, la música se podía sentir cómo la sangre corriendo por las venas, Acacia comenzó a mover sus caderas con sensualidad y yo la imite, ambas éramos un gran equipo cuándo de baile se trataba, aunque ahora mismo el equilibrio no estaba en ella debido a todo el alcohol que había consumido, ella se acercó a Axel y lo tomó de la mano para hacerlo bailar a su ritmo, pegando sus caderas en las de él y moviéndose mientras se deslizaba hasta el suelo, luego se levantó de la misma manera y el rostro de Axel quedó en la curva de su cuello, ella sonrió cerrando los ojos, Oliver se acercó intentando separarlos y entonces me tocó intervenir, lo tomé de la mano haciéndolo girar hacia mí, me tomó de la cintura cuándo se dió cuenta que estábamos demasiado cerca, su mano se apartó enseguida.
Aitana: ¿te molesta que Acacia se sienta atraída por tu mejor amigo?- arqueó una de las cejas y evadió mi mirada.- quizás no esperabas verme aquí, pero es lo que hay, así que disfruta de tu fiesta sorpresa y no seas un amargado.
Álvaro: ¡ven, bailemos!- me tomó de la mano sorpresivamente y me llevó a lado de Acacia y Axel, el chico ya estaba un poco ebrio, sus manos se colocaron en mi cintura pegandome más a su cuerpo, moví mis caderas al ritmo de la música y aparte sutilmente sus manos de mí para bailar libremente. Su rostro se acercó al mío con picardía, sus ojos me desnudaban descaradamente y sabía que quería besarme.
Oliver: me toca.- me hizo girar y choque con su cuerpo, sus manos se posaron en mi cintura mientras que veía como Álvaro sonreía pícaro y se iba con Cristina.- te debo un baile, Aitana, ¿recuerdas?, creo que es el momento perfecto para eso.
Aitana: ¿son celos?- soltó una carcajada soltandome suavemente.- de lo contrario, no te habrías molestado en separarme de tu amigo Álvaro.
Oliver: ¿quieres bailar o no?- me encogí de hombros, no sé si era por lo que ya había bebido pero sentía mi sangre caliente, me acerque nuevamente a él pasando mi dedo índice por el hueco entre su camisa, pude sentir su escalofrío, moví mis caderas deslizándome hasta el suelo sin quitar mi mano de su torso, sonreí al ver su reacción, él tragó saliva y después acomodó su cabello con nerviosismo. Me puse de pie nuevamente y le dí la espalda pegando mi espalda a su cuerpo, coloque sus manos en mi cintura y me incliné hacia enfrente con sensualidad, su agarre se tenso en mi piel y me hizo enderezar.
Aitana: con esto no me pagas el baile, Oliver.- me dí la vuelta y comencé a bailar con libertad pero sin dejar de mirarlo.- me debes uno menos...ya sabes.- reí y él suspiró con las manos situadas en su cintura, tomé una copa de champagne de una de las mesas que había en el patio y lo bebí de un solo sorbo sintiendo fuego en mi garganta.
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Los invitados ya se habían ido, Oliver se había encargado de pedirles un taxi para que no tuvieran que conducir ebrios, aunque ahora él no era el más sobrio y digamos que yo tampoco, Acacia estaba recostada sobre el césped mientras abrazaba a Axel, ambos se habían dormido profundamente e incluso estaban roncando, los únicos despiertos éramos Oliver y yo. Me puse de pie y comencé a levantar los vasos que habían dejado tirados sobre el césped, él también se levantó y me imitó.
Aitana: ni siquiera sé porque tomé la decisión de venir.- reproche sintiéndome decepcionada.- gaste mi dinero en regalos que no fueron valorados, maldito idiota.
Oliver: nadie te obligó a que vinieras, ahora estás tan ebria que no sabes lo que dices.- nuestras voces sonaban extrañas y a la vez graciosas, yo sentía que me mordía la lengua con cada palabra que decía. Sentí un mareo justo cuándo estaba en la orilla de la piscina, así que lógicamente caí, ahora sería imposible poder secarme, golpeé el agua al ver que Oliver se burlaba e incluso había tirado nuevamente lo que había recogido minutos antes.
Aitana: ¡cállate Oliver, ahora no podré secarme!- salí de la piscina a tropezones y me mire de pies a cabeza, el agua escurría y comenzaba a sentir frío.
Oliver: mierda, te ves cómo un gato recién duchado.- se burló acercándose a mí.- acompáñame, voy a prestarte algo de ropa y una toalla para el cabello.- no dejaba de reírse, le dí un golpe en el hombro y lo seguí, el tomó una de las botellas que se encontraba en la mesa de centro y subió las escaleras con torpeza.
Aitana: camina bien o rodaremos por cada escalón.- escuché que se burló y le dió un sorbo a la botella.

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