Capítulo 28

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   Permanecimos en la sala de espera cerca de un cuarto de hora hasta escuchar un terrible alarido que nos sorprendió a ambos y nos puso los vellos de punta.

   Nos pusimos en pie cual resorte, a mí sólo me importaba sacar a Taylor de este laboratorio camuflado con vida, mientras que a Xander no le importaría oír otro de esos aullidos ahogados en puro dolor.

   Escuché unos pasos lentos que se arrastraban por el pasillo con lentitud hasta alcanzarnos y traernos a su propietario. Emergió entonces Taylor, con el rostro pálido como sí de un fantasma se tratase, con un poco de sangre en la comisura de sus labios, ya que el resto de ese fluido permanecía estancado en el interior de su boca, tenía incluso los ojos rojos y los poros abiertos de hacer fuerzas.

   — ¡Taylor! — Exclamé levantándome y sosteniendo al moreno, cuyas piernas no daban para aguantar más su peso y se desmoronaron cayendo sobre mí.

   Taylor trató de espetar algo, pero se quedó en murmullos incomprensibles y en una risa atormentada al final ¿Qué le ocurría? ¿Y ese balbuceo? ¿Y esa manera tan apaciguada y tranquila de reír que parecía hasta obsesiva?

   — Le he anestesiado, pero descuida, el efecto pasará en dos horas — Comentó Theodor emergiendo del profundo pasillo, separando al moreno de mí haciendo que cayera como un peso muerto sobre sus brazos, levantándolo para apoyar la cabeza del anestesiado sobre su hombro.

   — ¿Vamos a tener que aguantarlo más tonto aún durante dos horas? — Preguntó Xander horrorizado, observando el estado del moreno que parecía un bebe con el cuerpo de un adulto.

   — ¡No! — Exclamó sonriente Theodor, burlándose de su hijo y de que no pudiera aguantar al moreno cuando el pudo aguantar a tres críos gritones a la vez.— Estará balbuceando unos minutos más, el resto será esperar a que pase el efecto de la anestesia.

   — Vamos, que tendremos apenas minutos de relax y el resto deberemos aguantar a ese bebé llorón — Resumió el rubio con descaro lanzando un exhalo desesperado.

   — Básicamente — Suspiró Theodor observando su teléfono móvil, vagando con su mirada por la pantalla leyendo algo.—. Va a venir Gregory para dejaros en casa — Nos comentó mientras nos acompañaba a la entrada y nos abría la puerta.—; y, Alexander: sí vuelve a acudir alguien a mi consulta por recibir un golpe tuyo, nos veremos las caras — Le advirtió dirigiéndole una mirada de superioridad y desdén para después de despedirse, volver al interior de la consulta.

   — ¿Taylor no es al único que pegas? — Pregunté sorprendido por la fiereza del muchacho, el cual se quedó observando al moreno que estaba levemente aturdido, quiero le guiño un ojo y le dio un bocado al aire de forma pervertida para segundos después lanzarle un beso.

   — Hay demasiados "Taylors" en el mundo — Concluyó empujando al original para que tropezara, cayera contra el suelo de la calle y quedara a cuatro patas.

   Salimos de aquel blanco y extraño manicomio del que los locos salían peor de como entraban (en el caso de mi amigo) y encontramos en la puerta a Greg, el hermano de Xander, esperando para llevarnos a casa como dijo su padre.

   — Por hoy seré vuestro chofer. Subid al coche — Pronunció finalmente pulsando el botón de la llave del vehículo, consiguiendo que un refinado coche negro parpadeara abriendo sus puertas.

   Taylor se alzó y acabó sosteniéndose en Xander, el cual detestaba la situación en la que se encontraba, ya que finalmente tuvo que cogerle en brazos para transportarlo con facilidad y meterlo en el interior del lujoso y pulcro coche. Ya que ellos se encontraban en la parte trasera, yo decidí sentarme en la delantera junto a Gregory, que destacaba más al volante de ese impecable vehículo.

¡Estúpido niñero! (yaoi-gay)Where stories live. Discover now