Capítulo 15

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   Apreté con fuerza la mano de Xander, sin apartar la mirada de la imponente mansión en la que parecía vivir el padre de éste. Era una casa grande, de dos plantas y aparentemente amplio, aunque para ser de un barrio adinerado como en el que se encontraba, era más reducida que sus vecinas.

   — Espero que hoy esté de buen humor — Rogó en alto, mientras introducía la llave en la puerta para poder así abrirla y permitirnos entrar en ella, cosa que no hicimos por respeto o miedo.

   La puerta se abrió con un agudo gemido que nos permitió el paso al interior de la casa. No era muy diferente a la mía, tenía una gran diferencia de espacios y muebles, sí; pero parecía estar construida de la misma manera que mi casa, es decir, con una planta baja amplia en la que destacaba el salón y una planta superior con un pasillo que daba a otras habitaciones.

   — ¿Padre? — Preguntó con respeto ante todo, quitándome el abrigo junto al suyo para colgarlos en el perchero que se escondía detrás de la puerta.

   No se escuchó más que el descenso de unos pasos formales y regulares por la escalera hasta llegar a nuestro lado. Al llegar éstos abajo, mostraron cargados sobre ellos un hombre esbelto de mueca sería. Ya sé de dónde sacó Xander su belleza y actitud frívola.

   Vestía un traje de chaqueta negro al igual que su cabello, que no llegaba a rozar su nuca; con una corbata azul celeste que hacía juego con sus ojos de aspecto amenazantes a mi parecer. Harto de esperar, a pesar de que no pasaron ni dos segundos, a que Xander nos presentara, le entregué mi mano al caballero que frente a mí se encontraba.

   — Encantado — Pronuncie nervioso aún con la mano tendida, mientras el padre de Xander la analizaba junto a todo mi cuerpo, estrechándola finalmente con desconfianza pero seguridad—, soy Klaus.

   — Klaus — Repitió sereno, con una voz grave y a la vez provocativa, atrayente—, un placer, soy Theodor.

   — Klaus ha venido con la intención de — Comenzó a explicar nervioso Xander, haciendo una pausa que dotaba a su súplica un toque sumiso.— quedarse a cenar.

   — De acuerdo — Aceptó asintiendo sin mostrar emoción ninguna; abriéndome la puerta que daba al salón, amplio y con bellos y grandes muebles.

   Una larga mesa cruzaba el salón, con tan sólo un plato con sus respectivos cubiertos en cada extremo.

   — Perdone que no haya añadido un plato para usted, pero alguien no me avisó de su visita con antelación — Comentó respetuoso mientras me acompañaba a un extremo de la mesa y atraía a su pecho la silla para que, cuando yo ya me hubiera colocado para sentarme, él la colocara bajo mis posaderas.-. Lo mínimo que tendría que hacer sería traer un tercer plato y servir la mesa.

   — ¿Pero no debería hacer compañía a Klaus mientras — Empezó a preguntar tímido, realmente confuso mientras me señalaba, pero su padre le interrumpió cortante.

   — Es de mala educación señalar — Comenzó a decir mientras sus manos se retorcían de rabia sobre el cabecero de la silla.—. Date prisa.

   — Sí — Asistió agachando la cabeza, sin volver a alzarla, mientras se dirigía a la cocina.

   Theodor comenzó a caminar hacía el otro extremo de la mesa para sentarse sobre éste, para clavar sus codos en el mantel y apoyar su cabeza sobre los dedos de sus manos, que se encontraban entrelazados; todo esto sin dejar de mirarme lascibamente.

   Xander salía de la cocina con sus platos y volvía a entrar cada dos por tres; una vez el padre le decía que se le olvidaban sus cubiertos, o su vaso, o el vino, o sobre todo la comida. El rubio se encontraba realmente nervioso, más que presentándome a su padre parecía que estaba haciendo las pruebas para camarero, y como iba apostaría a que no lo aceptarían en el restaurante.

¡Estúpido niñero! (yaoi-gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora