— Es sorprendente — Comentó Taylor sin levantarse de mi cama, permaneciendo boca arriba mientras miraba atónito el techo.—, nunca hubiera imaginado que Henry fuera el de abajo.
— A mi me sorprende más que tú te hayas denominado el pasivo desde el principio — Le contradecí yo mientras hacía girar la silla de mi escritorio sobre la que me encontraba, quedaba frente a Taylor.
— Vamos ¿quién iba a adivinar que Henry era un tragasables? — Preguntó el moreno riéndose de su propia ocurrencia.
— La verdad es que no lo aparenta en absoluto — Propinó Xander, que permanecía pegado a la pared, con las piernas rendidas sobre el vientre de mi amigo.—. La mayoría de los gays no aparentan serlo.
— La de veces que me habré bañado con mi hermano — Pronunció entre dientes Taylor mientras tornaba su mueca a una entristecida ¿En qué estaría pensando?
— Eso me recuerda... ¿No te he presentado a mis hermanos? — Dudó Xander mientras me dirigía una mirada confusa, tratando de recordar.
— No, sólo ví a tú hermana en tus dibujos — O parte de ella, ya que en ninguno de sus dibujos tenía rostro.
— Podríamos ir a verlos mañana sí quieres — Propuso sonriente, mientras salía de la cama trepando y aplastando el cuerpo de Taylor.—; trabajan en la misma empresa, Sasha es la secretaria de Gregory.
— Genial — Respondí encogiéndome de hombros, mostrándole una sonrisa dulce.
Sentí la mano de Xander alcanzar mi rostro y acariciar mi mejilla, con sus suaves yemas trazaba círculos en ellos de manera tenue y compasiva.
— ¿Cuándo le diremos a tu madre qué estamos saliendo? — Preguntó Xander tornando su mueca a una conmovida, delicada, con esperanzas de que esta hiciera cambiarme de parecer y lograr que me decantara por la única opción a la que él estuviera a favor, por la cual yo ya optaba.
— No sé — me sincere, mirándole directamente a los ojos, con una mirada inocente y tan vez consoladora.—, cuando estemos verdaderamente seguros de este paso.
— ¿No lo estás? — Preguntó asustado, apartando su mano con temor de mi rostro, logrando que su sonrisa se tornara a una expresión de dolor y tristeza.
— ¡No, me he expresado mal! — Expliqué alarmado alcanzando su mano y aproximándola a mi pecho para repetirle con dulzura:— Realmente no importa si aceptan o no nuestra relación, nuestros lazos son más grandes y fuertes que los impedimentos que nos puedan poner ellos.
— ¡Qué bonito! ¡Qué poeta! — Pronunció Taylor desde la cama alzando su mano al cielo y abriéndola completamente de manera teatral.— ¡Qué romántico!
— ¿No tienes nada mejor que hacer? — Le preguntó Xander sutilmente, sí no captaba esa indirecta sería capaz de mostrarle la puerta.
— ¿Qué mejor que enterarme de los cotilleos de mis dos mejores amigos? — Preguntó Taylor incorporándose y mirándonos con aprecio mientras nos lanzaba un beso.
— ¿Me consideras tú amigo? — Continuó el rubio anonadado, tratando de no mostrar su sorpresa inútilmente.
— Claro — Masculló como sí se tratara de una evidencia.— ¿Tú a mi no? — Xander permaneció con la boca abierta, sin comprender; y tras esperar a que su sonrojo inundara su rostro, desvió la mirada de él, avergonzado.
— Déjanos a solas de una vez — Le pidió sin siquiera dirigirle la mirada. Taylor, obediente, se dirigió a la salida, no sin antes susurrar para el rubio.
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¡Estúpido niñero! (yaoi-gay)
RomanceSe me abrió un mundo de posibilidades en el momento en el que mi madre me dijo que había conseguido un trabajo como vigilante de museo; pero por desgracias, mi madre ya me había hecho planes para todas esas noches en las que ella estaría fuera. Segú...