Capítulo 34

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Cassian

Lennox está loco, Lennox es un idiota. ¿Cómo se le ocurre humillar así a su hermana menor? Nada le costaba condenarla en privado. Miré a Aleksander, el cual no tiene ninguna expresión, tiene una expresión dura y distante, no mira a nadie.

Dirijo mi mirada a Astra, esta mira a su hermana y luego a Salem. Su mirada se ve fría y aunque trate de ocultar lo asustada que está, el temblor en sus labios la delata.

Me siento al lado de Lennox, que para mi esto ya es una humillación, no me imagino como se sienten ellos. Lennox está fascinado con la grandeza que siente. Y después dicen que los aphulkanos somos los malos, pero al menos nosotros no humillamos a nuestra familia así.

—¡Silencio!—Lennox gritó y todos se callaron, pues es el rey prevaleciente.

—¿Cómo lo soportas? —le pregunté a Salem.

—Es mi hermano, no me queda de otra—este tenía la mirada fija en su hermana menor.

—¡Hoy, como es costumbre, condenamos a dos personas! ¡Esta vez le tocó a la princesa Astra y al príncipe Aleksander! ¡Acusados de traicionar a sus respectivos reinos y familias!—los murmullos comenzaron a escucharse—¡Aleksander ha tenido un amorío con Evangeline Decksheimer, la cazadora de vampiros!

Miré a Lennox ¿Es enserio? ¿Por esto está juzgando a su hermana? Que gran rey.

—¡Y la princesa Astra, lo ha ayudado! ¡Traicionando así a Spryn y a Amos Godanthe! ¡Traicionando así a el rey prevaleciente!—Lennox los señaló.

Salem estaba tan tenso, lo supe por la forma en la que movía la pierna y tensaba la mandíbula. Esto es absurdo, lo peor es que no les dio ni les va a dar tiempo para justificarse.

—¡No los voy a condenar a muerte! —por alguna razón, sentí tranquilidad ante eso.

Por alguna razón, me dio paz saber que no la va a matar, que no va a hacer que le corten la cabeza, porque arderá Spryn si lo hace. Es algo injusto y yo no soy el mejor para decir esto, pero, no lo toleraré.

—¡Yo el rey Lennox Cavendish, exilio de Gelpamelik a la princesa Astra Cavendish y al príncipe Aleksander Godanthe, al mundo mortal!—abrí los ojos de par en par—¡No podrán volver hasta que el rey los perdone! ¡Mientras estén ahí, tienen totalmente prohibido comunicarse con sus familiares, será un exilio total!

Inmediatamente miré a Astra, todo indicio de fortaleza se había ido. Las lágrimas se derramaban por sus mejillas, su mirada estaba posada sobre su hermano mayor, el cual sonreía a la multitud.

Hay gente hija de puta y luego está el. Salem estaba furioso. Miré a Scarlett la cual estaba de pie y bajaba las escaleras a toda velocidad de la torre de Aphulka. Lennox comenzó a conjurar el hechizo para abrir un portal al mundo mortal.

Scarlett ya estaba en la arena y los guardias intentaron detenerla, encerrándola en una pequeña cárcel de hielo, el cual ella intentaba romper, pero era la fuerza de seis contra una.

—¿De verdad desterraste a tu hermana menor, solo por ayudarle a su mejor amigo con la chica que le gusta?—le pegunté a Lennox.

—Si, es traición.

—Pensé que solo eras mal príncipe, pero resulta que como rey y hermano eres peor—le boté la corona de la cabeza—¿Me vas a matar por haberte faltado el respeto?

Me miraba enojado, volví a sentarme y me vale mierda lo que haga o diga contra mi. El portal se abrió y Alek suspiró. Pero en ningún momento bajaron la cabeza.

Astra estaba llorando mientras le gritaba a su hermano. Pero era inútil, Lennox la miraba con altivez y grandeza, él no la iba a perdonar, solo iba a dejar que se humillara más.

—¡Hermano!—su grito hizo que sintiera lástima por ella, por un momento no vi a Astra, vi a Anna.

Me di cuenta de que yo jamás podría castigarla así.

Astra volvió a gritarle a su hermano, pero este solo la ignoraba. La miré y ya se había calmado, su mirada era diferente y había dejado de llorar, pero el resentimiento se le notaba a kilómetros.

En ese momento supe que ella ya había aceptado que él no la iba a perdonar. Por lo que se, ella siempre había admirado a Lennox, pero ahora, creo que es al que más odia.

Muy digna y con la cabeza en alto, se dejó quitar las esposas y dio un paso a través del portal. Ella y Aleksander desaparecieron. Liberaron a Scarlett la cual miraba con odio a Lennox y Salem estaba callado mientras miraba el piso, movía la pierna con rapidez.

—No hagas ninguna estupidez—le dije.

—Desterró a mi hermana....

—Lo sé, lo vi—suspiré—Si le haces algo, te va ir mal y lo sabes, déjalo pasar, ella misma se vengará de él.

—Tienes razón—me miró—Quizás no me caes tan mal como creí.

—¿Gracias?—miré a Lennox.

Este va a pagar muy caro, pero ni yo, ni Scarlett y mucho menos Salem vamos a hacer algo, ella misma lo va a hacer. Solo hay que dejar que se recupere de este golpe tan bajo que le han dado.

Ella lo va a destruir, de eso estoy seguro.

El castillo de CristalWo Geschichten leben. Entdecke jetzt