Epílogo

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Spryn se había llevado la copa del campeón, pues al parecer el destierro de la princesa les había traído suerte. Habían pasado ya tres meses desde que fue exiliada y aún, Lennox no puede dormir por las noches.

Tiene pesadillas horribles y la culpa lo carcome, pero su orgullo es más grande, no traerá a la princesa aún. Él se consideraba buen hermano, si tanto quería que estar con los mortales, él se lo concedió.

El odio de sus hermanos se había ganado, ninguno le hablaba, ni tan siquiera lo miraban. El embajador se mantenía al margen con el.

Los Bordelis estaban más contentos que nunca, pues según ellos se estaba cumpliendo. Pues solo ellos sabían la verdadera profecía y no los pedazos que les habían dicho a los demás.

Si, era verdad lo que ellos habían hablado, pero habían omitido cosas, es mejor así, porque muchos iban a querer cambiar lo que iba a pasar, pero de alguna o de otra forma igual se iba a cumplir.

Pues no se pueden cambiar las cosas del pasado y menos las del futuro, las cosas, pasan por algo. El universo y el destino, tienen mucho que ver.

De la princesa Astra, no se sabe nada, nadie sabe si sigue con vida o qué pasó con ella. Muchos aseguran haberla visto, otros dicen que se cambió el color de su cabello, otros dicen que murió.

Pero la verdad es que, nadie sabe realmente qué pasó con ella. Sea lo sea, se imaginan que está planeando su venganza contra su hermano, aunque creen que ya no lo considera como tal.

Un día, Lennox fue al territorio de los Bordelis para ver que iba a ser de él en un futuro cercano y al parecer no le gustó la idea.

—Joven Cavendish, que gusto tenerlo por aquí—Yus miró al rey.

—Quiero saber mi futuro—él se sentó en el cojín rojo.

—Lo que desee, majestad—Yus Bordeli sonrió y tomó la manos del rey.

Los ojos del hombre se pusieron totalmente blancos y su voz sonaba más grave y áspera.

Joven rey, haces que la gran profecía se cumpla, todo serán gozos y alegría, poder y dinero—Lennox sonrió—Pero todo tiene un precio, vendrán luchas y una gran guerra que te hará doblegarte, arrodillarte y agachar la cabeza, lucharás por tu corona y tu trono, pero será en vano.

»No puedes luchar contra una fuerza sobrenatural, no puedes domar los vientos, no puedes hacer crecer el fuego, no puedes aplacar las aguas y no puedes moldear la tierra. Un trono. Una corona. Un monarca.

Yus soltó las manos del rey, el cual estaba pálido y con los labios ligeramente fruncidos. Solo pensó en una cosa. "Deja que Astra se pudra en el mundo mortal"

Porque antes de amar a su hermana, ama su poder, su trono, su corona y eso no lo va a perder por nada del mundo. Así que si la deja en el mundo mortal, ella no podrá venir.

Salió del territorio de los Bordelis rumbo a su castillo, necesitaba pensar en muchas cosas antes de actuar.

Por otro lado. Salem planeaba cada noche en cómo matar a su hermano y Cassian lo detiene. En esos tres meses, Cassian, Salem y Scarlett se han hecho más unidos, ya no se caen tan mal como antes, pero siempre hay uno que otro chiste que hace que discutan. Scarlett les envía chocolates constantemente, mientras que Cassian se los come todos para no darle a Salem.

Quinet todos los días limpia la habitación de la princesa, con la esperanza de que regrese, Lennox no ha querido eliminar esos aposentos. Ni tan siquiera pasa por ahí. Ha quitado los cuadros familiares y el trono de su madre y hermana.

Como si ella, no hubiera existido nunca.

Los Bordelis están leyendo nuevamente la profecía, pues quieren saber si va a existir o no La reina maldita.

El castillo de CristalWhere stories live. Discover now