Parte 01

737 14 0
                                    

Terminé de limpiar mi habitación y me recosté en el centro de mi cama mirando hacia el foco encendido con mis brazos extendidos a mi costado.
Mi nombre es Aitana Pierce, tengo 20 años y vivo aún con mi padre Gael y su esposa Priscila, a la que cómodamente le puedo llamar mamá, influyó en mi educación desde que tengo uso de memoria, ella me ha educado como tendría que haberlo hecho mi madre biológica desde mi nacimiento, termine la preparatoria y decidí trabajar en una heladería que se encuentra cerca de mi casa, mi padre trabaja cómo agente de bienes raíces y le va muy bien ahí, gracias a eso y a su esfuerzo no nos ha faltado nada, mi madre es excelente cocinera y repostera, su sueño es tener un restaurante propio y meter algunas de sus recetas en el menú.
Tengo 2 mejores amigos, Dylan y Acacia, a él lo conocí hace un par de años cuándo recién iniciaba la preparatoria, me ayudó a estudiar una materia que me estaba causando demasiados problemas, sé que en algún momento llegó a sentir por mí algo más que un simple cariño amistoso, sin embargo, trate de hacerle entender que no buscaba nada más que eso, una amistad, por otra parte, a Acacia la conozco desde que estábamos en la preparatoria, solo conozco a sus padres y parece ser que les agrado, Dylan trabaja en un taller mecánico junto a su padre, y aunque algunos digan que es un trabajo muy bajo, pues no lo es, son muy populares por su gran desempeño, e incluso, tienen varios talleres esparcidos por la ciudad, Acacia trabaja en una tienda de perfumes y joyas, está reuniendo el dinero suficiente para regalarles un viaje a sus padres para su próximo aniversario de bodas, ella es una persona muy alegre, le encantan las fiestas, la música y bailar, me contagia con sus locuras y sus pensamientos fuera de la realidad, siempre que salgo a fiestas o antros, es ella quien está detrás de los planes, Dylan es arrastrado aunque no quiera hacerlo, siempre terminamos los 3 en el mismo lugar y no nos arrepentimos nunca de eso.
Sonaron suaves golpes del otro lado de la puerta, me levanté enseguida poniéndome las pantuflas que anteriormente había soltado y giró la esfera de la puerta, Priscila me sonrió del otro lado con ambas manos entrelazadas sobre su pecho.
Aitana: ¿qué pasa? ¿por qué tan risueña?- salí de mi habitación cerrando la puerta a mis espaldas, ella soltó un suspiro, parecía estar ansiosa.- oh vamos, me estás asustando.
Priscila.- tu padre me dijo que esperará para decírtelo pero ya no puedo soportarlo más.- su voz tendía a ser muy suave, pero cuándo estaba emocionada se volvía cómo un pequeño ratoncillo ruidoso.- hoy por la mañana me llamó para decirme que había llegado un inmueble por así decirlo y es precisamente de una persona que quiere vender un restaurante, lo está dejando en manos de la agencia pero parece ser que Gael tiene planes de comprarlo.- me tomó de los hombros mientras daba pequeños saltos, me emocioné también al ver su entusiasmo, ambas queríamos gritar hasta hacer que las ventanas temblaran, sin embargo, intentamos controlarnos.
Aitana: esto es demasiado emocionante, por fin tendrás la oportunidad de mostrarle al mundo tus recetas exquisitas.- ella asintió cubriéndose sus labios con ambas manos y controlando las lágrimas que se acumulaban en sus ojos.- aunque papá tendría que haber organizado una cena romántica y darte la sorpresa, es muy poco inteligente.
Priscila.- quizás...- guardamos silencio por unos segundos y después regresamos a nuestra emoción, ella era mi cómplice y yo era la suya, teníamos peleas y algunas veces prefería encerrarme en mi habitación por orgullo, pero al final, siempre estamos una para la otra.- te preparé huevos revueltos y pan tostado con mantequilla derretida, te esperaré abajo.
Aitana: muchas gracias, estaré ahí en un momento.- ella asintió y soltó mi mano, detuvo su caminar mientras chasqueaba sus dedos.
Priscila: recuerda hacerte la sorprendida cuándo tu padre nos dé la noticia, ¿de acuerdo?- me coloque recta con la mano en la frente, así cómo lo hacen los militares, ella me sonrió y bajo las escaleras mientras tomaba el dobladillo de su vestido blanco.
Entre nuevamente a mi habitación y me senté frente a mi tocador para cepillarme el cabello y colocarme una diadema.
Se podría decir que soy igual de divertida que Acacia, pero quizás podría sonar exagerada, me gusta divertirme, bailar y disfrutar de la compañía de mis amigos, quizás puedo tomar un poco de alcohol pero jamás me he embriagado ya que siempre soy yo quien termina conduciendo a casa con sus amigos ebrios en la parte trasera.
Del amor no puedo hablar mucho, solo he tenido un novio, David, me trató bonito los primeros meses, hasta que llegó el momento que tanto temía, él me pidió tener relaciones cuándo cumplimos el año de ser pareja, me ví presionada porque sentía que de esa manera él no dejaría de amarme y que incluso nuestro noviazgo se fortalecería más, no fue cómo yo esperaba, solo estuvimos juntos un par de semanas más y después él terminó conmigo porque no estaba listo para tener una relación, días después me enteré de que me había sido infiel y por esa razón me había terminado.
No espero un amor cómo en los cuentos de hadas, pero si que me quieran bonito.

Feliz año nuevo a todas las personas que se han tomado el tiempo de leer cada una de mis historias, espero que este 2023 sea mágico para cada una de ustedes y que sea mucho mejor que todos los años anteriores, deseo que tengan mucha salud al igual que todos los seres a los que aman, que tengan estabilidad emocional (lo más importante), que tengan estabilidad económica, sean felices cada día y tengan demasiados logros, gracias por acompañarme, disfruten esta historia.♡

                                             ~I.V ✿

I'M YOURS Where stories live. Discover now