Dragon Ball Super: Capítulo 76

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"Reencuentro"


El lugar en donde se encontraba uno de los últimos asentamientos humanos que quedaban en el mundo, era deplorable.

En el espacio, habían soldados descansando, conversando y otros tirados en el suelo mientras agonizaban por algún tipo de enfermedad o herida que no podían curar por la falta de medicamentos. Solo estaba iluminado por unos cuantos barriles que desprendían llamas, los cuales a su vez, también proporcionaba calor a los que habitaban el lugar.

Cuando Trunks y Gine estaban bajando los últimos escalones, pudieron apreciar a una joven de cabello lacio y negro que estaba arrodillada mientras vendaba a uno de los soldados heridos de la resistencia.

– ¡Mai! – dijeron los dos saiyajin más jóvenes al mismo tiempo, logrando obtener la atención de la recién nombrada, que se levantaba y giraba para asegurarse de que había escuchado esas dos voces y su cerebro no le estaba haciendo una mala pasada.

– Son ustedes... Gine, Trunks.

Ambas pelinegras avanzaron corriendo para encontrarse frente a frente y abrazarse con fuerza, Trunks llegó después y se unió a ellas.

– Mai, yo creí... – dio un respiro. Realmente la saiyajin no debía hacer mucho esfuerzo físico, ni siquiera correr – Creí que habías muerto a manos de Black.

– Que bueno que no te paso nada. – Trunks le extendió su gorro de color verde.

– Eso es lo que les suelo decir a ustedes, chicos. – dijo con una sonrisa llena de felicidad por ver a sus dos amigos a salvo.

– Estábamos muy preocupados por ti. – colocó una mano sobre el hombro de su amiga, la cual era amenazada con las ganas de llorar.

¿Por qué estaba tan sensible?

Mai rio levemente – Eso también les suelo decir yo.

Mientras Gine entre sollozos le decía a su amiga la inmensa alegría que le daba que ella estuviera con vida luego de aquella explosión contra Black, Trunks trataba de tranquilizarla y entender el porqué se había puesto tan sensible. Se le ocurrieron tres hipótesis, aunque la última era menos factible y la desechó al instante.

– Ya no llores Gine, ella está bien.

– No deberías desperdiciar tus lágrimas. Bienvenidos de nuevo chicos.

– Gracias. – dijeron ambos.

Luego de aquel reencuentro tan emotivo, protagonizado por aquel trío de amigos, los cuatro saiyajin, junto a la terrícola y a los dos soldados, se encaminaron por un oscuro pasillo que solo era alumbrado por una linterna que poseía Mai.

Gine miraba hacia todos lados —aunque no se viera nada por la oscuridad— con curiosidad y algo de preocupación, pues no eran condiciones para que alguien viviera en ese lugar.

– Así que esta es la nueva base. – comentó Trunks.

Mai asintió en aprobación – Después de despertar pude tener contacto con el ejército de resistencia, y me enteré de que Black atacó nuestra base.

Llegaron hacia un pequeño muro que estaba hecho de cajas y madera, con una cortina simulando ser una puerta.

– Con que protegiste a todos. – habló Gine.

– ¿Proteger? – abrió la cortinas.

Y al igual que el lugar en donde estaban antes, habían personas descansando, enfermas y otros tratando de calentarse con el fuego. Sin embargo, había algo diferente.

Una Guerrera - Son Gine Where stories live. Discover now