Dragon Ball Super: Capítulo 71

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"Un futuro diferente"

Antes de llegar a Corporación Cápsula, se tomó un tiempo para tranquilizar todas las emociones y sentimientos que tenía en ese momento.

Ya más tranquila, se adentró al lugar. No quiso molestar a Bulma al saber que probablemente estaría ocupada trabajando en la máquina del tiempo, por lo que siguió su camino hasta su habitación temporal.

Al llegar a la última vuelta de aquel pasadizo, se encontró con el príncipe de su raza. Por la sorpresa y el manejo de nervios que se traía desde que salió del hospital, el papel que traía en manos se le cayó. Rápidamente se inclinó para recogerlo y seguir con su camino, sintiendo la atenta y fruncida mirada del saiyajin mayor que ella.

Dejó el papel en la pequeña mesa de noche que había al costado de la cama, recogió una chaqueta que le había dado Bulma y se dirigió nuevamente a la salida.

Una vez afuera, se encontró con su versión joven sentada esperándola, mientras jugaba con una pequeña piedra que había en el piso.

– ¡Hola yo grandota! – saludó, una vez que sintió la presencia de la joven del futuro, con una sonrisa encantadora, o al menos, así era ante los ojos de la mayor.

– Hola. – saludó lo más amena que pudo.

– Bien, ¿nos vamos? – preguntó inclinando un poco la cabeza. La joven del futuro se le vino al instante la imagen de su padre. Por más que fisicamente no se pareciera tanto a su progenitor, tenía varios gestos parecidos a Goku. Como la forma de sonreír y de ser, eran muy similares.

– Sí, andando. – dijo asintiendo.

Ambas emprendieron vuelo hacia la montaña Paozu.

Cuando Gine del futuro empezó a visualizar desde las alturas aquella casa en la que había pasado su infancia y adolescencia, su mente fue invadida por muchos recuerdos. Ya estando frente a la puerta, le comenzaron a sudar las manos por los nervios. Tenía muchas ganas de volver a ver a su madre.

– ¡Mamá ya llegué! – alzó la voz la menor al abrir la puerta y pasar por el marco de esta.

– ¡SON GINE! ¡¿Qué se supone que has estado haciendo todo este rato?! Te dije que volvieras- – se detuvo al ver quien estaba al lado de la menor.

Al ver a la mayor se quedó asombrada.

– H-hola mamá. – tartamudeó nerviosa.

– ¡Gine! – corrió para abrazar a la mayor con fuerza.

– Ma-mamá n-no res-respiro. – dijo al sentir la falta de aire. Su versión joven veía con diversión la escena.

– Perdón. – dijo al separarse – Me alegro que estés aquí. Ven a sentarte.

[...]

Luego de que Milk cocinara, en menos de una hora, diversos platillos exquisitos, ahora se encontraban en la mesa sentados mientras observaban la expresión de Goten.

– ¿Tú... tú eres ella? – preguntó sin cambiar su expresión.

– Sí, así es pequeño Goten. – sonrió la saiyajin mayor.

La menor miraba con los brazos cruzados a su mellizo y una expresión seria – ¿Por qué? ¿Algún problema tonto?

– ¡Pues sí! ¡Porque tú eres una fea y ella es muy bonita! – le exclamó a su hermana.

– ¡¿A quién le has dicho fea, menso?! – se abalanzó sobre él mientras se daban algunos golpes no muy fuertes.

– ¡Basta! – alzó la voz Milk y al instante los mellizos se detuvieron y se volvieron a sentar como un par de angelitos. La mayor suspiró – Lamento que hayas visto eso, los dos son bastante... – buscó una palabra observando de reojo a sus dos menores hijos, lo cuales no se dieron cuenta y se sacaban la lengua mutuamente – ... inquietos.

Una Guerrera - Son Gine Where stories live. Discover now