Una Guerrera - Son Gine

36: "La habitación del tiempo"

– Ya mate a todos los terrícolas, estoy listo para pelear. Quiero verlos de inmediato.

– Muy bien, pero dame tiempo para preparar todo para la pelea, dos horas serán suficientes, no, solo una.

– ¿Mhm? Dijiste una hora, ¿Y cuanto tiempo es eso?

Piccolo apareció en sus manos un reloj de arena bastante grande y lo apoyó en el piso. – Hasta que la arena de este reloj pase al otro lado.

Majin Boo se acercó al reloj y observó – ¡No quiero!

– Vamos a esperar una hora, no es mucho. – se oyó la voz de Videl – Te aseguro que ni Goten, ni Trunks van a escapar, no son unas gallinas.

– ¡Eres una insolente! – apunto a Videl para lanzarle un poder y matarla.

– ¡Espera! Ella es la hija de Míster Satan y te está pidiendo solo una hora. – intervino Piccolo.

– Es verdad, sus rasgos se parecen mucho. – Gine al oír esto su cara reflejó un poco de confusión – Esperaré ese tiempo, pero cuando termine acabaré con todos, no importa que sea su hija. – el monstruo se sentó frente al reloj y observó el reloj.

Piccolo se giró a ver a Gine y se agachó hasta su altura. – Gine, quédate junto a Dende, en cualquier caso de emergencia defiendolo con tu vida, si a él le sucede algo malo, no tendremos forma de reparar todo.

– Sí señor Piccolo, cuente conmigo. – se colocó junto a Kamisama y estaba alerta, reviso si tenía aún la medicina y efectivamente aún la traía con ella.

[...]

Piccolo, Dende, Gine y Míster Popo, se dirigieron hacia donde se encontraba Krilin con los otros dos menores.

– Oye, ¿Ese es Majin Boo? – cuestionó Trunks viendo desde arriba aquel monstruo que observaba el reloj.

– Se ve que ya cambió su aparencia. – comentó Goten a su hermana que se encontraba a su lado.

– Y no solamente en lo físico, Majin Boo ha cambiado en su totalidad, ha superado sus poderes. – les informó Piccolo.

– Ya veo... – dijeron ambos al unísono.

– Espero que ahora entiendan, es hora de entrar a la habitación del tiempo para que entrenen, un minuto dentro de esa habitación son 6 horas reales, aprovenchenlas.

Gine volteó una vez más hacia el monstruo y pudo ver a su mamá acercarse a Majin Boo. – ¡Mi mamá va con Majin Boo!

– ¡¿Qué? – se acercó Goten y los demás.

– Pero ¿Qué piensa hacer? Es una tonta. – murmuró Piccolo.

Milk se acercó y le dio una cachetada al de piel rosa, diciéndole que él había matado a su hijo mayor y que era un sinvergüenza. Majin Boo le lanzó un poder con su antena, convirtiéndola así en huevo y luego pisarla.

– Ma-mamá – musitó Gine, mientras Goten gritó.

Ambos se subieron al borde de la plataforma con los ojos llorosos. A Gine no tardaron en salirse una que otra lágrima, de la impotencia se convirtió en super saiyajin y su hermano solo miraba con odio a Majin Boo.

– Ma-maldito, me las pagará. – susurro Goten.

– Espera Gine. – la detuvo Piccolo, pero Goten también estaba dispuesto a ir – Sí van todos nuestros esfuerzos serán en vano, Gine necesito que te quedes junto a Dende por cualquier cosa.