Dragon Ball Super: Capítulo 66

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"Futuro"

Ambos jóvenes se encontraban corriendo, tratando de huir de aquel monstruo que los había atormentando desde hace un año.

Al verlo que se estaba acercando, el de pelo azul jaló del brazo de su compañera para ocultarse detrás de una de las paredes que aún estaba de pie, quedando recostada en el pecho de aquel joven que veía con mucho cuidado donde estaba el individuo.

Un rato después, diversas explosiones se vieron y se escucharon muy cerca de ellos. Los estaba buscando. Luego de ver que se iba, ambos decidieron salir de aquel escondite e irse.

Ya estando frente a la puerta, la pelinegra se agachó y apoyó sus manos en las rodillas mientras trataba de calmar su agitada respiración. Si él los hubiera encontrado toda esperanza que quedaba habría sido aplastada.

– Al fin llegamos. – afirmó la pelinegra sonriendo de lado.

Cuando entraron pudieron escuchar el sonido de aquella máquina que estaba generando su última esperanza.

– Mamá... – habló y aquella científica se dio vuelta para ver a su hijo.

– Trunks, hijo. – miró a la pelinegra – Gine. – ambos sonrieron y bajaron los peldaños de la escalera que había en el lugar – Ay, que bueno que están bien.

– Así es, que bueno que usted también esté bien, señora Bulma. – su mirada se fijó en aquella sustancia azul que se encontraba en un cilindro – ¿Uhm? – musitó.

– Con esto podrán hacer el viaje. – comentó.

– ¿Sólo esto en un año? – dijo algo sorprendido y desilusionado el joven de cabellos azules.

– No pongan esa cara, con que puedan ir, estarán perfectos.

– Pero si solo es de ida, ¿Entonces después...? – formuló Gine.

– Les aseguro que podrán regresar, aunque es algo riesgoso. – dijo con una sonrisa.

– Has estado aquí metida no sé cuantas horas, descansa un poco. – le aconsejó a su madre.

– Hijo no te preocupes por mí, acabaremos rápido. – tecleó algo en su maquina, haciendo que la tapa del envase cilíndrico se cierre – Hay que llevar rápido esto a la Corporación Cápsula a la brevedad.

– Nosostros lo llevaremos, usted trate de descansar un poco Bulma. No ha dormido nada, ¿Verdad?

– No, pero debo ir con ustedes, no saben lo que podría pasar. Si llegarán a ir solos y el los atacara o si llegara a destruir esto. – sacó el envase – Todo el trabajo de un año sería un verdadero desperdicio.

– Sí, lo comprendo. – dijo Trunks.

– Y otra cosa chicos, recuerden todas las vidas que se perdieron para obtener esta valiosa energía, nunca lo olviden. – ambos asintieron con decisión – Aunque tengan que sacrificarlo todo, recuerden que tienen una misión, porque ustedes son la esperanza de todos.

– Sí.

– Bueno, vayamos, Mai nos espera. – Bulma cerró el envase y apareció una capa negra a su alrededor, mientras Gine sólo apartó la mirada luego de las palabras y se dirigió a la puerta.

Una Guerrera - Son Gine Where stories live. Discover now