34: "¿Gotenks o Truten?"

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Los tres niños se encontraban dormidos plácidamente. Trunks estaba al borde de la cama, Gine estaba boca abajo y su hermano, que estaba a su costado, estaba al otro lado de la cama que daba para la cama en la dormía Trunks.

– ¡Ya despierten! ¡¿Cuánto tiempo más van a estar dormidotes?! – entró Piccolo enojado al ver que los dos niños habían estado durmiendo por bastante tiempo.

Trunks cayó en el pequeño espacio que separaba las camas y Goten se sentó en el borde de su lado. Al querer ambos levantarse chocaron sus cabezas, y por el chillido que hizo su hermano Gine se levantó somnolienta.

– ¡Vayan y lavense esa cara, desayunen algo para después continuar con el entrenamiento! ¡¿Quedó claro?!

– Sí... – dijeron los tres.

– ¿Y a mi porqué me levantan? Yo no soy la que tiene que entrenar. – se quejó Gine por lo bajo.

Gine se levantó de la cama y se estiró, mientras su hermano y amigo volvieron a caer rendidos a la cama.

– ¡Pongan atención! Tienen que perfeccionar la técnica de la fusión, después de haber practicado este día. – hablaba Piccolo mientras les daba la espalda a los tres niños. – ¡Necesito que utilicen toda su energía! – al voltearse y solo ver a Gine parada, recurrió a golpear a los dos menores en sus mejillas para que se despierten. – ¡Par de sabandijas dormilonas, levántense!

– No tenía porqué golpearnos. – se quejó el peli-lila, mientras ambos se agarraban la zona afectada.

– Ustedes no saben en la situación tan peligrosa que nos encontramos, tomen en cuenta que ¡ustedes son los únicos que pueden salvar la Tierra! ¡Sean más responsables! – cruzó sus brazos – Muy bien, continuemos con el entrenamiento. – Goten levantó la mano.

– Tengo una duda.

– ¿Qué?

– ¿Por qué Gine no entrena también? No es justo. – bufo el pelinegro.

– Porque ella recién se está recuperando de su enfermedad. – Gine le saco la lengua a su hermano en forma de burla. Trunks también levantó una mano.

– Yo también tengo una duda.

– ¿Cuál?

– Está bien, seguiremos con el entrenamiento, pero queremos que nos vuelva a mostrar los pasos de la fusión.

– ¡¿Qué?!

– Solo hemos tenido la oportunidad de verla una sola vez y si quieren que la perfeccionemos, pues enseñenosla.

– Trunks tiene razón, si no nos muestra de nuevo los pasos no podremos memorizar totalmente. – apoyó su amigo.

– ¿Sí? – pidieron ambos y a Piccolo no le quedó de otra que hacerlo.

– Krilin, ayúdame.

– ¿Qué yo que?

– Se supone que ayer también tuviste la oportunidad de ver esos pasos y aún los recuerdas.

– Ah sí,  claro que sí, pero yo no fui el único que estuvo aquí observándolos, ¿Por qué no le dices a los demás? – al darse vuelta ya no había nadie, se había quedado solo. – ¿En donde están? ¡Salgan, no sean cobardes!

– ¡Krilin! – gritó Piccolo.

– Esta bien Piccolo lo haré, pero eso es lo único que quieres ¿Verdad? – accedió resignado.

Los dos niños se miraron en complicidad y sonrieron satisfechos.

...

– Niños, más vale que observen esto con atención.

Una Guerrera - Son Gine Donde viven las historias. Descúbrelo ahora