Temporada 3 capítulo 8 M.E

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Estaba nervioso, las manos me sudaban y mis ganas de comerme mi polera me estaban matando.

¿Por qué demonios se me olvidó mi collar para morder?

No quería estar ahí, eso era un hecho. Pero si esta tortura me permite proteger al líder, tengo seguridad de que aguantaré lo que deba.

-Entonces, ¿Por qué no estás de acuerdo con el líder? -cuestionó la de pelo rosa frente a mí.

Vamos, respira, recuerda el ensayo...

-Este sitio es una cárcel, nadie me preguntó si quería formar parte de esta ciudad, solo me arrastraron -mentí.

Bueno, supuestamente eso es lo que dice la señorita Tamari a sus compañeros de recuperación, al menos eso antes de que la aislaran.

-¿Por qué no te controla como a los demás? -preguntó un sujeto de cabello plateado.

Porque la segunda voz no está hecha para controlar, solamente nota tantos detalles que te dice quién es un oponente o si es muy hábil para tí, eso incluye si es un buen líder. Y Tn cumple con las dos últimas.

-Yo iba a ser una de las siguientes generaciones de parejas fundadoras, por lo que no tengo una segunda voz -"aclaré".

¿Crees que se lo vayan a tragar?

Recuerda lo que hablamos, debes mantenerte en silencio a menos que vaya a cometer un error.

-¿Sin una segunda voz? -se extraño un señor de pelo blanco y vestimenta verde con rojo.

-Lo leí en uno de los libros de "ya sabes quién", hay algunos que nacen sin segunda voz y esos son los que se harán parte de las parejas -afirmó la de pelo rosa.

-Bien... -aceptó el plateado -síguenos.

Caminamos por toda la ciudad hasta llegar a la casa 265890.

-¿Cómo hicieron para que la casa no se hundiera? -pregunté extrañado.

-Ah, yo la reclamé, pero luego me enteré que mi compañero ya había reclamado otra, así que esta la dejamos sin usar -respondió el anciano.

¿Quién llama a su pareja o amigo "compañero"? Digo, si vas a vivir con él es porque es alguno, ¿No?

-No sienta vergüenza -comenté y me quedó mirando raro.

Entramos a la casa, estaba tal y como se suelen entregar, solo que con las cortinas cerradas.

Como se nota que ellos son los invitados y no han visto lo que se tiene que hacer para conseguir toda la energía que desperdician en ampolletas encendidas en pleno día.

-Bien, ¿Cuál es el plan? -pregunté.

-Aún no, nos vamos a reunir con los demás en dos días aquí al medio día -comentó la de pelo rosa -te queríamos mostrar dónde para que pudieras llegar.

-¿Van a haber tantas personas en esta casa? -pregunté "preocupándome del espacio", aunque realmente quería saber si una redada iba a acabar con todo esto o no.

-Claro que no, vamos a ser unos pocos, los demás esperarán instrucciones -decretó el que tapa su ojo.

-Bien, ya decía que era poco espacio e iba a ser difícil hablar -"suspiré con alivio" -¡Hasta entonces!

Salí de la casa y fuí al restaurante, era claro que uno de ellos me iba a seguir.

Casi me atraganto cuando el líder entró con sus parejas.

Por favor que no me venga a saludar.

Para mí suerte no lo hizo y luego de comer un poco se fue.

Yo me quedé ahí un rato más para después ir a la casa que me prestaron para no poner en riesgo a mamá ni mis propios datos.

Entré e hice todo como normalmente lo haría una persona. Espero que estos días sean suficientes para engañarlos, quiero estar el menor tiempo posible.

Volvemos a nuestro narrador oficial.

Estábamos ya en el parque mientras los cachorros jugaban. Por primera vez en mucho tiempo me sentía capaz de respirar profundo.

Los cuerpos que tratas de dejar atrás también podían respirar profundo, claro, eso antes de tí.

Ahí se acabó toda mi relajación.

Abracé a mi novio más cercano y enterré mi cabeza en su espalda.

-¿Estás bien?

-¿Te pasó algo?

-¿Tienes frío?

Esas son algunas de las preguntas que pude distinguir entre todos.

-Estoy bien, solo... -volví a respirar, pero está vez para no llorar -...solo quería un abrazo.

Luego de unos segundos todos me abrazaron fuertemente, pero sin llegar a aplastarme.

Se sentía tan cálido.

-Ya hemos estado un largo rato aquí, ¿Les parece ir a casa a poner una película? -propuso Gaara.

-El primero en llegar escoge -declaró Naruto siendo seguido por Lee reclamando sobre la salida temprana de este.

-Solo espero que ninguno ponga una película infantil -pidió Sasuke.

-La última vez que Naruto escogió puso Trolls, es mejor que Lee gane -afirmó Neji.

-Pero Lee puso Karate Kid -reclamó Sasuke -no es una película para verla 30 veces y la anterior fue la 29.

Yo caminaba junto con Shino unos metros más atrás para ayudarle a poner los insectos devuelta.

-¿Tu segunda voz te sigue molestando? -preguntó llamando mi atención.

-Sí, pero no está tan mal -traté de tranquilizarlo.

-Si necesitas que alguien te escuche, siempre me lo puedes pedir a mí -ofreció para volver al silencio de antes.

Le dí un corto, pero sentimental beso mientras aún sostenía los insectos.

-Muchas gracias por todo -le sonreí.

Una vez todos los insectos estuvieron bien alcanzamos a los demás que ya casi llegaban a nuestro hogar.

-¡Tn! -escuché a Naruto salir a abrazarme -Lee hizo trampa.

-No es cierto -llegó el nombrado.

-Estoy seguro que no haría trampa a propósito -aseguré -¿Qué pasó?

-Me reclamó tanto que yo había salido antes que paré, pero él había ido por otra calle y me adelantó -reclamó.

-Entonces no lo hizo a propósito si no te veía, no podía saber que paraste -dejé en claro -hagan una carrera hasta el poste de allá, yo doy la partida y nadie se queja.

Ambos aceptaron, pero al final ganó Lee.

-Es momento de que veamos la mejor película de karate -declaró entrando a ponerla.

-30 -pude escuchar a Sasuke.

Al entrar nos arreglamos para estar cómodos, hicimos palomitas y nos repartimos las mantas.

Tengo que agradecer a Carl por regalarnos este sillón especial para que entremos todos y posibles visitas. Realmente es enorme.

A la mitad de la película pude escuchar a uno durmiendo, lo que me causó cierta gracia.

¡Hola!

Espero que se encuentren lo mejor posible y que les haya gustado el capítulo.

Ya no pondré las canciones arriba porque por algún motivo yo las veo al escribir, pero no se ven al leer. Me disculpo si eso les gustaba.

¡Nos leemos luego!

Una luz de esperanzaWhere stories live. Discover now