Temporada 2 capítulo 14 E

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Luego de esa peculiar presentación nos subimos a la balsa que parecía hecha de algún metal.

-No se preocupen, es Carburo de hafnio, se funde a los 3.953°C. La lava solo está entre los 700°C y los 1200°C -trató de tranquilizarnos.

Yo creo que el mayor problema es que no tiene techo.

El río comenzó a arrastrarnos adentro del volcán e instintivamente abracé a Tn, quién se sentaba frente a mí.

La bajada no se hizo esperar, pero dejé de prestarle atención cuando alcé la vista. El cielo se tornaba oscuro avivando los colores de la ciudad mientras estos comenzaban a cambiar.

Como si de una ilusión se tratara los colores de los edificios se transformaban del rojo anaranjado a tonos azules, verdes, morados e incluso como la plata.

Otros se volvían enteramente rojos o con algunos pisos de color naranja y amarillo.

El cielo perdía rápidamente sus estrellas para hacer relucir el brillo de la ciudad misma.

Las casas que pasábamos al descender se encendían de colores intensos.

Cuando volví a mirar la ciudad a la que descendíamos como un todo... Era algo genuinamente hermoso, todos esos colores brillantes iluminando la oscuridad y resaltando cada uno a su manera.

No sabía si mis ojos habían empezado a lagrimear por la caída o el paisaje.

Realmente me siento culpable de que Tn se esté perdiendo de algo tan increíble.

Al caer en el río de lava abajo de todo nos sumergimos antes de volver a salir sorprendiéndome el hecho que no nos quemamos.

-¿Les gustó? -preguntó la chica mientras seguíamos navegando -cuando añades distintas sales o cosas como el cobre, estroncio, aluminio, magnesio y titanio se pueden cambiar los colores del fuego.

-Es asombroso -me límite a decir, no sabría cómo más describir aquella vista.

-¿Verdad? Desde que se descubrió la ciudad cambia de colores cada noche -ojalá pudiéramos hacer algo así...

-¿Todo bien? -le pregunté al chico acurrucado en mis brazos.

Su cabeza estaba mirando arriba, pero él no podía.

-Todo bien, solo... Suena como algo digno de ver -comentó algo triste.

Lo abracé más contra mí, debo tener cuidado con esos comentarios. Sobretodo ahora que es algo bastante fresco.

Cascadas de lava bajaban por los bordes desde conjuntos de casas.

No había notado que sujetaba la mano del chico hasta que al empezar a subir me dificultó sostenerme.

Una vez arriba pude observar la ciudad, realmente debe ser increíble ser capaz de ver esto todas las noches.

Atracamos la balsa y ayudé al ser más dulce a bajar con cuidado.

-¡Chicas! -salió un grupo de 3, una chica y dos niños claramente más pequeño que "nuestra guía".

Incluso la chica traía a uno en brazos.

-Nan va a volver en una hora, surgió un "problema" -avisó la con el pequeño en brazos -¿Ellos son...?

-Turistas, de la ciudad del agua, sé que él se encarga de estás cosas y nosotras...

-Está bien. Pidió que cenarámos, tenemos escuela mañana -anunció -tienen suerte que hice comida de más.

-¿Por qué hiciste comida de más? -cuestionó Tn.

Una luz de esperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora