Una luz de esperanza

Capítulo 29

La ciudad era hermosa, me dió un recorrido por todos lados, los edificios están hechos de ese material por el simple hecho de que es de los más difíciles de controlar, por lo que si sucede algún problema no los podrán derribar para lastimar a nadie.

-Ya es momento de ir a casa, ha sido un largo día -suspiró.

-¿Cuándo vamos a ir a ver a los humanos? -pregunté.

-Mañana, ahora el departamento de investigación debe estar haciendo algunas pruebas por si portan enfermedades, o conociendo a Miraiya, una que otra prueba de morfología para actualizar los libros -explicó.

Por favor que las pruebas no sean invasivas o terribles.

Llegamos a una residencia bastante elegante, aunque todo da esa impresión por el material.

-Papá, ya llegué, y me... -Hirashi no logro terminar ya que un plato salió disparado hacia nosotros. Lo bueno es que reaccionó rápido e interpuso un escudo de piedra.

-¡Tú! -me señaló un señor de barba larga -¡¿Qué mierda haces aquí?! ¡Le había dicho a Mikaela que si volvía a verte te mataría! -me advirtió tomando otro plato.

¿Qué?

-¡Papá! ¿Qué crees que haces? -se interpuso Hira -es mi primo, tú sobrino. ¡Ni siquiera se piensa en hacerle daño!

-No es familia, es un mounstro antinatural que trae devastación -me inculpó.

-No entiendo a qué se refiere -le informé.

-¿"No entiendo a qué se refiere"? -repitió burlón -¡Tú eres el culpable de que Cinla muriera! Tu sola presencia la enfermó hasta morir en menos de una semana -declaró.

-Realmente no sé de qué me está hablando -le respondí ya asustado por la actitud agresiva que estaba tomando. Al parecer Hirashi también se asustó ya que lo escuché tragar saliva.

Movió de un empujón a Hira, yo estaba congelado del miedo, me tomó del cuello y me levantó para luego estamparme en la puerta.

-Eres un error -susurró causando que me recorriera un escalofrío -no eres natural, eres un experimento, primero esos ojos mal formados y ahora fuiste contra tu castigo de ceguera... No me sorprendería que por tí tus madres murieran, no, todo el pueblo va a morir por tenerte cerca. Después de todo una ya murió.

Comencé a temblar. ¿Todo era mi culpa después de todo? ¿Orochimaru no se equivocó?

Estaba tan metido en mis pensamientos que me sorprendió cuando una lámina de piedra envolvió a mi tío y me soltó.

Caí al piso, pero no era capaz de moverme.

Hira tomó mi brazo y me arrastró fuera de su casa.

-Después de todo no creo que te puedas quedar aquí, pero no te preocupes, tengo otro lugar en el que puedes estar y no habrá ningún problema -había determinación en su voz, pero no era capaz de procesar lo que decía -¿Tn?

Paró en seco y me miró fijamente.

-¿Qué te dijo? -preguntó, pero no respondí -lo que sea que haya dicho, no le hagas caso. De forma irónica se fue al extremo del centro.

Giré levemente la cabeza para darle a entender que no sabía cómo eso era posible.

-"Cualquier extremo es malo, todo se basa en un perfecto balance cósmico y los malestares son causados cuando pierdes el equilibrio". Toda nuestra cultura se basa en no ser extremistas y mantener nuestra vida balanceada, pero, desde que murió mi mamá... -suspiró -se fue al extremo de eso, incluso si estornudo significa que hice algo malo y es algún "castigo cósmico".

Asentí, aún no me animaba a hablar. Puede que desde su perspectiva, es exageración, pero eso es lo pasó precisamente. Realmente fue mi culpa.

Hirashi me siguió arrastrando hasta llegar a un edificio bastante grande, lo reconocí por ser el mismo en el que dejamos a mis amigos.

Nos detuvimos frente a una puerta que tenía las iniciales "L.I.D".

-No te asustes, Miraiya puede ser algo intensa, pero trabaja aquí día y noche, es amable y muy linda persona -me estoy asustando.

Abrió la puerta y me empujó dentro.

Una chica despeinada con lentes protectores y un mechón azul dió un pequeño grito.

-¡Te amo Hirashi! -se acercó y comenzó a revisar mis oídos y ojos -otro sujeto.

-Es mi primo, Tn, de la aldea del agua 506 -me presentó.

-¡¿Del agua?! -la chica se dió vuelta y sacó una pasta rosa.

-¿Qué planeas hacer con eso? -le pregunté asustado.

-Dí "ah" -me lo acercó, cerré la boca lo más fuerte que pude. Al notar mi negación me pisó, el taco de su zapato dolió muchísimo.

-¡Oye! -me quejé y me metió la pasta en la boca. Daba mucho asco.

-¡No vayas a abrirla! -advirtió. Se volvió a acercar y comenzó a medir mis brazos.

Hira solo se reía por mi expresión molesta.

Al fin me quitó la pasta, y la puso en un artefacto raro poniéndose guantes.

-¡¿Qué crees que haces?! -le reclamé, pero antes de cerrar la mandíbula la tiró para abajo con la mano con el guante.

-Es curioso, en el libro más actual de esa aldea muestra que su dieta se basa en pescados y pequeños animales de la zona, pero sus colmillos son iguales a los nuestros, siendo que todo lo que consumimos viene de un invernadero por la falta de animales -observaba mis dientes.

-Mira, te lo dejaré un tiempo, no lo vayas a ahogar el primer día -le tomó la muñeca quitando su mano de mi boca.

-¿Se va a quedar aquí? -cuestionó -¿Tú papá enloqueció otra vez?

-Bastante, yo también me quedaré por hoy -le informó.

-Bien, siempre me viene fenomenal la ayuda extra, incluso podrían revisar conmigo a los humanos que trajiste más temprano -señaló una pantalla en dónde se lograban ver a mis amigos -al parecer en los humanos es común tener una especie de tatuajes y lunares extraños, su registro médico va a llegar mañana en la mañana y está noche debo elaborar el gas que me pidieron.

-Todo esto es tan nuevo... -comenté en voz baja admirando la tecnología del cuarto.

-Es natural, estamos en el Laboratorio de Investigación y Desarrollo -explicó -pero si eres del agua debes estar muy atrasado, hemos tratado de contactarlos desde hace tiempo para mandarle avances, pero no han respondido ni una carta de hace años...

-Es que... Estamos bastante ocupados ya que por lo de Orochimaru hay muchos ninjas por la zona -me escusé.

-¿Ninjas? -cuestionó.

-¡Humanos! Ellos se llaman así -me escusé rápidamente.