Temporada 2 capítulo 1

283 43 2
                                    

Acababa de salir de la sala de interrogatorios... Nada. Me dejé caer en un asiento suspirando.

¡Absolutamente nada daba una pista de que ellos iban a lastimar a mis pequeños! Les he interrogado todos los días las últimas 3 semanas, ni sus voces tiritan.

-Si no han dado pistas de ocultar algo en ninguna de tus visitas, tal vez es porque no tienen nada que ocultar -razonó Sasuke.

-Pero si no tienen nada que ocultar significa que los pequeños se pueden ir con ellos -señalé preocupado.

-Has estado con ellos los últimos dos años día y noche, ya es momento que vuelvan a sus casas -lo peor es que sabía que tenía razón...

-Lord Hokage, los dispositivos que pidió a Suna llegaron -avisó un ambu para dejarme la caja e irse.

...pero tampoco los dejaría sin un apoyo.

-¿Pediste artefactos? -cuestionó mi acompañante.

-No voy a permitir que les vuelvan a dañar, esto comunica directamente conmigo, cada uno va a recibir uno para informarme cualquier situación -expliqué.

-Pensé de que irías todas las semanas a jugar con ellos -mencionó dudoso.

-También, pero si no puedo o si pasa algo entre que voy quiero que puedan comunicarse conmigo -dí a entender mi perspectiva.

-Entiendo. Bueno -se paró y me ofreció la mano -vamos con tus pollitos.

La acepté para después tomar la caja y caminar hasta el cuarto donde me había quedado con los pequeños estos dos años.

-¡Señor Hokage! -me recibieron con un abrazo y los cachorros ladrando.

-¿Cómo le fué? -cuestionó Masaru con Lina en brazos.

-Bien, esta tarde podrán ir a sus casas con los familiares que realmente los quieren -forcé una sonrisa mientras me soltaban.

Wow, se nota la emoción en tu rostro.

¿No crees que molestas más de la cuenta?

Solo está señalando lo obvio.

¡Cállense!

-Pero eso significa que ya no lo veremos casi -empezó a lagrimear Gregory.

Todos los niños le siguieron y los abracé como pude.

-Todo estará bien, siempre podrán pasar por acá, nos veremos los fines de semana y este año entran a la academia, tengo pensado dar una clase ahí pronto, así que no se preocupen -susurré lo último.

No puedo creer que los hayas hecho llorar.

¿Te refieres al del cuerpo? Porque yo no dije ni una palabra.

Claro que se refiere al del cuerpo imbécil, el resto no podemos interactuar con los de afuera aún.

¿No ven que trato de arreglar esta situación?

Tomé otra pastilla, ya se me estaban agotando, y no sé qué escusa sacaré está vez para conseguir más.

-¿Aún tiene que tomar esos medicamentos? -cuestionó Hitaru curioso.

-Sí, yo no soy exactamente como ustedes, asi que eso ayuda mucho -él me miró raro, pero no preguntó más.

-¿A qué medicamentos se refiere? -se expresó el único de mi edad.

-Señor emo, el señor Hokage ha tomado esas pastillas todos los días cuatro o cinco veces, ¿Eso es normal? -ya me echaron al agua.

-No, pero ya lo hablaré con él -me miró molesto.

Mi momento ha llegado.

Vas a morir.

Definitivamente

Absolutamente.

¿No los había silenciado?

Este inútil olvida que entre más la toma, menos efecto nos hace.

-Bien, es momento de almorzar, luego iremos a sus casas, sus familiares deben estar instalándose ahora -anuncié tomando a Félix.

-¡Pidamos algo para comer! -bien, hice que se olvidarán.

-¡Yo quiero Ramen! -gritó Biana.

Al menos el tema pasó por ahora, generalmente cuando preguntan lo olvidan rápido, pero no creo que Sasuke sea igual.

Me tomé otra pastilla para silenciarlos de una vez, Kiba llegó unos minutos después para llevarse a los cachorros y yo me dejé arrastrar por los niños...

-Señor Hokage -llamó mi atención Hitaru -se ve muy cansado y anoche apenas durmió, ¿Está bien? -se le notaba preocupado.

-Estoy bien, solo no me agrada del todo que se alejen de mí, aunque sé que van a tener hogares a los que volver y gente que los quiere, me aseguré de eso -traté de calmarlo.

-¿Y usted volverá a un hogar como nosotros? -preguntó.

-Sí, voy a volver a la mansión Hokage con Lady Tsunade -respondí sinceramente.

-¿Y los cachorros? -esa pregunta me hizo sentirme un poco solo.

-¿Recuerdas que cada semana que pasan con nosotros después se los lleva Kiba? -el pequeño asintió -duermen con ellos una semana a igual que nosotros, los acaban de ir a buscar.

-¿El señor emo no vive con usted? ¿Y el de mala cara? ¿El de ojos blancos? ¿El que siempre tiene papitas? ¿Al menos el de peinado gracioso? -comenzó a preguntar desesperado.

-No, ninguno, ¿Por qué tan preocupado? -cuestioné curioso por su actitud.

-Es que cuando está con ellos se le ve menos cansado y... No quiero que le pase nada -sus ojos estaban a punto de llorar, por suerte los demás se habían adelantado.

-No me va a pasar nada, no te preocupes -lo tomé en brazos. Por fin hace una semana me dieron el alta total de mi brazo.

Él se aferró a mi cuello y seguí caminando hasta alcanzar a los demás.

Nos sentamos y comimos, para mi suerte ninguno de los temas se volvió a comentar.

Luego de un delicioso almuerzo fuimos a la zona residencial en que se quedarían. Realmente me enorgullece el trabajo realizado durante estos años, quedó hermoso.

Ahora las casas estaban pintadas de colores y habían muchas áreas verdes, se reparó lo roto y se reemplazó lo no rescatable.

Los familiares nos estaban esperando con una sonrisa genuina en sus rostros, pero antes que vayan los detuve.

-Recuerden que si pasa algo o necesitan cualquier cosa, a veces solo hablar, tienen que presionar el botón que está al lado, es azul -expliqué.

-Lo haremos señor Hokage -dijeron al unísono para tomar los dispositivos e irse con sus familias.

Luego de que cada uno entrara a su casa me quedé unos segundos observando, solo por si acaso.

-Tenemos que hablar -Sasuke posó una mano en mi hombro.

-¿De qué hay que hablar? Lo que dijo es todo lo que hay -le respondí liberando su agarre para salir caminando rápido de ahí.

Una luz de esperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora