Capítulo 49

472 87 7
                                    

Luego de unos minutos llegó Naruto seguido de los demás, se notaba bastante nervioso, sobretodo en su postura.

-Tn, ¿Te encuentras bien? -preguntó con algo de temor -¿Lo que dijiste hace rato...?

-¿Que por mi culpa todos murieron? Sí, así es -respondí preparándome para pelear -¿Vas a venir? ¿O me encargo de esto yo?

-Lord Tn, sé que debe estar bajo mucho estrés, yo más que nadie lo sé, pero necesito que volvamos a dentro y hablemos sobre esto. Esta pelea es un verdadero fastidio -se hizo destacar Shikamaru.

-No los va a escuchar -llegó el elemental seguido del viejo -la filosofía de vida que llevamos se le ha mostrado tan superficialmente que lo único que ha hecho es causarle daño -escuché que les decía. Asumo que no has hecho tus posturas por un tiempo.

El sujeto comenzó a acercarse, me puse en guardia.

-Lo que ven no es más que un animal tan asustado que está dispuesto a cualquier cosa para sentirse a salvo -iba a atacarlo, pero simplemente no podía moverme.

Al ver lo cerca que estaba comencé a entrar en pánico trataba de cualquier manera moverme, pero solo me dolía. Es como si mi cuerpo no me respondiera.

Solté unas lágrimas de la desesperación, no era capaz de moverme, todos me miraban con pena, como si fuera algo frágil e indefenso.

Eres un fracaso y ahora todos lo están viendo. Un ser repugnante en todo sentido.

Ya no veía nada con lo mojado de mis ojos, simplemente los cerré con fuerza rogando para que este sujeto no me hiciera nada.

Meinor...

-Vas a estar bien -fue lo último que escuché antes de que mis ojos se apagaran.

Aparecí en un lugar muy raro, estaba completamente cubierto de un líquido entre negro y verde pegajoso.

Me asusté en tanto divisé unas manos que se formaban de esa cosa.

Confundido, traté de caminar un poco por el lugar. Se notaba que hubieron varias cosas antes, pero todo parece haber desaparecido por esta cosa.

Contemplé un poco el paisaje hasta que algo topó con mi tobillo.

Al levantar el objeto y sacarle todo lo que pude del líquido extraño noté que era un sombrero de Hokage.

Sentí como si me apuñalaran, me enfoqué tanto en ese objeto cónico que no noté cuando mis pies se comenzaron a hundir hasta que llegó a mi cintura.

-Rayos -me límite a decir al notar cómo agarró mis brazos.

Al hundirme por completo pasó algo raro, había una diminuta luz.

Inconscientemente comencé a seguirla rogando que fuera una salida.

Estuve nadando en esa cosa un buen tiempo, hasta que pude ver a dicha luz emanando de una cabaña.

Me sentía agotado, mis brazos no podían moverse más una vez llegué.

No había puerta, solo una pequeña ventana por la cual decidí mirar.

A dentro estaban Nami y... ¿Yo?

Estaba acariciando su pelaje hasta que se durmieron.

La estructura cambió de forma hasta volverse la mansión Hokage, igualmente solo había una ventana por la cual pasaba luz, por lo que volví a mirar.

Éramos Tsunade y yo preparando la comida mientras cantaba.

Luego solo cambió por dentro para mostrar a Shikamaru abrazándome.

Comencé a golpear el vidrio para tratar de entrar, pero mi desesperación comenzó cuando sentí una mano en mi hombro.

Volteé, pero no había nadie, otra mano agarró mi muslo.

La habitación, que ya había cambiado a una cápsula con Naruto y yo acostados, se comenzó a volver más pequeña.

Golpeé con todas mis fuerzas, las que ya no quedaban por nadar, trataba de entrar por cualquier medio.

Cerré los ojos para seguir golpeando cuando algo me agarró la cintura.

¡No!

Alguien me agarró de la mano y me tiró hacia un lado.

Estaba dentro de la cápsula... ¡Estaba dentro!

Mirándome estaban Chōji y yo, el piso era de nieve.

Me sentía feliz, pero eso se acabó cuando ambos comenzaron a volverse esqueletos.

Instintivamente retrocedí, pero al hacerlo choqué con las piernas de alguien. Tragándome todo el miedo levanté la vista para encontrar a mamá Vima tal y cómo me la encontré en aquella sala, después de todo a esta había mutado la habitación.

Comencé a correr, no sabía qué más hacer.

La habitación era mucho más grande por dentro. Cuando llegué a un pasillo pude divisar una luz de una puerta.

Sonreí, algo que duró poco ya que pude escuchar cómo aquel líquido espeso comenzaba a filtrarse por las paredes.

Un brazo de cadáver me tomó el tobillo y casi me caigo, pero seguía tratando de llegar.

Lentamente esa cosa volvía a rodearme, pero ya casi llegaba.

Tomando un último impulso logré tomar la manilla.

Sentí que todo lo que me rodeaba desaparecía, lo cual comprobé en tanto abrí los ojos.

A diferencia de la última vez, ahora todo era blanco, o eso hasta que de debajo de mi mano ví un pequeño destello color verde.

De un momento a otro todo se volvió de colores muy hermosos, pero también pude ver a ese líquido.

Se formaron dos senderos, en el del líquido raro estaba lleno de cadáveres, personas que no me dan buena espina y al frente mi tío, mientras que en el de colores se formaron a mis amigos, Namika, Lady Tsunade, la brocha y el pelo de excusado invertido.

Algo comenzó a arrastrarme al camino de mi tío, pero comencé a pelear para llegar al de tía Nade.

Casi me adentraba al camino espeso, pero justo antes de que eso pasara logré tomar la mano de Naruto. Todos me halaron y logré llegar a su camino.

Verlos a todos conmigo me hizo sonreír.

Chō me ofreció unas papas mientras parecía que honguito quería entrenar conmigo, Sakura me abrazó para luego ir con Ino, tía Nade me sacudió el pelo y Shikamaru detuvo a Naruto de derribarme.

Me sentía feliz, como que todo va a salir bien.

Neji me puso el sombrero hokage y todos juntos empezamos a recorrer el sendero, a la distancia se veían uno que otro bache, pero sé que podremos avanzar.

Una luz de esperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora