Capítulo 41

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Me "desperté", no sé si esa palabra realmente sirve si es que en un principio no dormí.

No es mi culpa, el único que hizo todas esas atrocidades eres tú.

Suspiré, iba a salir de mi pieza, pero luego recordé que tengo a Shika encadenado a mi pie.

El movimiento lo despertó, por lo que de mala gana se arrastró hasta la cerradura y me liberó.

-Espera aquí, ayer Lady Tsunade me dejó instrucciones estrictas para tratar tus heridas -se levantó bostezando.

-No es necesario -le dije.

-Si no lo quieres para que no vea tus heridas y todo eso, por último déjame para que Neji no las vea, si es que no quieres eso -te atraparon.

-¿Por qué Neji las vería? -cuestioné.

-Quieres ir a verlos hoy, sus ojos lo ven todo, por muy fastidioso que sea. La venda que dejó Lady Tsunade tiene chakra para que se curen más rápido, eso también va a nublar su vista -me informó.

Supongo entonces que no tengo opción.

-De acuerdo -me senté en la cama a esperar.

Que tierno, cuidan al bebé.

No soy un bebé.

Claro que sí, no puedes hacer nada solo y necesitas supervisión. Cambiando de tema... ¿Notaste que Namika está rara?

¿Rara?

Seguro que Kiba y Akamaru tienen algo que decir al respecto.

Un segundo, ¿Por qué tú sabes y yo no?

Soy una mezcla de tu subconsciente y tu conciencia, es mi trabajo tener acceso a cada cosa para luego echarte en cara todos tus errores.

"Genial, es fantástico" pensé con sarcasmo.

-Ya volví, traje el desayuno. Si quieres puedes comer para distraerte -me ofreció.

Eso me pareció muy tierno de su parte, pero a la vez me preocupa que haya notado que me afectó algo.

-Gracias -acepté el plato que tenía plátano con frutillas.

Shikamaru tenía razón, el concentrarme en comer lo hizo menos tortuoso. Las vendas cubrían casi todo mi cuerpo.

-¿Cuánto nos has mentido? -preguntó al terminar -prometiste que volverías, pero ayer Tsunade hablo de una carta que decía lo contrario. Tú no tenías planeado regresar aunque lo afirmaste con convicción.

-Es algo complicado... Tienes razón, no es la primera vez que miento, pero no me gusta preocuparlos. Sinceramente pensé que me matarían o que terminaría en algún lugar lejano. Ustedes no están enterados, pero descubrí que mi presencia puede ser un riesgo para la aldea y simplemente consideré su bienestar -traté de explicarme.

-Solo... No lo vuelvas a hacer -pidió.

-Lo intentaré -¡Otra mentira!

Un aplauso al mentiroso del año. ¿Qué sigue? ¿Que eres buena persona? ¿No has matado a miles? ¿No tienes problemas? ¿No te vas a matar?

Déjame en paz.

Nos vestimos, yo en el baño, y salimos a la calle.

Voy a saludar a los que están en la ciudad para terminar con Saku e Ino que deben estar en la oficina. Ahí aprovecharé para recolectar información de la ubicación de mi aldea, tal vez ahí habrá información del fuego que quiere iniciar Orochimaru y está posible guerra.

Una luz de esperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora