Debo decir que antes subestimé a Brigid, pero actualmente me tiene completamente impresionado provocando que me sienta aún más atraído a ella, por eso y por más tiene que estar de mi lado y no de lado de otro hombre, menos de alguien como Balderik. Su familia ha intentado por años querer exterminar a la mía, razón suficiente para querer matarlo a él y al nuevo integrante que se les ha unido en el último mes.

— Señor.

— ¿Qué?

— ¿Qué pasará con lo del ataque a Hela Ricci? — Suelto un bufido.

— Olvídate de ellos por ahora, concéntrate en esto ¿quieres? Ya después nos encargaremos de todos los Ricci cuando restauremos a toda la gente que nos fue arrebatada en el proceso.

— Los demás ya vienen en camino.

— Prepárate Matías, que quizás ahora sí vas a tener que ir con todos para ir por mi mujer.

Hela

Entro a la casa bastante angustiada y subiendo las escaleras a toda prisa hasta llegar a la habitación donde veo a Seth y a mis hijos completamente dormidos en la cama.

Suelto un suspiro lleno de alivio acercándome a esta y recostándome a lado de mi hijo Kay. Seth al sentir mi peso se levanta, voltea a verme frunciendo el ceño, él sabe que no iba a volver hasta que fuera seguro, a penas y logre escaparme de Zinov para que nadie me siguiera hasta aquí.

— ¿Qué pasa? — Pregunta al verme llorar sin apartar la mirada de mi pequeño — ¿Te hicieron algo? — Niego aún sin mirarlo. El miedo, la ansiedad, la angustia por querer llegar rogando porque no fuera tarde pensando en que Desmond me había quitado lo único que aún me hacía querer luchar — Hela — Me enderezó con cuidado para no despertar a los niños, le hago una seña a Seth para que venga antes de levantarme de la cama.

Salimos de la habitación y él cierra la puerta detrás de él antes de mirarme con confusión. Suelto un suspiro limpiando las lágrimas que derrame al venir aquí temiendo por lo peor.

Empiezo a explicarle sobre la llamada de Balderik y sus advertencias, le cuento que la casa ahora no era completamente segura ya que aún no he podido pedir que blinden las ventanas ni hagan una habitación del pánico ante cualquier peligro. Balderik tenía razón al decir que necesitan asegurar por completo la casa, Desmond ahora no era el único peligro y con estas escapadas no quería adelantar uno de ellos.

Seth me abraza queriendo disminuir mis temores, los aleja solo por unos segundos ya que al separarnos incrementan con más fuerza.

— Tengo que decirte algo, conozco a alguien que podría ayudar con la seguridad — Dice poco convencido sin saber que aquello me interesa demasiado.

— ¿Quién? ¿Podrá venir lo antes posible para terminar con lo último de la casa? — Suelta un suspiro apartando la mirada — ¿Seth?

— Cuando todos creían que había muerto — Me mira — Yo estaba con alguien que no creí que me mantendría con vida, claro que siempre fue bajo un objetivo, pero por alguna extraña razón no ha querido hacer nada desde que le dije que... — Suelta un gran suspiro haciendo que me desespere.

— ¿Quién te mantuvo alejado de mí y que fue lo que le dijiste? — Lo miro amenazante pensando en que pudo haber revelado la existencia de nuestros hijos.

— Que era padre de gemelos — Lo tomó del cuello estrellándolo en la pared, no hace ni el más mínimo intento de protegerse y no me importa hacerle daño al hombre que amo porque mi prioridad ha cambiado desde que mis hijos nacieron hace un año.

— ¿A quién se lo dijiste? — Preguntó entre dientes — ¿Es que acaso no piensas que quien quiera que sepa de la existencia de los gemelos es un peligro?

Amor Imposible Where stories live. Discover now