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Secretos por revelar

Zinov

La música no tarda en escucharse al tiempo que suben la cortina mostrando el escenario donde ahora mi madre ya había reemplazado su vestido blanco con brillos por sus medias blancas y su tutu. Sus tacones siendo reemplazados por sus zapatillas. No puedo evitar tener infinidad de flashbacks al verla vestida así, de niño siempre la vi con medias y tutu practicando en su salón de baile o la veía en televisión siendo el cisne negro, bailando el lago de los cisnes, el cascanueces, la bella durmiente o Romeo y Julieta. Incluso fui dos veces a sus eventos solo para verla bailar.

De niño me fascinaba verla dar saltos grandes y que cayera de punta, incluso me impactaba que diera giros eternos sin siquiera marearse ya que proseguía bailando dando piruetas más complejas. Hubo un tiempo en el que me interese por eso, pero me dolían los músculos y no quise volver a hacerlo, mi mamá se rió por varios días.

Sonrió con orgullo viendo como mi madre se movía con elegancia, se estiraba de una manera impresionante y el que se moviera rápidamente por el escenario con solo la punta de los pies. Admiraba mucho a mi madre ya que el ballet no era un baile que todo el mundo supiera hacer o aprender con facilidad, se necesitaba de mucha práctica y sobre todo pasión para hacerlo de maravilla.

— Mira eso — Habla mi padre y me hace voltear a ver a la gente que estaba casi cerca del escenario, eran las personas que mi madre quería impresionar solo para conseguir llevar su arte a otros lugares. Y sí que lo estaba consiguiendo. Sus rostros eran de impresión y fascinación.

— Lo va a lograr — Asegure y mi padre asiente volviendo la vista hacía mamá.

Yo vuelvo la mirada hacía una mesa en específico. Frunzo el ceño al ver a Balderik junto al asiento de su acompañante, tenía su brazo en el respaldo en donde su mano hacía círculos sobre el hombro desnudo y ella mantenía su mano sobre el abdomen de él sin apartar la mirada del escenario.

Aún no reconocía a esa mujer, no sabía si era parte de la Cosa Nostra o si venía de otra organización, estoy seguro que de haberla visto antes jamás me habría olvidado de la belleza y poder que destilaba, aunque hubiese preferido ver a Hela esta noche aunque sea solo por un segundo.

— ¿Donde andabas? Creí que estarías bailando tango con las hermosas mujeres que han venido esta noche, la mayoría solteras.

Apartó la mirada de aquella pareja para mirar a mi padre, él aún continuaba con su mirada en mamá que estaba casi a media canción.

— Solo me aseguraba de que todo estuviera en orden — Miro al frente.

Aún tenía que pensar en cómo mantener ocupado a mi padre para que no siguiera en busca de Hela, necesitaba un poco más de tiempo para poder armar un plan que no se viera afectado por el Coronel Lombardi.

— ¿Y Balderik te ayudo con eso desde el piso de arriba? — Volteo a ver a su colega cerca de la mesa de postres con su mirada en nosotros.

«Maldito chismoso»

Suelto un suspiro mirando de nuevo a mamá.

— Necesitaba...

— Si estás ansioso por ver a Hela, solo dame dos días para traerla de vuelta, está claro que los Ricci no van hacer un carajo para traerla. Nerón es bastante idiota al confiar en que Balderik iba a traerla, esta claro que él no quiere ver a su hermana casada contigo.

— Papá...

— Confía en mi.

— Es que se trata de lo contrario, yo no quiero que Hela venga aún — Volteo a verlo y él ya me estaba mirando bastante confundido — El Coronel está detrás de ella y la ha marcado como su presa, si la encuentra la va a matar.

Amor Imposible Where stories live. Discover now