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'Cause I love you...

Brigid

Llegamos a una cabaña de dos pisos, por enfrente se veía bastante rústica, pero al entrar todo estaba conectado, la sala, el comedor, la cocina y una oficina que estaba al fondo donde una de las paredes era puro cristal dejando ver el inmenso bosque que se veía aterrador cuando todo estaba oscuro. Las escaleras estaban alfombradas al igual que la sala.

La sala estaba conectada con la pequeña oficina de lado izquierdo, en medio estaban las escaleras como separador, de lado derecho estaba el comedor y la cocina.

Balderik está detrás de mi dando indicaciones a Guido mientras que yo dejo las maletas en la sala, me pongo a explorar observando la cantidad de libros que tiene en las repisas y la mayoría eran de química, ciencias, biología o sobre medicina.

No había cuadros familiares o rastros de que hubo un adolescente rondando por aquí. La chimenea solo tenía pequeñas figuras de cristal bastante hermosas y una bola de cristal que contenía un pequeño castillo con un gran jardín alrededor repleto de nieve.

— ¿Qué haremos por lo pronto? — Preguntó cuando siento su cercanía detrás de mi.

— Te dejare con mis hombres, yo tengo que ir al Mortal Pressure — Volteo a verlo — Volveré mas tarde, no me esperes despierta.

— Pensé que dirías algo más perverso — Sonríe malicioso acercándose por completo.

— ¿Me esperarías desnuda y con las piernas abiertas? — Pregunta colocando un mechón de cabello detrás de mi oreja. Roza su nariz con la mía y me hace sonreír cuando la frota una y otra vez — ¿Alguna vez te han dado besos de esquimal? — Niego en silencio — Me alegra ser el primero entonces — Dice antes de besarme.

Me hace reír cuando me besa en toda la cara, un beso tras otro, uno en la frente, los labios, las mejillas, los labios, la nariz, los labios, la barbilla y el último en los labios.

— ¿Me esperarás entonces? — Asiento embelesada con sus demostraciones, tanto que quiero permanecer aquí con él por unos minutos más — ¿Desnuda?

— Y con las piernas abiertas — Sonríe.

— Me tengo que ir — Rodeo su cuello con mis brazos. «No quiero que se vaya, aún no»

Frunzo los labios y él capta la indirecta pegando sus labios a los míos por más tiempo. Muerdo levemente sus labios y lo atraigo más hacía a mi hasta que mi espalda choca con los ladrillos de la chimenea.

— Tienes que irte — Digo en un susurro sobre sus labios cuando sus manos se encajan a mi cintura, su pelvis estaba bastante pegada a la mía que podía sentir su dureza en mi vientre.

— Sino me besarás como lo haces, tal vez podría hacerlo — Sonrió divertida y me obligo a soltarlo.

— ¿Hace falta desearte suerte? — Niega con la cabeza.

— Aunque sí un beso más — Me toma de la cintura y pega sus labios a los míos dándome un beso más intenso — Trata de no perder la cabeza por mi.

— Descuida, con el corazón es más que suficiente — Me suelta dándome un beso en la frente.

— ¿No dirás nada más? — Enarca una ceja.

— ¿Cómo qué? — Finjo no saber a qué se refiere.

— Algo que sientas por mi... tal vez — Hago una mueca pensativa, intento negar con la cabeza, pero Balderik me toma del mentón mirándome con advertencia. Sonrió divertida y aprovecho la cercanía para darle un beso corto.

Amor Imposible Where stories live. Discover now