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Reviviendo a los muertos

1 mes después.

Brigid

Suelto un gran suspiro de alivio al estar de vuelta en Suiza, aunque aún seguía haciendo un poco de frío por la nieve, ya estábamos con el primer mes del año nuevo.

Bajo del jet bastante emocionada al ver a Maksim con los gemelos en brazos. Ambos pequeños ya se veían un poco más grandes que antes.

Voy hasta donde están y ambos peques gritan de la emoción al ver que me acerco. Saludo a Maksim antes de recibir a los gemelos en mis brazos, incluso me pone feliz ver que Fang viene corriendo hasta donde estoy, pero mi sonrisa se esfuma al ver a otro dóberman que venía junto a mi abuela, aunque este es de color blanco y no negro con café como el mío.

— ¿Y ese perro? — Le preguntó a Maksim con discreción.

— Oh, es la nueva integrante de la familia, tú abuela la vio en el pueblo y la estaban dando en adopción porque al parecer los dueños estaban por mudarse a un nuevo país y bueno, está claro que no se podían llevar al animal porque en su nueva residencia no se permiten animales.

— Pero ¿la dieron en adopción? Pudieron haberla vendido y más porque es un dóberman albino.

— Los dueños están en contra de la venta de animales, así que la daban en adopción, está claro que no se la dieron a cualquiera. Los dueños estaban evaluando a las personas para poder dar a la perrita, estaban viendo si eran dignos de poder cuidar de ella.

— ¿Es hembra? — Asiente.

— Se llama Skyler.

— Ahora entiendo porque Fang no está a la defensiva.

— Bueno... — Sonríe con diversión — Ya han tenido mucho tiempo para conocerse.

— ¡Mi niña! — Se acerca mi abuela demasiado sonriente con los brazos extendidos, sonrió y terminó por acortar la distancia que había entre las dos. Le entrego a Maksim el pequeño Massimo para poder abrazar a mi abuela — Te ves radiante — Besa mis mejillas antes de alejarse — Muy radiante — Entrecierra los ojos y mira con más atención mis ojos, lo que me hace sentir un poco incómoda ya que nunca me había inspeccionado de esa manera tan... extraña.

— Ammm pues no lo sé, quizás por el ejercicio — Me encojo de hombros restándole importancia.

— Ajá — Dice poco convencida — Quizás simplemente estuviste más en saunas que entrenando — Sonrió.

— Está claro que no iba a desaprovechar el momento para darme esos lujos, pero fueron pocas veces.

— Tenemos que volver a la casa, me han avisado que Hela y Balderik no van a tardar mucho en llegar — La emoción no la disimulo — Estos bebés ya tienen que estar preparados para ver a su mamá de nuevo.

Entramos a la casa mientras mi abuela sigue insistiendo en que me veo diferente, no comprendo ni a que se refiere así que cambio de tema con que me ayude a alimentar a los gemelos y acepta sin decirme nada más.

Al terminar subimos para darles un baño en donde ambos se divierten jugando con los juguetes de hule que les compro su tío Maksim. Fue difícil sacarlos de la tina ya que ninguno de los dos quiso salirse, no hubo más remedio que secarlos mientras Maksim trataba de distraerlos ya que ambos lloraban desesperados queriendo volver a meterse a la tina, hasta que Maksim enciende la televisión dejándolo en un programa para bebés y solamente así se quedan quietos y en silencio.

— ¿Ya cuantos meses tienen? — Preguntó curiosa peinando a Kay mientras mi abuela peina a Massimo, queremos dejarlos muy guapos y presentables para su Mami.

Amor Imposible Where stories live. Discover now