El restaurante Podfur

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La extrema temperatura en el camino no parecía ser un problema para los jóvenes aventureros que permanecían tranquilamente cabalgando por bosques y ciudades cerca a la otra ciudad donde aseguraban podría estar la próxima flor de yunipol.
Minerva acababa de pasar un evento desastroso en su vida, la perdida de alguien importante es algo muy difícil de afrontar.
Mientras iban por la ciudad ella iba por delante, no dijo ni una sola palabra en todo el camino.
Fue una sorpresa para la joven cuando notó como todo a su alrededor  estaba algo extraño, sentía que su cuerpo pesaba demasiada, su cabeza dio vueltas, se detuvo un momento y posteriormente a que Elenor pregunte cual era el problema ella cayó del caballo.
Elenor sabía que habían muchas personas al rededor así que observó como Minerva cayó quedándose completamente inconsciente sobre el suelo de piedra.
La mayoría de gente se acercó a ver lo sucedido pero Elenor exigió que se aparten.
Un gran hombre elegante muy bien vestido se acerco al ver a Elenor de espaldas, abrió sus ojos completamente y a penas logró acercarse pronunció.

–Por favor exijo que me acompañen, su amiga realmente se ve mal, mi hogar está muy cerca.

Elenor no tuvo mejor opción, Nicolás se acercó a Minerva y la cargó con facilidad, el cuerpo de Nicolás estaba caliente por naturaleza de su poder pero cuando notó que Minerva parecía arder en fiebre miró a Baltazar preocupado el cual la cargó sin problema también y siguieron al hombre.

Llegaron a una gran casa y a penas entraron notaron una gran cantidad de gente en la casa, la mayoría vestía muy formal, a penas entraban era un gran lugar, se veía que tenia gran cantidad de habitaciones extensas.

–¿Qué es éste lugar?—Preguntó Arturh sorprendido—

–Oh, aquí es donde convivo con otras personas como yo, somos un grupo muy grande, cualquiera puede entrar aquí—Hizo una pausa corta— Pero los que entrar son gente muy especial, luego hablaremos de eso.
Me llamó Sir Carlos.

–Éste lugar me hace sentir muy pequeño—Dijo Nicolás—

–Oh perdoné, al fondo del pasillo en el segundo piso vera una gran cantidad de habilidades, probablemente unas 30, elijan alguna que la puerta diga vacío y dejen a su amiga ahí, tenemos muchas criadas y doctores que la ayudaran a que mejoré.

–Gracias—Dijeron al unísono todos—

Mientras se retiraban, se toparon con muchas personas, el lugar parecía un lugar demasiado extenso, tomaron la habitación que tenia un 13 en su puerta.
Recostaron a Minerva en la cama de la habitación que era algo más pequeña de lo que pensaban.
La joven se despertó minutos después pero no se movía bruscamente.

Miró a todas partes algo decaída con su vaga mirada.

–¡Minerva!¿Qué te pasó?¿Estás bien? Sólo caíste del caballo y ya—Preguntó Arturh mientras se acercaba a la cama y observaba de pie—

La joven se quejó mientras se movía y se cubrió con las delgadas sábanas.

–Me duele mi cuerpo, siento que todo mi cuerpo esta ardiendo, me duele incluso mover un maldito dedo, mi cabeza no para de dar vueltas y vueltas—Respondió la joven de cabello largo—

–Quédate aquí, estamos muy seguros aquí, un hombre nos ayudo y nos trajo a un lugar que parece más grande que mi hogar.

–Bien, me quedaré aquí...

–¿La flor de Yunipol está cerca?, si necesitas saber, señorita Minerva, ahora que tiene el poder de la primera flor ¿Debería saber si las demás están cerca no?—Dijo Baltazar mientras servía un vaso de agua para la joven—

La joven cerró los ojos tratando que su poder lograra darles una pista, se concentraba sin mover un solo músculo, suspiro con fuerza y abrió los ojos confundida.

Enemy kingdomWhere stories live. Discover now