Ese hombre era All For One.

Al principio muchos lo llamaban como una simple leyenda urbana.

Se dice que su primera aparición fue de entre las sombras de una ciudad sin luz. Caminando a lo largo de una calle vacía con autos volcados y humo saliendo de estos. A lo largo de esta calle un grupo de «Poderosos» se encuentran creando mas caos, viviendo su propio libertinaje bajo sus propias reglas.

Fue entonces que la mirada de uno de ellos giro atrás y pudo vislumbrar una estala aun mas oscura que la propia noche, mas oscura que el humo tras el fuego, mas oscura que un abismo sin fondo.

Era una estala que se levantaba como harapos viejos por encima de la pobre silueta que iba formándose paso tras paso resonando en eco.

Una luz blanca sacudiéndose con el viento frio que aparece de un momento a otro y el polvo y nubes de humo se alzan en una fuerte ventisca que azota con fuerza los rostros de aquellos que poco a poco se daban la vuelta.

Aquella entidad no podría ser menos que el diablo vestido de hombre.

Un largo cabello blanco que ondula con el viento, unas ropas oscuras que se unen en estelas oscuras con lo alto de la noche y un rojizo brillo que se enciende con furor en aquellas pupilas carmesí.

De entre la oscuridad un pie se asoma y la mitad de su rostro embona dentro de las pupilas de aquellos que retroceden.

Un auténtico azote.

[Una sonrisa basta para hacer temer hasta el mas fuerte de los hombres.]

Rápidamente aquella leyenda urbana que se había extendido en forma de rumores. De esta manera, alcanzo los oídos de los mas fuertes y como si estos no tuvieran ningún miedo, aferrados a sus propios ideales y sin una pizca de dudas ellos marcharían hacia las sombras mas oscuras con aquellas llamas de revolución siguiéndolos detrás de ellos pero...

Nadie estaba listo.

Una vez mas solo fue un simple soplido y detrás de ellos toda aquella convicción acumulada a lo largo de los años, incluida la heredada tras sus padres había sido destrozada. Y cayendo detrás de ellos como una lluvia de cristales, la sombra una vez más se forma.

Japón entero se había bañado de una inmensa tensión pues entre los callejones, entre los lugares más oscuros del país, todo estaba conectado. Como ligeros hilos de telaraña que viajan junto al viento hasta alcanzar las yemas de ese hombre.

Largas décadas pasarían hasta que su reinado terminaría lo que crea una pregunta más.

[¿Es de verdad que su reinado había terminado?]

...

*SCH... SCH... SCH*

Entre la penumbra se aviva una vez más una luz. Los pasos ligeros pero seguros se entierran entre el suelo roto, atravesando los propios adoquines que del techo y muros han caído.

Un hombre marcha.

Alrededor de este se cerne una decena de pilares de roca que ascienden a los techos de aquel lugar que daba la impresión ser un palacio mas sin embargo, no lo era. Aun a pesar de ser tan alto y tan extenso ese lugar, aquel hombre que marcha entre la oscuridad da un paso y la luz de luna que cae en el techo bañándola de esa tonalidad azulada se adentra como humedad a través de las grietas de dicho techo.

Algunos hoyos que permiten ver un pecho duro y firme del cual reluce un tono blanco, rojo, amarillo y azul.

El se detiene en seco y alza su mirada.

Decay: LAUGHING BOY.Where stories live. Discover now