SEGUNDA OPORTUNIDAD.

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El yace de pie mirando la desesperación de otra persona.

En su pecho una incertidumbre lo hacia sentir tan disperso como una mota de polvo que desaparece con la fuerte brisa del viento y al final del día su existencia es devorada por el tiempo.

Todo gira en torno a él. Las estrellas en el firmamento, las nubes negras llenas de agua que dejan caer un rio de lagrimas sobre su cabeza.

Un mundo ajeno a lo real pero tan cercano a su vida, era su pasado quien lo quería encadenar una vez más.

Gritos y lágrimas unidas a lamentos en búsqueda de él.

Izuku sabía que era débil en ese aspecto. Seguramente fue el mismo hecho que lo había atormentado toda su vida que lo termino por orillar al filo de la arena y mirar dentro del abismo que habitaba en su corazón. Pues cuando se trataba de otros el fácilmente podría dejarse la alma en búsqueda de salvarlos pero cuando de él mismo se tratase, ni si quiera la fuerza para respirar poseía.

Era alguien dependiente, lo sabia de antemano y al paso del tiempo lo acepto con soltura.

Himiko Toga se había convertido en su paisaje, en su vida y su cruel retrato de que el era un bicho raro a ojos del mundo. Y aun así, aunque ella lo haya hecho sentirse de esa manera, jamás le guardo rencor. Para el, despues de lo sucedido a sus cuatro años cuando Decay había sido encendido y todo su mundo se derribó dejándolo en un mundo de intensa niebla donde sus recuerdos fragmentados habitan.

Un mundo que solo viviría él. Toga quien portaba una máscara le había sonreído y mostrado que esa niebla estaba rodeando el mundo. Revelándole insólenme mente acciones y pensamientos con detalles sorprendentemente únicos. El sitio que se hace llamar un lugar gentil y digno del ser humano.

Mientras mas esa niebla se conecta con los ojos de izuku el entiende completamente que así es este lugar y nada podrá hacer por cambiarlo.

En el final de este mundo lleno de niebla esa habitación lo espera. La lluvia que lo acribillaba desaparece al igual que la arena y el oleaje a sus pies remplazándolo por un viejo suelo de madera arraigada. Un camino en forma de pasillo que lleva a aquella puerta donde una luz se logra escapar por debajo de esta iluminando tenuemente su avanzada.

Izuku alza su mirada y seguramente él lo sabe.

[No tengo fuerza.]

Aun escucha las olas a su espalda eh ignora como tal los lamentos de aquella chica.

[Mi pasado...]

Tanto sus acciones como sus declaraciones se convierten en un remolino de inmundicias que crearon los hilos de una marioneta vieja y maltratada que es él mismo dándose cuenta que las largas cuerdas finales las sostienen una manos que las manipulan.

Aun recordaba esa sensación.

Cuando su cuerpo se acurrucaba contra el de ella, su propio cuerpo estaba envuelto por esa corriente de soledad, que parecía convergir con el canal de espinosa melancolía dentro de él. Como hojas muertas que se asientan en una roca submarina. Capaz de liberarse del miedo y la ansiedad.

Una vez cierra los ojos.

[Seguramente algún día volveré.]

Alrededor del amanecer, tres días despues de la muerte de Himiko Toga, la palabra «Muerte» se escapó de sus labios por primera vez al cruzar esa puerta.

Decay: LAUGHING BOY.Where stories live. Discover now