Decay: LAUGHING BOY.

EL ROL DE CADA UNO. PT 2

EL ROL DE CADA UNO. PT 2

[Midoriya Izuku & ¿?]

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El centro del patio de una escuela media siempre estará llena a la hora de recreo/receso. Mareas de niños y adolescentes conviviendo con sus respectivos grados charlando como simples amigos.

Ese parecía ser otro día mas en la vida de aquel chico quien jugaba con sus amigos sin percatarse que el mas importante de ellos estaba sufriendo.

Justo en los bancos que rodean el árbol central, Bakugou Katsuki sostiene en sus manos un par de cartas las cuales posen pegatinas detrás suya para colocarse en un especie de álbum heroico, uno el cual se le había sido entregado por su mejor amigo de aquel momento, Midoriya Izuku.

Debido a que sus familias ya se conocían de hace tiempo viniendo a ser su madre, Mitsuki Bakugou y Midoriya Inko, ambas madres de familia que se conocieron en la escuela superior manteniendo una relación muy cercana durante largos años incluso despues de haberse casado ambas. Fue de este modo que al nacer sus hijos, inevitablemente estos se volvieron amigos pues ambos tuvieron un mismo gusto.

Héroes.

Bakugou era del tipo amable y simpático, algunas veces gozaba de arrogancia pero era debido a su quirk sin embargo, gracias a su amigo esto nunca se le llego a subir a la cabeza. Con su quirk explosivo siempre busco a su amigo para hablar de este y buscar nombres para sus futuros golpes cuando este se convirtiera en héroe, y durante mucho tiempo fue de esta forma tan sencilla en la que convivían.

Sin embargo...

Esa pregunta siempre estuvo presente, ¿Cuándo despertaría su quirk Midoriya Izuku? Muchas personas alrededor suyo incluido su familia se topaban con la sorpresa de que el chico pecoso aun no daba indicios de despertar un quirk y fue gracias a esto que muchas veces, un puñado de niños y otras personas quisieron apartarlo llamándolo "Defectuoso" pero fue gracias a Bakugou y su quirk que jamás avanzo este problema.

Para Bakugou Katsuki no había dudo de que izuku despertaría su quirk y lamentablemente así fue.

...

―¿Hmm?― Bakugou quien estaba caminando entre los pasillos de la escuela pudo vislumbrar a lo lejos aquella cabellera despeinada la cual se adentraba a los baños. ―Izuku...― murmuro su nombre comenzando a caminar entre los largos pasillos de la escuela. Con los ventanales a su lado que permitían ver el patio de juegos, la luz que iluminaba el lugar era nulo, solo los colores de los objetos resaltaban con ello.

Con las cartas de ese álbum en su mano derecha y en su izquierda aquel álbum que ambos compraron hace unas semanas con tanto esmero ahora caería cuando al acercarse al baño pudo escuchar a su amigo llorar. En ese efímero instante lo primero que se le vino a la mente fue la idea de que alguien lo había molestado, eso hubiera explicado su ausencia en el receso donde el lo espero pero jamás llego.

El sentimiento de ira y frustración en el pecho de bakugou hizo que algo dentro suyo explotara, el ahora mismo tenia una idea de saber quién lo había molestado a lo cual dio un paso retrocediendo y apuntando en otra dirección diferente.

Una decisión que quizás hubiera cambiado el rumbo de esta historia.

Sin pensarlo, sin si quiera percatarse que aquel peliverde lloraba de dolor, uno que atacaba intensamente en sus palmas, quizás si de alguna forma Bakugou hubiera atravesado la puerta del baño y auxiliado a su amigo otro cuento se narraría pero, el hubiera no existe y esto paso por que debía de pasar.