42. Malentendido

663 80 38
                                    

Sus labios se encontraban ligeramente abiertos mientras sentía los labios ajenos recorrer su cuello, estaba luchando con toda su fuerza para no terminar comportándose como un niño hormonal en plena pubertad, pero sentir el fresco aliento del menor en su cuello mientras repartía suaves besos sobre el no lograba más que erizar su piel por completo.

Sus manos se encontraban bajo la sudadera que el menor llevaba, atreviéndose a presionar la piel del azabache sin verguenza alguna cada vez que este pegaba sus cuerpos, rozando sutilmente sus caderas mientras lo observaba fijamente, sonriendo levemente ante el sonrojo que se apoderaba en las mejillas del mayor por la situación en que se encontraba, y es que estaba seguro de que si no se tratara de Jaemin, ya hubiera huido despavorido.

El azabache de repente dejo de atacar su cuello, tomando asiento sobre el muslo del mayor que se encontraba entre sus piernas, no quería admitirlo pero estaba nervioso, y ver al rubio observarlo fijamente, con la respiración acelerada y su camisa medio abierta era demasiado para él en ese momento.

Jeno ni siquiera dudo en incorporar su cuerpo para seguir al menor, siendo detenido por este, quien lo obligó a pegar su espalda a la cama nuevamente, acercándose luego de tomar valor para unir sus labios con los del mayor, soltando un suave suspiro sobre los labios del rubio una vez que se alejó, sintiendo las manos de este dejar su cintura, sintiendo una de ellas comenzar a acariciar su espalda mientras parpadeaba con nerviosismo, sintiendo la mirada del ojiazul sobre él.

—Tú ya has estado con un chico... ¿cierto? —Preguntó con algo de cautela el rubio mientras sentía al azabache cargar parte de su peso sobre su cuerpo.

—Tú te acostabas con Jimin ¿no? Me alegra que eso responda tu pregunta —Murmuró él desviando su mirada fugazmente, sonriendo levemente al no obtener respuesta—. Ahora, si le dices a alguien de esto te voy a matar —Amenazó mientras volvia a mirar con seriedad al mayor.

—No voy a impedir que lo hagas —Murmuró el mayor sin poder evitar sonreír mientras se acercaba para poder unir sus labios fugazmente ante el repentino sonido de la puerta.

Jeno ni siquiera dudo en levantarse cuando sus ojos se dirigieron a la puerta, entrando en pánico cuando pudo notar al señor Na de pie, observándolos con sorpresa, Jaemin abrió levemente sus ojos mientras se incorporaba de la cama mirando a su papá con algo de miedo, no porque fuese a criticarlo ni nada, más bien por la idea de que los haya encontrado en aquella situación para nada cómoda.

—Papá... no te escuche llegar —Dijo él observándolo completamente avergonzado.

—Yo tampoco... es decir, no sabía.

—Jeno ya se iba —Intervinó él volteando a ver al mayor quien asintió de inmediato, cerrando su chaqueta para luego atreverse a ir a la puerta, siendo seguido por él de inmediato.

—Lo siento —Murmuró el rubio sin ser capaz de mirar al mayor, pasando junto a este para poder marcharse.

Jaemin observo al adulto con algo de nerviosismo al notar como este giraba su cuerpo hacia el rubio, sin quitarle su mirada de encima, volteando a verlo luego de unos segundos con notable confusión, la cual resulto contagiosa cuando se dispuso a hablar.

—Entonces... Jeno —Afirmó MinHyuk con su ceño levemente fruncido.

—Él solo vino y mi mamá le dijo que subiera ya que no estabas, así podía cuidarme, pero no es lo que parece, yo puedo explicarlo...

—Por favor Jaemin, no eres un niño, tú puedes hacer lo que quieras si lo haces de manera responsable —Comentó el adulto encogiéndose de hombros—. Lo que me sorprende es que sea Jeno.

—¿A qué te refieres? —Preguntó él comenzado a frustrarse ante la actitud del mayor.

—¿Están juntos?

Saekki •NoMin• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora