08. Siempre Bastardo

846 96 2
                                    

—¿Esto a que se debe? —Preguntó Renjun alzando levemente sus cejas mientras señalaba la rosa que la peli azul sostenía con su mano.

—DongHyuck me la dio —Respondió ella mientras observaba aquella rosa con una pequeña mueca en sus labios.

—Me sorprende que no se rinda aún, va a terminar conquistándote, cada vez tienes la guardia más baja —Se burló el mayor mientras cruzaba sus piernas, dirigiendo su mirada libro que tenía entre sus manos.

—Eso no es cierto lo que hace no le quita lo imbécil que es su comportamiento a veces, sobre todo cuando esta con el bastardo de Jeno...

—Todos en ese grupo tienen su lado malo y su lado bueno, deberían dejar de mencionarlo cada vez que algo sucede —Intervino él dirigiendo su mirada hacia ella, haciendo que esta guardara silencio por unos segundos.

—Bien, perdón por mencionar a tu increíble chico, olvidaba que te gustaba ese imbécil —Bufó ella cruzándose de brazos mientras lo observaba fijamente.

—Que no se te olvide que yo conozco a ambos, tú ni siquiera les conoces la mitad de cómo son cada uno de ellos —Aclaró él para luego apartar su mirada y tomar su mochila de la mesa.

—Basta, dejen de discutir los dos, son unos idiotas —Se quejó el mayor mientras pasaba una mano por su cabello, soltando un suspiro pesado al ver al menor levantarse molesto—. ¿Dónde vas?

—Tengo clase —Aclaró él con pocas ganas, Ryujin a veces lograba sacarlo de quicio cuando repetía lo mismo una y otra vez.

—¿Comeremos juntos? —Preguntó Renjun haciendo una pequeña mueca con sus labios.

—No, esta es mi última clase, me iré a casa de inmediato —Avisó él para luego acomodar su mochila sobre su hombro.

Jaemin salió de la sala de estudio y comenzó a caminar por el pasillo hacia los baños, necesitaba mojar su rostro pues aún era capaz de sentir como si este estuviera hinchado producto de su llanto la noche anterior, una vez que llego al baño, entró y cerró la puerta detrás de él, fue hasta los lavamanos y dio el agua para poder juntar un poco de agua entre sus manos, escuchando la puerta ser abierta mientras él se dedicaba a mojar su rostro por unos segundos.

—¿Qué es eso?

Luego de incorporar su cuerpo, tomó algo de papel de mano y comenzó a secar su rostro, notando a través del espejo como uno de esos chicos se inclinaba para recoger algo del suelo, luego de levantar su mirada pudo encontrarse con Jeno observando con algo de pánico la situación mientras asomaba apenas su cuerpo por la puerta del cubículo.

—Es un plumón, idiota —Se burló el otro chico se encargaba de tomar el objeto del suelo.

—Creo que he visto esto antes... —Comentó Soobin señalando la pluma de color azul mientras veía el chico quitarle la tapa, encontrándose con una fina y pequeña aguja en la punta—. Oh, mi abuelo tiene en casa por su enfermedad, es una pluma de insulina...

Jeno vio a través del espejo al par de chicos, provocando que rápidamente cerrara la puerta para evitar ser descubierto por ellos, por lo que como pudo se dispuso a inyectarse una de las plumas que tenía guardada, tratando de así poder calmar los malestares que la diabetes le había generado por su descuido, Jaemin giro levemente su rostro para encontrarse con aquel objeto que el chico había recogido del suelo, dando una fugaz mirada hacia la puerta del baño donde el mayor se encontraba escondido, por lo que con todo la seriedad del mundo se atrevió a girar su cuerpo hacia los dos chicos, presionando con fuerza la correa de su mochila.

—Es mío —Dijo él de repente, haciendo que los dos chicos presentes voltearan a verlo con sorpresa—. No me di cuenta cuando lo deje caer, gracias por encontrarlo...

—¿Por qué tendrías una pluma de insulina? —Cuestionó el chico algo confundido mientras miraba al ojiazul.

—Porque necesito usarla —Murmuró él frunciendo levemente su ceño ante lo estúpido que había sonado esa pregunta, si decía que era suya era por una razón, aunque fuese mentira.

—No luces como alguien que deba usar...

—¿Entonces debo lucir como el abuelo de Soobin? —Preguntó él frunciendo su ceño, sonriendo con algo de burla mientras extendía su mano para que le entregaran aquel objeto—. Yeonjun, te agradecería si me entregaras la pluma, no sabes lo que puedes provocar si no me la das...

—Es cierto, es mejor que se la des —Acotó Soobin haciendo una pequeña mueca con sus labios mientras miraba a su amigo—. Discúlpalo Jaemin, no sabe de enfermedades más que su estupidez...

El joven de sonrisa encantadora dio suaves palmadas en la espalda de su amigo cuando este volteo a verlo con el ceño fruncido, Yeonjun volvió a dirigir su mirada hacia el ojiazul, observándolo fijamente por unos segundos como si lo analizara, cosa que provocó que Jaemin lo observara con la misma expresión ante lo serio que lucía aquel chico, sin embargo este finalmente le entrego la pluma, yéndose con su amigo poco después.

El sonido del seguro de una puerta abrirse lo hizo incorporar su cuerpo, dejándolo ver a Jeno asomarse levemente por la puerta para verificar que estuviese cerrada, pero el azabache no hizo más que observar al de cabello claro, notando como la camiseta que llevaba puesta se encontraba alzada de un lado, dejando al descubierto parte de su abdomen y cintura, el ojiazul solo atinó a acercarse a este, notando como el mayor volteaba a verlo de inmediato, haciendo una pequeña mueca con sus labios como si lo hubiera descubierto en una situación vergonzosa, lo cual no dejaba de estar alejado de la realidad; luego de unos segundos extendió su mano, notando como el menor sacaba aquella pluma de insulina del interior de su bolsillo, dejándolo sobre su mano de inmediato.

—Deberías tener cuidado con estas cosas, deja de ser tan descuidado con respecto a tu salud —Regañó él para luego darse la media vuelta, siendo detenido por una fuerte mano que lo hizo darse la vuelta.

—¿Por qué lo hiciste? —Quiso saber el mayor, encarándolo como si hubiese hecho algo malo.

—A veces un simple gracias está bien —Murmuró él zafándose de golpe algo molesto, sin preocuparse por ocultarlo de sus brillantes ojos—. Pero creo que eso es demasiado pedir para alguien como tú

—Na Jaemin —Murmuró con un tono lleno de advertencia mientras tensaba su mandíbula.

—Ni siquiera en tus peores momentos dejas de ser un bastardo

Jeno tomó con fuerza un puñado de la sudadera que llevaba puesta, acercándolo como si estuviera dispuesto a molerlo a golpeas y cuando ambos estuvieron a punto de comenzar una tensa pelea, un fuerte grito en el pasillo los hizo alejarse de golpe, provocando que Jaemin empujará al rubio dentro del baño y que este golpeara su pecho con el puño por empujarlo, ambos se observaron en silenció por unos segundos, era tan asfixiante aquella tensión que el azabache no tardó en darse la media vuelta para poder marchase definitivamente.

Saekki •NoMin• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora