Saekki •NoMin•

36. Animos y Regaños

—¿Puedo saber que te dijeron? No es normal verte así de callado —Quiso saber Mark mientras tomaba asiento en el borde del sofá, observándolo mientras él se dedicaba a observar por la ventana de la sala.

—...Querían hablar sobre alguien —Contó él girando su cuerpo para ver al mayor, haciendo una pequeña mueca al ver al mayor alzar un poco sus cejas—. ¿De verdad la tía vio o solo mentiste?

—Los vi, mamá no estaba en casa —Aclaró el mayor soltando un suspiro mientras se cruzaba de brazos.

—Que bueno, la verdad es que no quería que fuera a decirles a mis padres...

—¿Quiénes son esos chicos? puedes decírmelo, no le diré nada a la tía Sojung —Animó el de cabello azul mientras se levantaba para acercarse al menor.

Por mucho que no quisiera hablar del tema, sabía que podía confiar en Mark, aun si no necesitaba contar todo, él lo escucharía y le daría el apoyo necesario en lo que fuera, a pesar de los años que se distaciaron durante su niñez, cuando volvieron a reencontrarse aquel afecto y complicidad que tenían desde su infancia pareció no desaparecer.

Tenía la suficiente confianza con Mark como para contarle todo lo sucedido durante esos años, pero sinceramente estaba cansado de todo, volver a contar todo y recordarlo una vez más no era algo que le agradará, prefería guardarlo y olvidarlo lo antes posible.

—Fuimos amigos por un tiempo —Informó él desviando su mirada hacia un lado, pasando su mano por su brazo casi como si aquello lograda trasmitirle seguridad—. Querían hablar sobre Jeno...

—Jeno... el chico que venía contigo a casa —Dijo el mayor haciendo una pequeña mueca al no estar seguro de sus palabras.

—Si, nos alejamos hace mucho y pues... ellos empezaron a decir cosas que realmente no quería escuchar, me aleje de todos ellos hace mucho —Contó a medias el menor mientras tomaba asiento en el borde del sofá.

—Entiendo, no es necesario que me sigas contando algo que no quieres —Aclaró el de cabello azulado tomando asiento junto a él, dando leves palmadas en el hombro del menor mientras le dedicaba una sonrisa—. Ahora, Jaemin ¿Quién es ese lindo e irritable chico? Recuerdo que también solía venir a tu casa...

—Es DongHyuck y si, creó que una vez se toparon aquí en casa —Comentó él intentando recordar, cerrando sus ojos por unos segundos—. Oh, Haechan, dijo que se llamaba así en ese entonces...

—¿Ese chico es Haechan? —Preguntó el mayor abriendo sus ojos con sorpresa—. Entonces en relidad se llama DongHyuck...

—Si, ese lindo e irritable chico se llama DongHyuck —Comentó él alzando un poco sus cejas mientras observaba con atención al mayor.

Su cabello rubio se encontraba enmarañado entre sus dedos mientras él se dedicaba a procesar las palabras de sus amigos, estaba acabado, se encontraba mentalmente preparado para dejarse romper por lo mordaz que podía llegar a ser Jaemin cuando se lo proponía, se había estado dando ánimos para atreverse a hablar con él, pero sentía que todo acaba de arruinarse por completo.

—Queríamos hablar con él, pero no quiso escucharnos...

—¿Creen que iba a querer hacerlo después de lo que dijeron? —Cuestionó él levantando su rostro hacia sus dos amigos, observándolos con notoria molestia.

—Queríamos ayudarte —Aclaró Chenle frunciendo levemente el ceño.

—Entiendo que quisiera ayudarme, pero no les correspondía hacerlo, por favor chicos, llevo años haciendole la vida casi imposible por lo que sentía por mí, ni siquiera se detuvieron a pensar que lo primero que iba a pensar es que era una estupida broma —Aclaró él desviando su mirada mientras soltaba un pesado suspiro.

—Pero no esnuna broma, lo que sientes por el no es mentira —Acotó DongHyuck para luego hacer una mueca con sus labios mientras se cruzaba de brazos.

—No les correspondía el decirle eso, yo tenía que hacerlo, incluso si me manda al diablo, es mi asunto, yo tengo que hacerlo, no ustedes —Dijo él mientras se disponía a tomar asiento en el sofá—. Jaemin no va a querer verme...

—Tienes que hablar con él, Jeno —Intentó animarlo Chenle mientras se acercaba a él.

—Creo que ni siquiera debí contarles esto...

—¿Qué cosa? ¿Lo que sientes por Jaemin? —Cuestionó DongHyuck con un tono algo molesto—. Te has estado guardando lo que sientes por él todos estos años, tratándolo mal por miedo a que te gustaba tu amigo, él chico que sabía muchísimas cosas de ti, el chico que estuvo para ti incluso cuando no lo merecías ¿No te has puesto a pensar que él merece saber el porque has estado actuando como un bastardo con él?

—No merezco que me escuche...

—No mereces seguir atormentándote con ese miedo, sin importar la reacción de Jaemin ¿No crees que es momento de dejarlo salir y aceptarlo? —Quiso saber Chenle con un tono más suave mientras le dedicaba una mirada comprensiva, la verdad es que él no estaba muy lejos de aquello.