19. Interrogatorio Intenso

712 96 10
                                    

—Se que no debería, pero de verdad me dolió que dijera eso —Comentó Chenle mientras tomaba asiento sobre el sofá, cruzando sus piernas sobre este.

—¿Qué esperabas? No somos sus personas favoritas en el mundo —Dijo DongHyuck haciendo una pequeña mueca mientras se cruzaba de brazos—. Aun así se preocupa...

—Siempre fue así —Aclaró él mientras dejaba su mochila junto al sofá, haciendo una pequeña mueca mientras levantaba la camiseta celeste que el azabache le había prestado, un suspiro escapo de sus labios mientras observaba el hematoma que lo atormentaba con cada movimiento que hacía.

—Oh, maldición ¿Quién rayos hizo ese? —Cuestionó Chenle enseñando una expresión llena de dolor, como si fuera capaz de sentirlo.

—Fue Heeseung —Dijo él restándole importancia mientras bajaba la camiseta—. Entonces... ¿Qué hacen aquí?

—Eso es una pregunta muy estúpida, queremos que nos expliques eso de la diabetes, lo que paso, Jaemin, todo —Respondió DongHyuck sin rodeos.

Jeno los observo por unos segundos para luego soltar un suspiró mientras se sentaba en el respaldo del sillón, colocando ambas manos sobre su regazo mientras trataba de buscar las palabras para explicarlo de la mejor manera.

—Bueno yo... sí tengo diabetes desde muchos años, mi abuela materna tiene diabetes y a pesar de que la probabilidad de que sufriera diabetes era muy baja, alrededor de los catorce me diagnosticaron con diabetes del tipo uno —Comentó él mientras miraba a los dos menores con algo de nerviosismo.

—La poca insulina que produce tu páncreas —Murmuró DongHyuck mientras se cruzaba de brazos, sin llegar a notar la pequeña sonrisa en el rostro del mayor, no esperaba que buscaran sobre eso—. Entonces por eso te llevabas bien con Jaemin, porque los compartían el mismo secreto...

—Jaemin no tiene diabetes, dijeron eso porque me ayudo, la pluma que encontraron esos chicos era mía, se cayó de mis manos y cuando salí a buscarla, ese chico ya la tenía, Jaemin me vio y dijo que era suya —Comentó él mientras se cruzaba de brazos—. Él se enteró tiempo después de que nos hiciéramos amigos, una de las tantas veces que nos quedamos en mi casa luego de clases, no porque yo le dijera, mis papás le dijeron.

—Está bien, no reclamare nada, entiendo que pensaras que diríamos alguna estupidez como Jimin y sus amigas —Dijo Chenle haciendo una pequeña mueca con sus labios.

—No es eso, no les dije porque no era necesario...

—Si lo hubiésemos sabido no hubiéramos cuestionado cada vez que no aceptabas comer o beber algo, habríamos sido conscientes de que lo hacías por tu salud —Comentó DongHyuck mientras soltaba un suspiro—. Por eso Jaemin siempre preparaba algo diferente, sabía lo que tenías y te estaba cuidando, como siempre...

—¿Podríamos... dejar de hablar de Jaemin? —Preguntó él sonando más como una petición que como pregunta.

—No, quiero saber cómo es que terminaste en su casa —Aclaró esta vez el de cabello naranja acomodándose en el sofá.

—Me negué a ir al hospital, pero la señora Na es doctora, por eso me llevo, no me sentía bien por la hipoglucemia y él vio los golpes... decidió llevarme y simplemente ella no quería que me fuera —Confesó él mientras fruncía levemente su ceño.

—Creo que han pasado siglos desde la última vez que vi a la señora Na —Murmuró DongHyuck mientras ladeaba su cabeza.

—Lo sé...

Jeno estuvo a punto de continuar hablando cuando de repente su timbre sonó, Chenle ni siquiera dudo en levantarse a abrir la puerta, regresando con cara de pocos amigos, siendo seguido por Yoo Jimin, quien no dudo en abalanzarse sobre el cuerpo del rubio, provocando que soltará un alarido, sosteniendo su cuerpo con su brazo apoyándolo en el otro extremo del sillón.

—Oh por dios, lo siento —Se disculpó ella llevando ambas manos a su rostro—. Estaba preocupada, no respondías mis llamadas, vine a verte, pero no abrías...

— Tal vez simplemente no quería hablar contigo —Murmuró mordazmente el de cabello anaranjado mientras se cruzaba de brazos.

—¿Dónde estabas? Ayer... estaba aterrada, vi como te golpearon esos idiotas y yo, no pude encontrarte —Dijo ella tomando su rostro con ambas manos.

—Fue al hospital, me quede sin batería y no salí hasta hoy —Mintió él mientras dirigía fugazmente su mirada hacia los dos menores—. Los chicos me acompañaron hasta entonces

—Debieron decirme —Reclamó ella volteando hacia los dos chicos que rodaron sus ojos.

—Sigo molesto por lo que hiciste Jimin, que no se te olvide —Aclaró él levantándose del sofá mientras se quejaba.

—Pero, Jeno...

—La verdad es que quiero descansar —Dijo él mientras pasaba una mano por su cabello—. Tal vez te llame luego

—¿Me estás echando? —Preguntó ella frunciendo sus cejas levemente.

—No Jimin, estoy diciéndote que quiero descansar, que espero que entiendas que quiero estar solo hasta sentirme mejor, necesito pensar —Acotó él soltando un pequeño suspiro.

—¿Pensar qué?

En él.

—...Muchas cosas —Dijo él bajando su mirada por unos segundos, tratando de alejar aquel pensamiento de su mente.

—Bueno, nosotros nos vamos, nos vemos —Murmuró el castaño apoyando una de sus manos sobre el hombro de mayor al pasar junto a él.

—Está bien, hablamos luego —Dijo él asintiendo levemente mientras hacia una pequeña mueca con sus labios—. Gracias por apoyarme...

—No es algo que debas agradecer —Comentó Chenle sonriendo levemente para luego dirigirse hacia la puerta y desaparecer por esta.

Jeno soltó un pequeño suspiro para luego dirigir su mirada hacia la castaña, casi rogando porqué esta se marchara, de verdad quería descansar, quería estar tranquilo y pensar, planeaba tomarse todo el fin de semana para eso, definitivamente lo iba a hacer, sin importar qué.

—¿De verdad estuviste en un hospital? O ¿Simplemente no quisiste abrir la puerta? —Quiso saber la castaña cruzándose de brazos.

—Por favor no empieces —Pidió mientras se daba la vuelta para poder caminar por el amplio departamento hasta su habitación.

—Es que no entiendo, soy tu chica y te fuiste sin avisar, los idiotas de tus amigos no respondían mis mensajes, estaba preocupada y no sabía nada de ti —Reclamó la castaña mientras lo seguía.

—Bien, ya estoy aquí, ahora déjame descansar —Rogó él mientras buscaba su cargador, enchufándolo para poder dejar su celular sobre la mesita de noche, comenzado a acostar en esta con cuidado.

—Necesitamos hablar...

—No, no quiero hablar ahora Jimin —Aclaró él alzando su voz mientras la observaba fijamente—. Detente, no quería sonar grosero antes, pero vete, quiero estar solo, déjame solo.

Saekki •NoMin• Where stories live. Discover now