23. Reclamos Del Pasado

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 —¿Me dirás que sucede?

La voz de Renjun llego a sus oídos, haciendo que él apartara su mirada de la ventana que les daba una increíble vista al patio del campus, este volteó a verlo por unos segundos, sonriendo levemente en un intento de calmar al mayor, quien realmente lucía preocupado y la verdad él no quería seguir siendo un problema para sus amigos.

—No es nada, la verdad anoche no pude dormir bien, solo eso —Comentó él mientras daba una rápida mirada a la sala de estudio.

—¿Y eso a que se debe? —Quiso saber el mayor observándolo por unos segundos.

—No lo sé, solo intentaba dormir, pero despertaba luego de cinco minutos, siento como si no hubiera dormido realmente nada durante todo el fin de semana —Mintió, aunque no del todo, había algo de verdad en sus palabras.

—Entiendo, tal vez sea preocupación porque este es tu último semestre y luego comenzaras a ser todo un actor profesional —Dijo Renjun sonriendo ampliamente mientras se levantaba su silla.

—Por supuesto... puede ser eso —Murmuró él soltando una pequeña risa mientras observaba al mayor—. ¿Tienes clase?

—Si, tengo que irme —Afirmó el mayor mientras acomodaba la mochila sobre sus hombros.

—Te acompaño, iré a la biblioteca a esperar hasta mi próxima clase —Dijo él haciendo una pequeña mueca mientras se levantaba y tomaba sus cosas.

Ambos se dispusieron a salir de la cafetería, caminando por el pasillo en dirección al ascensor, una vez que estuvieron allí presionaron los botones del piso en el que bajan mientras charlaban un poco sobre la clase importante que tenía el mayor en un par de minutos, Jaemin antes de entrar a la carrera de actuación de verdad había debatido mucho consigo mismo entre diferentes carreras del área de las artes, entre ellas la literatura y a pesar de no haberla elegido, seguía siendo algo que le fascinaba, por lo mismo se le hacía imposible no emocionarse cada vez que Renjun y él iniciaban un tema con respecto a las clases y actividades que el mayor solía tener.

El ascensor de repente se abrió, interrumpiendo aquella conversación mientras el mayor se disponía a salir de allí, despidiéndose con un movimiento de mano antes de que las puertas se cerraran frente a él, el azabache soltó un pequeño suspiro cuando el ascensor volvió a detenerse, abriendo sus puertas, dejándole ver al rubio que se encontraba del otro lado.

Su cuerpo se congeló por completo cuando sus miradas se cruzaban, desviándola rápidamente en intento de escapar y salir de allí, pero de repente sintió la mano del rubio jalarlo de regreso a su lugar mientras él se zafaba bruscamente de aquel agarré.

—Quiero hablar contigo...

—Yo no, así que déjame tranquilo —Intervino él acercándose a la puerta al ver que estaba llegando a su destino.

Jeno estuvo a punto de reclamar cuando las puertas del ascensor se abrieron, titubeando entre si seguirlo o no, y es que de verdad necesitaba aclarar las cosas, incluso cuando ni siquiera él tenía claro absolutamente nada, de repente se encontraba caminando por el pasillo, entrando a la biblioteca detrás del azabache, solo con intenciones de rogarle al menor que guarda silencio.

Avanzó entre los estantes mientras observaba con disimulo a las dos personas que se encontraban dentro de la biblioteca, demasiado perdidas en su mundo como para notarlo, dirigió su mirada hacia el estante, tomando un libro mediano para luego observar a su alrededor mientras se dirigía a la mesa donde se encontraba el chico, viendo a este levantarse cuando lo vio acercarse.

—Si te vas no te va a gustar lo que haré —Amenazó él tomando asiento sin mirarlo, ni siquiera había pensado en que decir, pero sabía que sus amenazas eran la única manera de llamar su atención—. Siéntate

Jeno pudo ver de reojo como la mano del menor se volvía un puño, quedándose inmóvil por un momento antes de finalmente tomar asiento del otro lado de la mesa, con si mirada fija sobre la mesa mientras volteaba a verlo.

—Tienes un minuto —Sentenció el azabache, tratando de mantener la calma para no ser escuchado por la chica que se encontraba en a dos mesas de ellos.

—Necesito hablar contigo sobre lo que paso hace unos días —Comentó él viendo al menor levantarse de su silla, rápidamente tomó su brazo jalándolo para que volviera a sentarse.

—Te dije que no iba a decir nada de Jimin...

—No es por eso, de todos modos, ya te lo explique, ella empezó a actuar como una loca —Intentó defenderse mientras se dedicaba a mirar el libro que tenía sobre la mesa.

—No me interesa lo que pase entre Jimin y tú Dijo el menor frunciendo levemente su ceño mientras lo observaba.

—Me refiero a lo que paso entre nosotros, Jaemin —Murmuró Jeno mirándolo por unos segundos, algo nervioso mientras trataba de buscar las palabras correctas—. No puedes contarle a nadie, te lo suplico...

—¿Por qué le diría a alguien? Que me hayas besado es la segunda humillación que pude haber tenido en toda mi vida —Interrumpió el azabache mientras desviaba su mirada.

—Tú también me besaste, respondiste mi beso de la misma manera que yo...

—Es diferente —Gruñó Jaemin observándolo con desesperación, sintiendo sus ojos cristalizarse de inmediato—. Eres consciente de mis sentimientos y aun así lo hiciste, ni siquiera eres capaz de pensar en lo humillante que es saber que la persona que te gusta te beso, después de todo lo que me has hecho ¿Si quiera te das cuenta de lo egoísta que fue eso?

—¿Quieres que me disculpe? —Quiso saber él observándolo fijamente mientras giraba su cuerpo hacia él—. No sé porque lo hice, lo único que sé es que te bese y después de todo este tiempo me hizo sentir de la misma manera que la primera vez que lo hice, no siento culpa ni arrepentimiento, no puedo pedir disculpas si no me nace...

—Lo único que te nace es ser un completo imbécil, un bastardo que solo piensa en sí mismo —Atacó el azabache desviando su mirada parpadeaba levemente negándose a derramar alguna lágrima frente a él.

—Tienes razón, pero si soy así es porque demasiada gente me utiliza y saca provecho de mí, de repente éramos cercanos y te alejaste, sin ninguna explicación, me hiciste darme cuenta de que realmente nadie está para mí cuando realmente lo necesitaba...

—Eres la persona más miserable que he conocido en mi vida... hablas como si las cosas he hecho por ti no valieran nada.

—Te alejaste de mí —Reclamó él abriendo levemente sus ojos mientras sentía estos arder, cristalizándose poco después bajo la atenta mirada del azabache—. Ni siquiera fuiste capaz de decirme el porqué, te marchaste y de repente eras cercano con ese imbécil, mi abuelo murió, todo se vino abajo en mi familia y tú no estabas allí, estabas riendo como un idiota con Renjun, no fuiste capaz de ver lo mal que estaba, eras la única persona en quien confiaba lo suficiente como para poder desahogarme y estabas con otro...

—Yo no tenía la culpa de nada de eso —Murmuró Jaemin negando mientras lo observaba con atención, abriendo levemente sus labios para poder respirar ante el doloroso nudo que tenía en su garganta antes de continuar—. No merecía que me humillaras frente a todos solo porque no podías con tu vida en ese momento... fue ella quien se encargó de alejarnos más, diciendo mierda de mi todo el tiempo, metiéndote cosas en la cabeza, te dejaste llevar por tus emociones sin saber el daño que me ibas a causar durante todo este tiempo.

—Hasta el día de hoy no eres capaz de poner ni siquiera una excusa, tú me dejaste solo, Jaemin...

Saekki •NoMin• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora