Nosotros cuidaremos de ti

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Prólogo: Cuando pierdes tu partido de hockey sobre hielo, los chicos hacen de todo para levantarte el ánimo.

karen1582002

Letra negrita = Marc.
Letra cursiva = Jake.
Letra subrayada = Steven.

Al momento en el que el partido terminó y anunciaron la victoria del equipo contra el que estabas jugando, los chicos supieron de inmediato que necesitarías de su ayuda y contención.

Jake era quien tenía el control del cuerpo en ese momento, así que se apresuró para ir a esperarte fuera de la sala donde se cambiaban para llevarte a su taxi y de vuelta a casa.

Saliste de la habitación con tu bolso en el hombro y una mirada triste, así que Jake se te acercó y tomó el bolso para llevarlo él.

Hola, mi dama. ¿Lista para irse?–Te preguntó con suavidad, tomando tú rostro en ambas de sus manos.

Tu solo asentiste con la cabeza en respuesta. Jake besó tu frente, y tomó tu mano para caminar hacia su taxi.

Durante todo el camino, permaneciste callada. Ni si quiera cantaste las canciones de la playlist de Jake que había hecho para los dos. Él mantuvo su mano en tú pierna en todo momento, acariciandola mientras la tuya también estaba en su mano.

Una vez entraron en su departamento, Jake te dio un último beso en los labios, y en mitad de éste, pudiste sentir como cambiaba de lugares con uno de los otros dos.

Hola, mi amor... ya te estaba extrañando.–Te dijo con una pequeña sonrisa, apartando los mechones de cabello que habían en tu rostro.

–Yo también te extrañé...–Susurraste abrazándolo y escondiendo tu rostro en su cuello.–Estoy sudando, lo siento.–

Marc soltó una pequeña risita, y te abrazó aún más fuerte, dejando besos en tú cabeza.

¿Y tú de verdad crees que eso me importa? Sabes que hemos hecho cosas más sucias que abrazarnos mientras sudas.–Su comentario te hizo reír ligeramente, lo cual le trajo una sonrisa al rostro.

Se alejó un poco de ti y dejó sus manos en tú cuello a ambos lados, para verte a los ojos.

Hagamos esto. Ve a darte una ducha, mientras yo caliento la comida del almuerzo que Steven preparó, y así comemos juntos. ¿Te parece?

–No tienes que hacer esto, Marc. Está bien, solo fue un estúpido juego.–Le dijiste con una pequeña sonrisa, bajando la mirada.

Marc volvió a levantar tu cabeza para que le vieras a los ojos.

, pero ese "estúpido juego" te importaba muchísimo. Y tu me importas a mi. Así que vas a ir al baño, te vas a dar una muy merecida ducha, y después ambos comeremos sentados en el sillón viendo tu película favorita. ¿De acuerdo? Y no voy a aceptar un no como respuesta.

Volviste a reír suavemente, y te acercaste para besar sus labios con delicadeza.

–¿Y no podemos comer antes de ducharme? Es que estoy hambrienta.

Marc rodó los ojos de forma juguetona, y besó tu frente para después tomar tu mano y guiarla hasta la cocina.

Sabes que no puedo decirte que no.

Ambos comieron viendo la película, y una vez terminaron, te levantaste y te fuiste al baño mientras él limpiaba todo.

Te tomaste un par de minutos más en la ducha, dejando que el agua caliente te ayudara a relajar tus músculos, y cuando saliste, no era Marc quien estaba dentro del baño dejando tu ropa sobre la tapa del inodoro, era Steven.

Al verte desnuda, sus mejillas se pusieron ligeramente rojas y apartó la mirada rápidamente, entregándote la toalla.

L-lo siento, querida. E-es solo que olvidaste tus cosas encima de la cama y las quise traer para ti.–Habló rápidamente, a la vez que comenzabas a secarte y reías con ligereza.

–Steven, me has visto desnuda más veces de las que podemos contar, no es necesario que apartes la mirada.–Saliste de la ducha y dejaste la toalla en el lavamanos, para después caminar hacia él para abrazarlo por atrás, dejando besos en su cuello.

C-claro... si es cierto... solo no quería hacerte sentir incómoda.–Se dio vuelta y te ofreció esa sonrisa que tanto amabas, viéndote con esos ojos que solo podían demostrar amor hacia ti.–¿T-te gustaría que te dé un masaje? Y-ya sabes... no es por ser pervertido ni nada, solo creí que tal vez podría ayudar a relajarte después del partido. Pero si no quieres está bien, completamente. Yo entiendo que

Le interrumpiste besando sus labios, a la vez que él te abrazaba por la cintura y acariciaba tu piel con mucha delicadeza, como si estuvieras hecha de cristal.

–Tu jamás podrías hacerme sentir incómoda, mi Steven con V. Ninguno de ustedes tres.–Le dijiste con una pequeña sonrisa, para después darle otro beso rápido y alejarte de él para ponerte la ropa interior.

Steven simplemente te observaba con una sonrisa, y una vez estuviste lista, te guió hasta la cama y te hizo recostarte boca abajo, mientras buscaba su caja llena de escensias y cremas especiales para momentos como éste. Incluso prendió hasta una vela aromática de las que Jake te traía.

Comenzó a darte masajes por todo el cuerpo. La espalda, brazos, cuello manos, piernas, pies, y básicamente donde se lo permitieras. Y una vez terminó, te ayudó a vestirte y te dejó en la cama mientras guardaba las cosas y se ponía él mismo sus pijamas.

Se metió en la cama y se recostó a tu lado, acercándote a él para que dejaras tu cabeza en su pecho, y así él poder acariciarla y jugar con tu cabello para que pudieras dormir.

¿Cómo te sientes, querida?–Te preguntó con voz suave, dejando besos donde pudiera alcanzar.

–Mucho mejor ahora... gracias... a los tres por estar conmigo...–Susurraste mientras una pequeña lágrimas corría por tu mejilla.

No tiene porqué agradecernos, mi dama. Siempre vamos a estar aquí para usted.–Jake dejó un beso en tu cabeza.

No importa lo que pase, tu siempre vas a ser nuestra prioridad número uno, mi amor.–Marc también dejó un beso en tu cabeza.

Eres lo mejor que nos ha pasado, querida. Y créeme que no sabríamos dónde estaríamos o qué estaríamos haciendo sí no estuvieras aquí.–Rió ligeramente, acurrucándose contigo y besando donde pudiera alcanzar.

Moon KnightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora