Capítulo 50

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Eva se encontraba destrozada por la noticia de Elizabeth, tanto ella como Aurora se habían enterado ya que el tío de Elizabeth había decidió hacer una denuncia pública por la situación que había ocurrido y prácticamente ahora Jason de quién nadie sabía absolutamente nada, era un prófugo buscado para ser llevado a corte, ya que Elizabeth se encontraba en coma y las noticias que daban los doctores eran poco alentadoras.

A raíz de eso Aurora ya no había invitado para nada a Eva para ir a su casa, había marcado una raya muy grande entre las dos y recordaba a cada una de las palabras que le había dicho en la última discusión que tuvieron.

—Todo esto fue tu culpa Eva—. Le amenazó ella mientras le señalaba despectivamente con lágrimas en los ojos—. Por tu culpa Jason está siendo buscado por la policía.

—¿Mi culpa?—. le dijo cínicamente Eva mientras se reía y después la señalaba tal y como ella lo estaba haciendo—. Fue completamente su culpa, yo no le dije que lo hiciera.

—Que quede en tu consciencia que por querer salvar tu pellejo, Elizabeth está en ese estado por tu culpa—. Recordó que eso fue lo último que le dijo Aurora antes de cerrarle la puerta en la cara.

El padre de Eva prácticamente le había obligado a asistir a unas vacaciones que pasaría con su familia, se sentía frustrada porque de cierta forma ella había provocado que Elizabeth estaba en el hospital, pero sabía que tenía obligaciones con el mundo, así que fingió sentirse bien y se encaminó a sus clases usuales, sabía que su padre estaba haciendo un poco esfuerzo con su educación, pero para él, ella jamás era lo suficiente.

Agradecía profundamente el no tener hermanos, ya que sería incluso más desastroso para su propia autoestima en ser criticado con alguien que compartía un vínculo sanguíneo, constantemente solía mirar al techo, preguntándose la razón de por qué su padre era de esa forma, un hombre tan manipulador y autoritario.

Quizás había sido así con su padre, una cadena eterna de infancias tristes y solitarias, pero no podía comprender como alguien que había vivido de primera mano tales maltratos sería replicado de esos mismos maltratos pero para un ser humano con el que tenía un parentesco.

Su familia siempre había sido muy devota, por lo que la iglesia siempre fue la primera opción, incluso antes que su propia felicidad, sabía que en algunos aspectos de su vida su padre estaba insatisfecho, pero no lo reconocía o pretendía no saber, ya que eso llevaba a un fracaso de los planes de dios, que siempre eran correctos y al mejor tiempo.

Para ella, la religión no era su salvadora, dios le había dado la espalda en múltiples ocasiones, cuando pidió que su padre parase de hacerle daño con las colillas de cigarro que eran puestas en su cuerpo, cuando su padre golpeó a su madre al punto de que la policía local tuvo que interrumpir y él tuviese que escapar del pueblo por una semana para después regresar a la siguiente pretendiendo que nada pasó.

Pero algo que jamás le perdonaría era aquel sentimiento de culpa que constantemente sentía cuando veía a Lucía mientras ellas dos tuvieron su primer amor, el cariño que le tenía era tan puro que todo eso que escuchaba de su padre decir de la gente desviada, le era incluso sorprendente, y muchas veces solía separarse de dicha situación, como si ella no fuese la que estuvo saliendo con una chica durante un año completo a escondidas.

Le costó mucho aceptar si quiera que le gustaban solo las chicas, solía rezar constantemente, ayunar, e incluso llegó a infligirse daño al punto de solicitar por medio de la oración que le quitasen aquella "enfermedad" que no la dejaría vivir una vida cómoda entre su felicidad amorosa y la felicidad con la familia que le había tocado crecer.

Otro problema radicaba que no podía tolerar a los hombres, al menos para poder llegar a salir con cualquiera de ellos, sentía incomodidad el estar alrededor de ellos con ese tipo de relación, con sus amigos varones era otra situación, pero si ellos decidían cruzar aquella línea de amistad fuertemente trazada por Eva, ella los alejaba por el sentimiento de incomodidad de tener la posibilidad de salir con un chico, repudiaba esa idea.

AfueraOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz