Afuera

Capítulo 46

Jordan sentía que las cosas se le venían encima, en ese momento se encontraba en el departamento de Aurora mientras se ponía la camisa que traía, la chica descansaba plácidamente en la habitación en donde estaban, por lo que él se levantó, pero algo captó la atención del chico de inmediato.

Aquel hombre se acomodó la ropa mientras descubría de una pila de libros un pequeño sobre color lila del que solo había visto una de las esquinas, se sorprendió al ver aquella carta que estaba escrita a mano, era una letra algo estilizada para su gusto, pero era lo suficientemente observador como para percatarse que aquella letra no era de Aurora, busco en el sobre por alguna pista de quien podría ser aquella letra, pero solo en la dedicatoria había una E.

Comenzó a leer el contenido de aquella carta que tenía una ortografía bastante buena, junto a una escritura lo suficientemente pulcra para que fuese envidiable, pero lo que más le sorprendió es la forma en que aquella persona le escribía a Aurora.

Querida Aurora:

Es un poco triste para mí no ser capaz de verte, mis padres han llegado a la ciudad y tendré problemas si busco alguna excusa para estar contigo.
¿Es raro decir que extraño tus brazos? Tus abrazos son lo suficientemente cálidos para poder perderme en ellos.

Te extraño, E.

Al leer la carta, Jordan la arrugó con molestia mientras comenzaba a pensar, ¿cuál podría ser el chico que estuviese detrás de ella? ¿había algún chico en el tiempo que ellos estaban en una relación? No podía saberlo, la carta ni siquiera tenía fecha para poder saber si era reciente, pero por la cercanía que tenía la carta la respuesta más probable era que sí, él tomó la carta y la guardó en su bolsillo.

Aprovechó el pesado sueño que tenía Aurora por lo que decidió seguir hurgando en su escritorio, percatándose que había más cartas como esas y al revisar una por una en busca de las pistas sobre aquel susodicho, no pudo encontrar nada, lo único que sabía era que la misma persona las había escrito debido a que la dedicatoria y escritura de las cartas era la misma de la primera que había encontrado, por lo que tomó lo que había encontrado y decidió guardarlo en sus bolsillos para irse de aquella casa.

Procuró salir de a casa de aquella chica mientras los pensamientos le carcomían, podía usar aquella carta de amor para terminar aquella relación que tenía con la chica, la quería mucho, pero le tenía miedo a Elizabeth, aquella mujer rubia quién en el pasado le había rechazado, lo tenía en sus manos y le estaba jugando malas pasadas con su propia mente que tendía a sobre pensar todo.

Él había intentado terminar a relación con Aurora admitiendo el hecho de haberla engañado en varias ocasiones en los periodos en los que ambos habían estado en una relación, pero a aquella chica no le había importado y le había perdonado como si nada.

Por lo que él optaría por otra estrategia, si aquella mujer no había aceptado aquellos datos de infidelidad en la relación, él sacaría aquellas cartas, dejaría a aquella mujer ante la espada y la pared, incluso si para él le parecía una persona perfecta para permanecer juntos por varios años, se percató el mismo de lo que había pensado.

No podía creer que pensar siquiera que deseaba continuar aquella relación por más años, las cosas se habían enfriado bastante entre los dos, no era como al inicio o las primeras veces que habían regresado, ya no se encontraban implicados los sentimientos de ambos, desde hace tiempo él lo sabía pero no deseaba admitirlo, Aurora no era completamente suya, había alguien que estaba ocupando ese lugar, cosa que hería su orgullo.

Desde aquel día no había vuelto a hablar con Thomas y ellos jamás habían tenido la costumbre de hablar fuera de las cuatro paredes del departamento, cosa que hizo sentir un poco miserable al chico, por primera vez había encontrado un lugar en donde nunca se sintió señalado incluso si en varias ocasiones tenía que recurrir al alcohol para poder darse un impulso de valentía.