Capítulo 43

40 6 0
                                    

Thomas se encontraba en ese momento vistiéndose mientras veía al chico que había atraído aquella noche, su rostro se mostró con una sonrisa al ver aquella chaqueta que tenía el nombre de aquel chico escrito. En ese momento veía su habitación que estaba un poco desordenada, pero sabía que limpiaría en la mañana, tenía la seguridad que no había nadie en la casa, había hablado con Lucía por el teléfono que estaba en casa de Elizabeth, que no regresara casa que había llegado un chico y sería un problema si ella llegaba.

Había pasado una buena noche, sería un mentiroso si lo negara, pero el hombre seguía durmiendo, por lo que lo movió un poco, cosa que hizo que se molestara un poco, removiéndose en la cama, volviéndose a cubrir con la manta.

—Jordan, ya son las diez—. El hombre abrió sus ojos de golpe al reaccionar por la hora que era pero al escuchar las siguientes palabras se dio la vuelta para acostarse nuevamente—. Pero es sábado.

—Déjame dormir cinco minutos más, hoy es mi día libre y tengo que hacer cosas en la noche—. Replicó con una voz ronca mientras Thomas ya se había terminado de vestir.

—A las once llega mi compañera de cuarto—. Le dijo él al salir de la habitación—. Es tu problema si te la encuentras de frente.

Al ver que el hombre no le respondió decidió salir a tomar un poco de café frío que había comprado en la despensa de hace varios días, comenzó a negar mientras le daba un gran sorbo pensando cómo se habían dado las cosas, aquel hombre había llegado a su casa con unas cuantas cervezas a su casa.

Ambos se pusieron a tomar mientras platicaba alegremente aquella noche, era una relación que afuera jamás se reunían, siempre él solía llegar a la hora en la que Thomas regresaba de trabajar del restaurante Lucali, se sorprendió verlo afuera del departamento; por lo que le abrió de inmediato. Siempre que Jordan se acostaba con Thomas necesitaba un poco de la ayuda el alcohol para estar desinhibido de sus pensamientos fuesen centrarse únicamente en aquel hombre que le ofrecía siempre su cuerpo.

Thomas decidió en aprovechar en lavar un poco de los platos sucios que había en el fregadero de la cocina, unos cuantos vasos y cubiertos que dejó escurriendo para después ponerse a levantar las cosas que estuviesen regadas en la pequeña sala que tenía aquel departamento del que no pasaría tanto tiempo en el por aquella beca que había logrado recibir por unas cartas que había mandado por atrás para poder entrar a algunos programas, pero solo uno de ellos le regresó la llamada así que en menos de unos dos meses se iría.

—Tengo que irme—. La voz de Jordan irrumpió la nube de pensamientos en la que se encontraba aquel chico, pero antes de irse como solía hacer le depositó un largo beso en los labios de aquel chico quién aceptó gustoso—. Luego me daré una vuelta por acá.

Ni corto ni perezoso tal como había llegado el chico se había ido, prefería que las cosas siguieran de ese modo, aquel hombre no era muy exigente, además era muy limpio. Thomas sabía que si incluso ya había regresado con Aurora Grant, no era él el responsable de decirle de las diferentes personas que se acostaba con aquel hombre blanco que tenía unos ojos verdes que siempre le recorrían con una sensual lentitud.

Además él no quería ser la razón que aquel hombre se volviese agresivo con él, ya tenía suficiente con los locos homofóbicos que hacían cada cosa para asustarle, no deseaba sumarlo a su lista a una persona tan agresiva como él, eso había sido lo primero que Elizabeth le había dicho tan pronto aquel hombre se sintiese lo suficientemente cómodo de decirle que se estaba acostando con un novio de sus amigas.

—Te recomiendo que comas en silencio y no le digas nadie una palabra sobre esto—. Le dijo la rubia una temporada atrás mientras así hablaba susurrando para que nadie más escuchase—. Esos dos no terminaran su relación aunque tengan mil pruebas del otro, así que tu finge no saber nada, porque no es tu responsabilidad, es solo de ellos dos.

AfueraWhere stories live. Discover now