Capítulo 13

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Elizabeth había llevado de regreso a Lucía a casa de Thomas, quién abrió la puerta muy apenado mientras se frotaba la nuca, ya lo había regañado por un buen rato Alex antes de que llegasen la chicas, ya que él se había enrollado con un chico la noche anterior, le agradeció de profundo corazón que la cuidara todo el tiempo que ya no se iba a repetir la situación, Elizabeth se despidió de Lucía, esperando que no fuese la última vez que la viera, había pasado un buen tiempo en que había tenido una conversación buena, incluso si se había quedado en la casa de la rubia, ella había sido buena con ella, e incluso le había dejado dormir en su cama y la dueña de la casa durmió en otra habitación para no perturbar el sueño de Lucía.

—Ten—. Antes de ir que llegase Thomas, al bajar, Elizabeth le extendió un papelito con algo escrito en él—. Es el número de mi casa, cuando llegues a la tuya márcame, me preocupa lo irresponsable y olvidadizo que puede ser Thomas, no se te vaya a olvidar.

Tan pronto llegaron al departamento del chico, fue Thomas quien ayudó a Lucía a irse a la estación, ya que al no haberse quedado, ni siquiera tenía ropa para poder darle y que se diese una ducha, así que lo mejor que podía hacer era ir a casa para tomar una ducha, además que tenía que ir a trabajar a la peluquería, y como era el día libre de Thomas, decidió acompañarla hasta el departamento, para hablar con Alex, quién estaba enojado con él por haberse olvidado de la pequeña en la fiesta que fue lo primero que le pidió aquel fornido hombre y fue lo primero que se le olvidó.

Así que ambos partieron para la estación de tren, ya que el lugar si estaba un poco retirado, ya que él si estaba bañado y un poco arreglado, lo suficiente, por lo que decidieron regresar a Soho, para poder llegar a casa, fue un poco rápido, Lucía se sentía un poco sucia, llevaba la misma ropa desde la mañana anterior, que sabía que olía perfectamente a sudor y humo, pero deseaba llegar a casa para poder darse una buena ducha.

Había tenido una buena noche con Elizabeth, quién durmió en el sillón plegable que tenía su tío, y le dejó la cama a Lucía, quién durmió con sábanas limpias que la dueña de la casa le prestó, su tío no se encontraba en casa ya que había salido aparentemente, por lo que en la casa solo estaban ellas dos. Incluso había tenido oportunidad de visitar el taller, ya que era toda la primera planta de la casa, y en el segundo piso estaba la casa que era un poco más grande que el departamento de Alex y Roy.

Al llegar a casa después de unos cuántos minutos de estar en el metro por varias estaciones seguidas, tocaron la puerta con fuerza, quién abrió la puerta fue Alex, quién abrazó con mucha emoción a Lucía.

—Qué bueno que llegaste—. Le respondió Roy a lo lejos mientras Alex la seguía abrazando—. Ambos estábamos preocupados por ti, ya que ni Thomas sabía en donde te habías quedado y me preocupe porque no regresabas a casa.

—Lo primero que te dije que no hicieras, es lo primero que haces —. Thomas también esperaba un abrazo , recibió un golpe en su hombro derecho—. ¿Te imaginas que algo le hubiera pasado a Lucía?

—Ya tendré más cuidado—. Le dijo Thomas ,mientras comprendía la gravedad de la situación y los posibles malos finales que le hubiesen pasado—. Pero quizás ella la pasó mejor que yo anoche.

—No quieras zafarte de esa forma—. Roy llegó con el periódico debajo de su brazo mientras tomaba su café con la otra mano—. Además, ella ni se ha duchado, vete a duchar Lucía, te calentaré el almuerzo.

Lucía le hizo caso a Roy, quién comenzó a regañar a Thomas al igual que Alex, ella decidió desvestirse con rapidez, pero al sentir el contacto del agua con su piel, se sintió relajada, sabía también que era fin de semana, por lo que en la peluquería abrían hasta después de mediodía, así que podía estar ayudando a los chicos sin preocuparse.

AfueraWhere stories live. Discover now