Por algo Tinder no es Rosado

sesenta y dos

— ¿Y cuándo se van? — preguntó un entusiasmado Taehyung.

Él y Jungkook habían llegado a la casa de su amigo, para ayudarle a hacer las maletas y cuidarlo mientras su esposo no estaba.

— El viernes, quiero decir pasado mañana. — respondió con una sonrisa el castaño — Por eso Yoonie tuvo que ir ahora a la empresa, y ayer fue a comprar unas cosas que nos hacían falta para el viaje.

Jungkook asintió comprendiendo.

— ¿No es peligroso que viajes en cinta? — preguntó preocupado.

— La doctora dijo que no. De todos modos apenas tengo seis meses, vendremos justo a tiempo para el babyshower. — sonrió.

El omega doblaba la ropa y la metía a la maleta, mientras Taehyung era quién se la pasaba del armario, y Jungkook metía en una maleta más pequeña los artículos de cuidado personal que el menor había preparado anteriormente.

Ya habían terminado con las maletas del alfa pálido, ahora solamente se habían quedado armando las maletas del castaño.

— Sí, porque si no vienen a tiempo, tu mamá los irá a buscar hasta donde estén para traerlos de la oreja. — añadió con diversión Taehyung.

Jimin asintió con los ojitos muy abiertos dándole la razón, mientras Jungkook sonreía divertido.

— ¿Cuánto tiempo estarán en cada lugar?

— Una semana en cada lugar. Yoonie contrató una agencia de esas que hacen tours, para que nos guiaran a los lugares que queremos conocer y no nos perdamos. — explicó con una sonrisa — Incluso ya tenemos los lugares donde nos vamos a hospedar y todo.

— ¿Entonces irán con otras personas a conocer los lugares? — preguntó ahora Taehyung.

— Nop. Yoonie contrató el servicio solo para nosotros dos.

— Woa~ — exclamó Jungkook — Eso suena costoso. — murmuró.

Jimin sonrió divertido.

— La próxima vez, los llevaremos con nosotros, ¿Si? — dijo con tono cariñoso — También llevaremos a Holly. — añadió con un puchero, viendo al cachorro que dormía pancita arriba en el hueco que se hacía enmedio de sus piernas, al estar cruzadas al estilo mariposa.

Permanecieron unos minutos en silencio, hasta que el omega gestante habló nuevamente.

— ¿Están seguros que no es una molestia quedarse acá hasta que volvamos? — preguntó ahora con tono nervioso.

— Por supuesto que no, Jiminnie. — respondió Jungkook, que terminaba de cerrar la pequeña maleta — De hecho, me sorprende que nos hayan dado esa confianza. — sonrió — Que hasta nos hayan dejado comernos su comida y traer a Yeontan.

Jimin rió suave.

— ¡Claro, bobo! ¿Cómo les pediríamos quedarse en la casa y no permitirles tocar la comida? Eso no tendría mucho sentido. — negó con diversión — De todos modos, toda esa comida se echaría a perder en un mes, y a Holly le gusta mucho estar con Yeontan, y Yoonie y yo confiamos en ustedes. — sonrió.

Taehyung dió un chillido emocionado, y se lanzó sobre su amigo para llenarle el rostro de besos, haciéndolo reír feliz por la muestra de cariño, y despertando a Holly que ladró, también exigiendo mimos.

Ambos omegas se vieron con una sonrisa, antes de empezar a llenar de besos y mimos al cachorrito que parecía explotar de emoción por la atención, haciendo reír a Jungkook.

Algo le decía que no dormirían mucho ese mes, al tener a Holly y a Yeontan bajo el mismo techo.

— La señora Kim vendrá dos veces por semana a limpiar, y lavar la ropa, así que no tienen que hacerlo. — explicó Jimin, mientras bajaban al primer piso — También vendrá una vez por semana a revisar la despensa y traerá más comida por si les hace falta alg-