cuarenta y siete

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🐱 • [y.m] • 🐥

Jimin revisaba por quinta vez la lista de la cosas que iban a necesitar, antes de dársela a su esposo y a su cuñado. Los tres, junto a Taehyung, habían decidido que para la reunión pedirían comida a domicilio, — de un restaurante reconocido, no comida rápida — pero como también tenían que dar bebida, y Taehyung y Jimin había insistido en dar postre, además de insistir en decorar, y sumado a ello tenían que comprar un comedor muchísimo más grande, para que todos cupieran y acomodarlo en el jardín, la lista poco a poco se había hecho más extensa.

— Cualquier cosa me llamas. — pidió el alfa pelinegro — Sino les contesto, llama a Jungkook. — ordenó, ahora viendo al omega pelirojo.

— Si, hyung, tranquilo. — habló con cariño el castaño, mientras le acariciaba el brazo y le extendía la lista — Solo ordenaremos algunas cosas, para no estar a prisa mañana.

— Y no dejaré que haga esfuerzo físico. — añadió Taehyung con gesto serio y decidido — Él solo me dirá lo que quiere y yo lo haré.

Jungkook sonrió enternecido por lo adorable que se veía su pareja, se acercó y le besó de forma corta los labios, para luego girarse hacía su cuñado y besarle la frente.

— Confíamos en ustedes. Y no se preocupen, cualquier duda, también les llamaremos. — sonrió — Yo manejo. — gritó a su hermano cuando ya iba por la puerta, tomando las llaves del coche de este.

Yoongi sonrió de lado, guardo la lista en su chaqueta y se giró hacía su omega nuevamente.

— Te amo, nos vemos en unas horas. — sonrió.

Se acercó a su adorable esposo y lo besó con suavidad y delicadeza, tomándolo del rostro con una mano, y con la otra acariciando el suave vientre.

Cuando se separó, rió al ver al pelirojo frente a la puerta de vidrio del jardín, pretendiendo ver algo en el exterior.

— Adiós a tí también, Tae. — se despidió divertido — No olviden almorzar a la hora.

El alfa salió por donde su hermano se había ido, cerrando la puerta tras de sí. Taehyung sonrió y se apresuró hacia su mejor amigo, abrazándolo por la espalda y olisqueando su cabello y cuello.

— Jiminnie, hueles aún más dulce ahora~ — chilló emocionado — Estoy seguro que serán niñas... O por lo menos uno de ellos. — asintió confiado.

El omega rió, y se dejó guíar al sillón, donde ambos tomaron asiento, y el castaño simplemente se dejó mimar por su mejor amigo, que lo abrazaba y restregaba sus mejillas como un gatito.

— Debemos ordenar, y preparar algo rápido para la cena. — le recordó el menor al pelirojo — Para que Yoonie no se moleste, y para que Kookie no nos acuse de no hacer nada. — rió.

Taehyung puchereó, pero asintió.

— ¿Quieres almorzar antes de empezar a decorar? — preguntó interesado.

— De hecho, Yoonie desde ayer dejó comida para recalentar. Comamos rápido, y luego decoramos. — respondió — De todas maneras, apenas son las doce. Yoonie y Kookie tienen mucho por hacer afuera, no vendrán luego.

— Quédate aquí, viendo la tele o no sé. — rió — Yo traeré la comida.

Jimin asintió y simplemente se recostó en el respaldo del sillón, acariciando con flojera su vientre. Estaba a punto de tomar el control de la tv, cuando su adorable Holly llegó llevando consigo su peluche favorito, se subió al sillón, y luego a las piernas de su amo, en donde se acomodó y se acostó de buena gana.

Por algo Tinder no es RosadoWhere stories live. Discover now