SUBLIME

11

Llorar le habría quitado todo el sentido a ese complot de palabras pero para ser honesta, una vez llegué al salón frente a la mesa de la gerente, se me asomaron las lágrimas.

El estrés no me hacía para nada bien y mi paciencia era muy limitada.

Suspiré, era mejor si seguía el día como si ello no hubiera ocurrido y de hecho es lo que hice. Pude haberme detenido a hablar con el chef, pero había bastante clientela ese día así que espacio no hubo en general para el ocio hasta llegada la noche.

—Lo hiciste bien, niña.

—¿Se refiere a lo que paso en la tarde con el tal Kaeya?—Terminé de secar una copa y me apoye en el borde de una mesa.

—Sí, de hecho llevaba unos días esperando este momento.—Lo mire con atención—Ahora sólo te quedará aguantarlo hasta el festival de las luces.

¿Hasta el festival de las luces?

—¡¿Se quedará hasta el festival de las luces?!

—Sí, ¿no sabías?—Perpleja negué con la cabeza, él suspiró—Bueno, si se quedará hasta esa fecha, ni idea si después seguirá aquí pero no creo que vuelva a molestarte como antes.

—Bien ¿O sea que mi discurso funcionó?

—Es posible, aunque el del enano debió surtir mas efecto.

—¿Quién?

—Xiao.

Un fuerte escalofrío surgio de lo más profundo de mi estómago, ni estaba segura de poder abrir más los ojos por la sorpresa.

—Q-Que... ¿Cómo asi...?

Yanxiao sonrió, seguramente por la satisfacción de leerme la mente.

—Cuando te fuiste, por poco esa sabandija te persigue, pero Xiao cayó como siempre del cielo y lo enfrentó para que no se acercara a tí. Dijo: ¡No vuelvas a dar un paso cerca de ella!—Agravo su voz "imitandolo", también imitó las típicas señas y muecas que él siempre hace y soltó una carcajada— También... "Me vas a conocer si le faltas el respeto, necio mortal"  y esas cosas que él siempre dice, tu lo conoces mejor.

—Imposible—Respondí pasmada, él avanzó poniéndome una mano en el hombro.

—Entonces pregúntale.

Xiao lo enfrentó.

El escalofrío aumentó como un sentimiento efervescente. No había razón para que ello ocurriera, pero Xiao...

Xiao... Xiao, Xiao...

Xiao es ese tipo de persona entonces si lo hizo fue porque...

El termómetro de mis emociones subió de golpe, su calor aumento con la ilusión. Era imposible confirmar cualquier cosa pero en lo profundo de mi corazón algo me decía que le importaba. Sin exagerar pero si lo suficiente como para dejar lo que hacía para hablar por mí.

—No lo necesitaba... Iba a estar bien por mi misma —Froté más fuerte una olla, tratando de molestarme por ello para ignorar mi emoción, pero fué imposible. Solté la esponja y me encogí—Pero fuí... Fuí importante para él.

Boté aire y contuve la respiración hasta que exploté. Entonces reí, me retorci y grité en mi delantal y todo ese show que llevé a escondidas, por supuesto, continúo a solas al interior de mi habitación. 

—Lo estoy logrando—Reí emocionada frente a un espejo—Lo estoy logrando, lo estoy haciendo... ¡Estoy acercandome!

O tal vez no...

—O tal vez no...

La oscuridad de mi habitación se hizo abrazadora y la melodía del arpa se detuvo. Xiao es ese tipo de persona, pudo no sólo ser por mi bien sino ser sólo por su paz propia, lo cual de hecho sería lo más lógico. Entonces ¿De que me hacía tanta ilusión?

Él se ha acercado voluntariamente, incluso me deja flores pero ¿Qué podría significar en realidad más que una preocupación simple?

Después de todo, Xiao es diferente, entonces...

La brisa que chocó en mi ventana se sintió melancólica.

—¿Tu que sientes exactamente?