-TREINTA Y UNO-

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Raynard (POV):

Entre en la primera sala que vi, me desabroché el cuello de la camisa para seguidamente quitarme la americana con el anillo en uno de sus bolsillos. Comencé a arremangarme las mangas hasta los codos. Cuando visualicé la pequeña bandeja con una botella de cristal de Bourbon con media docena de vasos de cristal no me lo pensé dos veces. Me llene uno de los vasos y me lo bebi de trago.

Estaba teniendo un ataque de pánico, lo sabía de sobras.

Me gire hacia Walt, aquel hombre que ha sido mi padre todos estos años.

- Sie wissen, dass dies ein Trick ist, um sie zu schützen. (Sabes de sobras que esto es un trámite para protegerla) – Escupí cabreado.

- Mach mal halblang, Raynard. (Bájame el tono, Raynard) – Su voz sono con rudeza mientras se acercaba a mí. - Deine Mutter weiß nicht, dass diese Tat nicht aus Liebe geschieht. (Tu madre no sabe que este acto no es por amor.) – Comenzó a servirse un vaso de este líquido que estaba bebiendo yo.) - Zumindest bis jetzt. Es ist klar, dass du für dieses Mädchen atmest. (O al menos hasta ahora. Esta claro que respiras por esa muchacha.)

- Ich habe mir vorgenommen, niemandem den verdammten Ring zu geben. Nachdem ich diesen Hurensohn zum ersten Mal in meinem Leben getötet hatte. (Me prometi a mí mismo no entregarle a nadie el maldito anillo. Despues de que mate a ese hijo de puta podremos firmar la renuncia.) – Lo que acababa de decir sonaba extraño, pero era así. Estos eran los términos desde un principio.

- So zu tun, als ob Sie sie aufgeben würden, obwohl Sie sie lieben? (¿Pretendes renuncia a esto aun amándola?) – Me pregunto incredulo. - Ich wusste nicht, dass ich einen Feigling großgezogen hatte. (No sabía que había criado a un cobarde.)

Aprete los puños con tanta rudeza que podía notar como la circulación de mis manos fallaba.

- Davina stimmt dem zu. (Davina está de acuerdo.)

Por primera vez, mi hermano abrió la boca. Salió de las espaldas de su padre para ponerse en frente mío, cara a cara. Sus ojos mostraban total neutralidad, pero sabia de sobras que estaba vez no estaba de mi lado, sino del de su padre.

- Vielleicht war es früher so, aber jetzt? (Quizás lo estaba antes, pero ¿ahora?) – Negó con la cabeza sirviéndose un vaso de bourbon. - Du hast vor, bei ihr zu bleiben, nachdem du dein Liebesversprechen vor allen Mafiosi des Rates gebrochen hast. Hörst du dir eigentlich selbst zu? Wenn du dein Versprechen nicht hältst und bei ihr bleibst, hat sie immer noch eine Zielscheibe auf dem Rücken. (Pretendes seguir con ella después de renunciar a una promesa de amor frente a todas las mafias del consejo. ¿Acaso te estas escuchando? Si renuncias a la promesa y sigues con ella, seguirá teniendo una puta diana en la espalda.)

Lo sabía joder, lo sabía. Pero entregar ese anillo era fallar a la promesa a mi mismo. Era traicionarme. Si después de todo esto, seguíamos juntos seguirá en un peligro constante. ¿Entonces que se suponía que tenia que hacer? Jamás me perdonaría que a Davina le pasase algo, mataría por ella, moriría por ella.

- Ich... Verdammte Scheiße! (Yo... ¡Joder!)

No sabia que hacer, y para ser sinceros, me daba pánico semejante compromiso. Cuando ella lleve ese anillo todas las personas de este mundo sabrá que, ella es de Diablo, que ella pertenece al mundo de las Mafias.

La puerta fue abierta de par en par por Sofie, quien entraba a la sala con el ceño claramente fruncido, a lo mejor la razón era que nos habíamos ido del almuerzo en "familia". Camino hasta Walt dándole un suave toque en el brazo. Detrás de ella aparecieron las tres chicas, la ultima en entrar fue Davina, que miraba todo con cautela, hasta que sus ojos hicieron contacto con los míos, regalándome una bonita sonrisa.

El Diablo del Infierno. | I DIABLO |Where stories live. Discover now