Decay: LAUGHING BOY.

¡RUGE, FESTIVAL DEPORTIVO!

―"La flor de la putrefacción" ―cito en un hilo de voz Miyamura, el hombre de traje color grisáceo con una corbata azul que para nada le hacia juego pero debido a que su esposa era regularmente estricta en las cosas que ella le regalaba a su marido, era usual que este se viera vistiendo ropas que para nada van a juego.

―Un don que por lo que se logro ver en los videos filtrados a través de la red parece tener un funcionamiento algo curioso ―tras comentar, la gran pantalla de transmisión detrás de ellos mostro lo que era una flor bastante peculiar pues esta tenia cierto parecido con los pétalos que se liberaban cada vez que Hanna usaba su quirk de manera exponencial.

―Otro don como esos y seguramente esta ciudad estaría en problemas ―dijo con una risa ahogada.

―Tienes razón ―consolido su compañera quien lo acompaño con aquella pequeña risa.

Aquel chico de cabellera verdosa que se sacudia con el ondeante viento matutino se encontraba saliendo de la estación del tren guardando en su maletín la tarjeta de vista, una que contaba con la funcionalidad de no tener que pagar el metro ya que esta solo se les daba a los estudiantes. Esto claro, era de gran ayuda a aquel chico debido a que sus finanzas realmente seguían siendo... deplorables.

[Como siempre, en esta ciudad todos los días es ruidosa y algunas veces, llena de casos.]

Apenas subió las escaleras del subterráneo llegando a la calle cuando al cruce de la esquina logro ver grandes destellos color anaranjado que sobrevolaban un par de metros por encima de su cabeza llegando a chocar con las uniones de muro con muro en los edificios a sus alrededores.

[Lo anormal es algo... ¿Normal?]

Tras estos destellos de estallidos, un héroe conocido como Kamui Woods se le veía pasando de edificio en edificio extendiendo sus ramas de lado a lado agarrándose a filos de balcones, las ventanas, techos y demás para poder seguirle el ritmo a aquel destello que a ojos de todos, justo al final de la calle donde dos grandes edificios casi gemelos que los separaba la avenida, este destello se detuvo quedandose estático entre estos dos edificios los cuales, a través de los ventanales se logro ver reflejado un hombre de aspecto fogoso.

[Podría decirse que sobrevivo como puedo en estos días que posiblemente se han vuelto los peores de mi vida pero aun así, siento que son los días que mejor recordare.]

Aquel joven de enormes pecas en su rostro miro extasiado aquella escena cuando algo dentro suyo tiro de él hacia delante. Era una sensación de un frio extremo que recorría toda su espina dorsal hasta llegar a su cabeza donde se coronaba con un choque de temperaturas.

Sus manos temblorosas se cerraron y aquellas cicatrice que se encontraban debajo de las vendas que el tenia puesta rodeando desde sus yemas hasta la parte superior de su codo parecían brillar.

[Cundo me despedí de ti hace años yo pensaba que mi vida era insignificante, sin fuerza. Llena de sueños estúpidos siendo solo alguien infantil y poco temerario pero... aunque ahora tampoco he cambiado tanto, puedo llegar a sentir que ya no soy así.]

A la par de aquel villano quien parecía desinflarse de la risa exponiendo a todo volumen su quirk, detrás de él, por encima suyo y desde abajo hasta el frente, héroes se unieron rodeándolo por completo con un único objetivo...

Detenerlo.

De esta manera, una brisa llego justo a la espalda de aquel chico empujando sus ropas hacia delante llegando a sacudir su enorme cabellera cuando una lluvia de hojas de árbol lo rodeaba como un remolino hasta que este se disipo hacia delante.