Decay: LAUGHING BOY.

CAPITULO 24: DEVASTACION.

―Una batalla de miedo, ¿No lo crees así Sra. Mizuhara-San? ―inquirió el hombre de semblante serio a su compañera presentadora de noticia―. Ciertamente sí. Incluso cuando ya han pasado dos semanas desde aquel incidente, los días a días de las personas están llenos de platicas sobre este mismo tema. Y si soy poco practica con esto, eh de mencionar que hoy cuando venia al trabajo en el metro pude escuchar a un grupo de alumnos de escuela media hablando sobre esto mismo. Realmente de miedo Miyamura-San ―la mujer se dio una pequeña sacudida mientras acomodaba el mechón de su cabello que caía hacia su rostro empujándolo justo atrás de su oreja izquierda.

―En lo personal, siento que lo que mas me ha dejado marca es saber sobre aquel chico ―sin si quiera decir un nombre, la mujer no escatimo en mostrar su desagrado.

―No puedo creer, sigo sin poder creer que la U.A pueda aceptar a personas de tal calaña ―aunque mostro algo de serenidad en sus palabras, su expresión demostraba completamente lo contrario.

Habían transcurrido alrededor de dos semanas despues del incidente de USJ en las cuales los noticieros mas famosos y pocos conocidos de Japón no se detuvieron en hablar sobre el tema que aqueja aquel día hace dos semanas el cual recibió como nombre ˂Devastación.˃

―¿Sabes una cosa Mizuhara-San? ―pregunto el hombre―. No, ¿Qué sucede Miyamura-San? ―contesto a su pregunta―. Lo que ese chico este intentando hacer, sea lo que sea apenas es su comienzo y ya va en decaída. Lo que la U.A haya pensado al aceptarlo debe de estar fuera de este mundo por que el pensar que... ―justo lo detuvo su compañera debido a que ella se percató de algo a lo que segundos despues, con un juego de miradas, Miyamura entendio.

―Dos semanas y mas de diez años seguiremos protegiendo su nombre por su "Bienestar" ―bufo―, supongo que a estas alturas todos sabemos de quien se trata ya que aunque lo tratemos como alguien que no debe ser nombrado... Todos y cada uno de nosotros hemos mantenido ese escalofrió desde hace ya diez años, ¿No? Aunque el pueda hablar y caminar como uno de nosotros, es alguien repugnante que solo es una desgracia para la sociedad que se dejo llevar por su quirk y perdió el uso de su razón.

Estas palabras fueron transmitidas una y otra vez como una repetición ambigua por televisiones, radios u otros dispositivos llegando a los oídos de muchas personas.

―Una persona que solo causa devastación... no puede convertirse en héroe ―con estas palabras, el programa dio fin o más bien el televisor que estaba transmitiendo este noticiero fue apagado de golpe mientras un joven de cabello rubio abría su ojo derecho poco a poco a la vez que estaba recuperando el oído.

Cerca de él podía escuchar murmuros que poco a poco se convertían en fuertes voces.

―Que desagradable es escuchar las noticias estos días ―gruño una joven mujer que se encontraba sentada en una silla metálica al lado de la camilla donde el recién despertado empujo su atención a ella.

―¿Hmm? ―la mujer de cabello rubio cenizo encontró su mirada con el chico―. Veo que ya despertaste Katsuki ―comento la mujer.

―¿Qué haces aquí tan temprano Madre? ―inquirió mientras se sentaba en la camilla empujando su cabeza hacia delante.

―Anoche recibí una llamada del doctor informando que aun sigue el dolor en tu ojo y que quería hablar conmigo sobre el futuro de ello ―respondió intranquilamente.

Al momento de escuchar sobre su ojo izquierdo rápidamente empujo su mano hacia el lado de su cara la cual estaba vendada hasta el nivel de su mejilla.

―Menciono que posiblemente necesites algunos medicamentos y un especie de pupilente protector... ―ella fue interrumpida―. Esta bien, ya hace tres días hablamos de esto y llegamos a la misma conclusión Madre. El daño en mi ojo no fue lo suficiente para dejarme ciego y eso ya lo vimos, aun puedo ver, borrosamente y con sombras pero puedo llegar a distinguir ―dijo Bakugou mientras comenzaba a quitarse las vendas.