CAPITULO 29: ¿Hueles eso?.

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 MARY KATE

Nevis era un pueblecito que quedaba justo en medio de Forks y La Push. La familia Caldwell lo conocía bien. Tenia ochenta y seis habitantes y casi nunca asesinaron a nadie allí; era el lugar mas seguro del planeta. Ademas, solían tener una cabaña ahí para pasar los fines de semana. No habían llevado nunca a nadie allí; excepto a Raymond. 

Kate se asustó.  

«No, no, no...» pensó ella con pánico mientras corría hasta su coche y volvía marcar el numero que había llamado su hermana. Por supuesto, daba ocupado. 

«¡Por favor, contesta, por favor!»

Llegó al coche, saltó dentro y hundió la llave en el contacto, con cuidado para no bloquear el motor; el Mercedez cobró vida con un rugido. No hizo mas que dos pasos cuando se detuvo abruptamente. Jacob Black se había puesto frente al camino. 

Kate sacó la cabeza de la ventanilla. 

—¡¿Te volviste loco?!. ¡Casi te aplasto con mi coche!. 

Al parecer no le importó nada de lo que dijo porque soltó: 

—Voy contigo. 

Ella frunció el ceño. 

—Escuche lo que decías en el teléfono. Era Lana. ¿Verdad?. Y tu sabes donde está. ¿Pensabas ir sola?

—Vete a casa, Jacob. No quiero involucrarte mas en esto. —respondió apenada Kate. 

Jacob dio un paso delante, acercándose mas al automóvil.

—No me iré. No hasta saber que Lana esta bien.—dijo y la miró serio. —Y por lo que veo, tu tampoco. 

Ella sabia que el no iba a dar su brazo a torcer. Rendida, abrió la puerta del copiloto. 

—Anda, sube. 

Cuando el se acomodó, Kate puso el auto en marcha, pitando. Sin embargo, temblaba detrás del volante y eso él lo notó. 

—Ten—le lanzó su teléfono y Black lo tomó en el aire—intenta llamar al ultimo numero que aparece en la lista. Es al que ella se comunicó. 

—¿Sabes donde esta Lana?—preguntó

—Lo sospecho. No es lo mismo.—apretó el acelerador, mas angustiada—Nevis era segura y nadie sabia de ella, hasta ahora. ¿Porque la llevaría allí?

—¿Lana esta en Nevis?

—Eso me dijo. No lo se. Espero que aun siga ahí. 

Kate siguió acelerando, rozando los ciento sesenta kilómetros por hora. Tenía que llegar a tiempo.

—¿Y donde es eso?—insistió Black desesperado mientras volvía marcar sin éxito en el teléfono. 

—Esta cerca de Forks. Tenemos una cabaña en ese lugar. ¡No se si esta ahí!. ¡Solo dijo Nevis!. ¡Es lo único que se me ocurre!

Al otro lado de la autopista, unos difusos puntitos de luz aparecieron en el horizonte. Poco apoco se fueron separando y aumentando de tamaño, hasta adquirir la forma alargada de unas chispas amarillas. Ya de cerca, se tornaron más brillantes. Y un humo negro apareció en lo alto del cielo. Jacob olfateó el aire. 

De pronto. Su cara se empalideció. 

Fuego. Era ceniza. 

Y Kate también lo había notado segundos después. Pisó el acelerador a fondo y el motor rugió.

 —¡Llama a la policía! ¡Llama al 911! —gritó desesperada  a Jacob al ver las llamas de la cabaña a lo lejos. El coche se zarandeó al tomarla primera curva de grava y kate bajó de allí, seguida del chico, quien la supero con rapidez—¡Jacob, aguarda!. ¡Espera!

ATYPICAL ✦ JACOB BLACKWhere stories live. Discover now