ATYPICAL ✦ JACOB BLACK

CAPITULO 17: Malos habitos.

LANA

Si ella tuviese que hacer una lista de los diez momentos mas incómodos de su vida, el primer puesto seria para esa vez, en segundo grado, en que Maya Corner leyó en voz alta la carta de amor que Lana le había escrito al hermano frente a toda la clase. No había nada mas incomodo que eso. Pero ¿Ver a Jacob Black en la escuela días después de haberlo besado apasionadamente en su habitación?. ¡El segundo puesto ya tenia dueño!.

Cada vez que Lana se lo encontraba, ella se escabullía. Intentaba cualquier manera de safarse de esa situación porque, realmente, no quería hablar con el después de lo que había pasado. Aunque era una tarea difícil dado que compartían clases en el mismo instituto. No podía huir para siempre.

—Ay, mierda —se quejó en cuanto entró al salón y lo vio sentado al lado de su pupitre.

Lana consideró la posibilidad de excusarse diciendo que se sentía mal y salir corriendo de allí. Aún quedaban unos minutos antes de que empezara la clase y el aula era un hervidero de conversaciones. Pero en cuanto volteó para salir, chocó con el profesor, quien le ordenó que se sentara. Definitivamente, era una cobarde sin suerte.

Caminó hasta el fondo del salón, pasandole por al lado, y se sentó despacio. Sin mirarlo ni una sola vez. Actuó como si en verdad le importaran historia de la independencia norteamericana que relataba el profesor Reynolds.

—Has estado evitándome.—habló el a su lado. Lana lo ojeó de reojo.

—¿Porque motivo te evitaría, Black?.

El sonrió levemente, mientras anotaba lo que estaba escrito en la pizarra.

—No lo se...,quizás, porque nos besamos la otra noche.

A Lana se le cayó el lápiz al oírle decir esas palabras. Ambos se agacharon para recogerlo.

—¿Por que huyes?—preguntó el.  Lana hizo el amago de levantarse, pero el la detuvo con el brazo—¿Fue tan terrible para ti?

De pronto, ella lo tuvo delante de su rostro. Sus ojos suplicaban y su rostro estaba endurecido. Parecía un cachorro a punto de llorar. 

—Mira, no voy a hablar de eso aquí.

—¿Después de la escuela?—siguió el. liberandole el brazo. Ella observó al profesor, exhorto de todo lo que sucedía alrededor.

—Si, después de la escuela. —declamó antes de acomodarse en el lugar y bajo su intensa mirada siguiéndole cada uno de los movimientos.

Durante el resto de la clase, trató de fingir atención y hacer los cálculos que habian en la pizarra; no le llevó mucho rato, pero en ningún momento tuvo la mente completamente despejada. Mucho menos con Black de compañero.

Cuando sonó el timbre, Lana salió casi brincando de allí. No iba a mentir cuando decía que deseaba huir. Quizás, eso lo había heredado de su padre. Tenia el mal habito de que cada vez que se besaba o enrrollaba con algún chico, ella aplicaba la ley del hielo al día siguiente; como si nada hubiese sucedido. No obstante, esta vez era diferente. Porque Jacob era diferente.

Mordiéndose las uñas, decidió esperarlo en las escaleras; tal como la ultima vez.

—Vaya. No huiste—dijo la voz de Jacob ligeramente sorprendida al bajar las escaleras. Ella volteó.

—Iba a hacerlo—admitió, nerviosa.

El la observó mas atento.

—¿Que te detuvo?

—Pues tu. —dijo sin vacilar. Luego suspiró, notando el par de miradas que apuntaban a su dirección—¿Por que mejor no hablamos en otro lugar?.